COMENTARIOS AL DOCUMENTO “PLAN DE USO Y MANEJO DE ANTIMICROBIANOS” (ANEXO IT 3922- Plan de Antibióticos). MESA DE TRABAJO SALMÓN, MINISTERIO DE ECONOMÍA. MARZO 2009.
(I PARTE)
Por Héctor Kol
AGO- Pescadores Artesanales de Aysén
Marzo 2009.
e-mail: kolhector2@gmail.com
INTRODUCCIÓN
El documento que se comenta, originado en la Mesa de Trabajo “Salmón” organizada por el Gobierno para el “Salvataje” de la Industria Salmonera, no incorpora al menos tres grandes temas en relación al uso ilimitado e irracional de antibióticos en la salmonicultura intensiva que opera en Chile.
Las medidas que se anuncian son un conjunto de propuestas fuera de un contexto que no aparece al menos en este documento, donde no se describe la actual situación, no se postula acerca de los orígenes de tal situación ni se explica a qué apuntan las medidas propuestas.
Si se elude describir el problema y más aún, si se elude describir el origen del problema, se puede plantear cualquier cosa, se puede disparar incluso al aire, como ocurre con este documento, donde no existe la hipótesis de trabajo.
Ello es entendible. De lo que se trata es que cualquier invitado a esta Mesa justifique tal invitación mediante una propuesta, independientemente si sirve o no sirve para solucionar todo o una parte del problema: el problema no está descrito, luego, el problema no existe. Y más todavía, la actividad más afectada por el uso irracional (pero legal) de antibióticos en la Industria Salmonera, esto es, la Pesca Artesanal, ni siquiera está invitada a esta Mesa.
No son los peces de los invitados a esta Mesa los que se contaminan con los antibióticos que usa la salmonicultura intensiva; ni son sus fondos marinos los que pierden su flora bacteriana por los residuos de antibióticos que se depositan sobre ellos; no son los recursos bentónicos de estos “actores relevantes” (como se autodenominan los participantes de esta instancia) los que han sido destruidos y contaminados por la contaminación química (entre ellos, los antibióticos) generada por la Industria Salmonera.
Allí radica, en la ausencia intencional de la Pesca Artesanal en toda suerte de discusión sobre los efectos degradantes que la Industria Salmonera ha causado en el territorio marítimo que, POR LEY, está reservado para la Pesca Artesanal [1], la falta de contexto y la debilidad de las medidas propuestas.
Sin embargo, a pesar de ser los administradores POR LEY del territorio marítimo afectado por esta industria, los pescadores artesanales no están ni siquiera considerados en las futuras reuniones de esta Mesa. En cambio, sí los están los causantes del “problema”: la Industria Salmonera y los Servicios Públicos. También están convocados los que por definición representan a la civilidad organizada: las ONGs, que sin embargo, NUNCA han preguntado nada a la Pesca Artesanal antes de plantear sus “soluciones” particulares.
A modo de ejemplo, el Programa Salmonicultura de la AGO de Aysén JAMÁS ha sido invitado a exponer a una sola de las conferencias o seminarios que organizan (en el mediterráneo Santiago, por lo general) las ONGs. Ni la CONAPACH ni la CONFEPACH, Confederaciones de la Pesca artesanal, han sido invitadas a participar con sus estudios y pruebas a esta Mesa, como lo señalaron sus máximos dirigentes en los 10 minutos que se les otorgaron para exponer en un seminario realizado en Puerto Varas, en Noviembre del 2008 y organizado por la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara de Diputados.
Allí está la primera deficiencia de este “Plan de Uso de Antibióticos” que todos los invitados a esta Mesa han elaborado: se ha configurado un Plan en ausencia de los verdaderos “actores relevantes” y legales administradores del territorio marítimo afectado por la más brutal contaminación en la historia de Chile. Se ha planificado y propuesto sobre territorio ajeno: el territorio de la Pesca Artesanal.
Quizás, si la razón de esta exclusión sea … que tenemos mucho que decir.
1.- Las grandes ausencias en los postulados y propuestas del Plan de Uso de antibióticos en la salmonicultura intensiva.
Tres grandes temas no están considerados en estas propuestas:
a) Los efectos de la salmonicultura intensiva sobre la pesca artesanal;
b) La necesidad de establecer una tasa de consumo máxima de antibióticos en la producción salmonera, esto es, una cantidad – objetivo de gramos de antibióticos por tonelada de salmón producida;
c) Las medidas administrativas de corrección a la actual realidad productiva de las empresas.
La Pesca Artesanal no fue consultada acerca de la instalación de una industria química en su territorio marítimo tradicional, que además operó SIN evaluación ambiental previa hasta el año 1997, cuando se aprobó el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
El uso y abuso de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) como instrumento para la evaluación de proyectos de producción salmonera que usan cantidades ilimitadas de antibióticos, desinfectantes, pesticidas, pinturas anti-fouling y alimentos artificiales, cancela A PRIORI la opinión de la Pesca Artesanal (y del resto de la ciudadanía) incluso sobre proyectos productivos que operan en el territorio que le está reservado, insistimos, por Ley.
Es decir, institucionalmente se sigue cancelando la opinión de la pesca artesanal y ya a 12 años de la existencia del instrumento de evaluación ambiental, tampoco se considera la opinión de la Pesca Artesanal, que no es afectada por esta Industria Salmonera sólo por el uso irracional de antibióticos, sino también por la sobre-producción pesquera a la que induce, por la fuga de millones de ejemplares de salmones portadores de parásitos y enfermedades; por la eutrofización de los sistemas acuáticos intervenidos (donde los salmoneros deben inyectar oxígeno de manera externa a sus peces) y por la pérdida de espacio marítimo.
¿Dónde está la propuesta de hacer de la Pesca Artesanal el sensor necesario acerca de la gestión ambiental de la Industria Salmonera?. ¿Tienen los servicios públicos más lanchas y botes que la pesca artesanal austral?. O mejor, ¿tienen alguna lancha los servicios públicos que “fiscalizan” a la Industria Salmonera?. ¿Las ONGs conocen mejor que nosotros, acaso, el territorio marítimo que está siendo destruido por esta Industria?
En el año 2006, la Fundación OCEANA (activa partícipe de esta Mesa de Trabajo “Salmón”) constató la presencia de antibióticos en el contenido estomacal y en las muestras de carne en ejemplares de pesca silvestre, explotada por la pesca artesanal, en la Bahía de Cochamó (Estuario del Reloncaví, X Región) [2].
La pesca artesanal NO USA antibióticos. No los necesita. Su producción es “orgánica” y no debe recurrir a la alquimia para generar su sustento. Sin embargo, en ninguna parte de las propuestas se menciona, siquiera, la necesidad de establecer estudios que den cuenta de los posibles efectos que ha tenido (y siguen teniendo) los residuos de antibióticos usados por la salmonicultura intensiva sobre los recursos pesqueros que explota la pesca artesanal austral y que abastecen al 70% del mercado nacional de consumidores de productos del mar. No hay preocupación no sólo por lo que piensa o espera la Pesca artesanal: tampoco hay preocupación por la Salud Pública de este país.
Resulta, finalmente, impensable que en una Mesa con características de “Club Privado de Libres Pensadores”, donde no están los directamente afectados, se postule la necesidad objetiva de que todo proyecto de acuicultura intensiva deba someterse a Estudios de Impacto Ambiental, más aún si compromete a especies hidrobiológicas exóticas.
No es para plantear soluciones, ciertamente, que se ha creado esta Mesa de Trabajo “Salmón”.
[1] Artículo 47.- Resérvase a la pesca artesanal el ejercicio de las actividades pesqueras extractivas en una
franja del mar territorial de cinco millas marinas medidas desde las líneas de base normales, a partir del
límite norte de la República y hasta el paralelo 41º28,6' de latitud sur, y alrededor de las islas oceánicas.
Resérvanse también a la pesca artesanal, las aguas interiores del país. Ley General de Pesca y Acuicultura, 1991.
[2] Fortt, A., 2007: “Uso y abuso de antibióticos en la salmonicultura”. Fundación OCEANA-Chile, Documento 23, Enero 2007.
lunes, 30 de marzo de 2009
COMENTARIOS AL DOCUMENTO “PLAN DE USO Y MANEJO DE ANTIMICROBIANOS” (ANEXO IT 3922- Plan de Antibióticos). MESA DE TRABAJO SALMÓN, MINISTERIO DE ECONOMÍA. MARZO 2009.
(II PARTE)
2.- Una tasa máxima de consumo de antibióticos y cambios en la administración de medicamentos en la salmonicultura intensiva.
En el documento que se comenta, no se establece un necesario calendario de reducción del consumo de antibióticos en la salmonicultura intensiva que opera en Chile.
Es decir, con la anuencia de esta Mesa “Salmón”, se seguirán usando en Chile cantidades insólitas de medicamentos, que no guardan relación con una gestión productiva eficiente ni con la preocupación que debiera tener el Estado por la Salud Pública. No le ha bastado a los integrantes de esta Mesa las evidencias científicas y la alarma en el gremio médico que han provocado las investigaciones que se han realizado sobre el uso de antibióticos en la Industria salmonera.
NO ES CIERTO que en esta Industria se ocupen de 200 a 250 más antibióticos que en la salmonicultura intensiva Noruega, como se ha sostenido al interior de la Mesa de Trabajo “Salmón”. Las tasas de consumo de medicamentos en la producción de salmones en Chile llegan hasta los 790 gramos de droga por cada tonelada de salmón producida, según los registros que ha levantado la Asociación Gremial de Organizaciones de Pescadores Artesanales de Aysén (AGO) en estudios que se han basado en lo que las mismas empresas salmoneras han declarado en las DIA con las que han obtenido sus permisos ambientales de funcionamiento.
En Noruega, mientras tanto, la Industria salmonera ocupa sólo UN GRAMO de medicamentos por cada tonelada de salmón producida. Luego, en Chile se pueden usar hasta 790 veces más antibióticos que en Noruega, tres veces lo que se ha señalado y sostenido en la Mesa “Salmón”. Por ello, la AGO ha ironizado que seguir comparando a la salmonicultura intensiva chilena con la Noruega “es como comparar a Deportes Puerto Montt con el Manchester United”…
La diferencia entre ambas Industrias no es sólo numérica: es política.
Mientras la reducción del consumo de antibióticos en la salmonicultura intensiva Noruega fue una decisión de Estado, en Chile se ha dejado en manos de esta Mesa Privada la solución para un problema de graves alcances para la Salud Pública, una Mesa que además está mal informada.
En segundo lugar, existen evidencias científicas de estudios ejecutados en Chile acerca de la existencia de “genes de resistencia” en bacterias del sedimento de sistemas acuáticos intervenidos por la salmonicultura intensiva . Igualmente, la comunidad médica chilena ha dado cuenta del aumento de las tasas de generación de resistencia bacteriana a los antibióticos tanto al interior de los recintos hospitalarios como FUERA de ellos.
Los médicos chilenos señalan que varias especies de microorganismos causantes de patologías humanas se han hecho resistentes a TODOS los medicamentos que se usan en Chile para combatirlos, atribuyendo este fenómeno al consumo de alimentos contaminados con residuos de antibióticos .
Estas son las consecuencias del uso irracional e ilimitado de antibióticos en la producción animal en Chile, especialmente en la salmonicultura intensiva, donde los antibióticos son mayoritariamente administrados por “vía oral” (disueltos en los alimentos artificiales suministrados a los peces) y sobre los que la literatura científica reporta una pérdida de hasta un 70% de la droga así administrada y que se inyecta directamente en el medio acuático intervenido . Es decir, por cada 100 kilos de antibióticos que se administran por “vía oral” a los salmones, 70 kilos se pierden como contaminante del medio acuático ocupado por las salmoneras.
Luego, sin establecerse un calendario de reducción del consumo de antibióticos y sin establecer una prohibición a la administración “oral” de drogas, como lo ha pedido y fundamentado la Pesca Artesanal, el conjunto de propuestas que aparecen en el documento que se comenta no sólo es inútil para solucionar el problema de uso irracional de medicamentos en la salmonicultura intensiva, sino que profundizan este problema.
Ello, porque de manera insólita se adjudica A LOS VETERINARIOS de las empresas salmoneras toda la responsabilidad por un eventual mal uso de antibióticos en los centros de cultivo. Es decir, se libera a las empresas de una responsabilidad que le es casi exclusiva: la compra de los medicamentos, la determinación de la forma de administración e incluso hasta las dosis a aplicar están determinadas por las empresas y no por los veterinarios, puesto que en TODAS las DIA que se presentan a evaluación ambiental YA VIENEN ESTABLECIDAS LAS DOSIS DE ANTIBIÓTICOS QUE SE APLICARÁN EN LOS CENTROS DE CULTIVO ante un evento patológico.
No es el veterinario quien construye las DIA: es una consultora contratada por la empresa. Tampoco es el veterinario el que importa las ovas infectadas de múltiples enfermedades, que son la base para la colección de epidemias que atraviesan a la Industria salmonera en Chile y que pasan sin mayor esfuerzo por los controles que (teóricamente y aún por demostrar) realiza el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
En efecto, la Ms Sc. Sandra Bravo, de la Universidad Austral de Chile (UACH) ha señalado que alrededor de un 70% de las ovas importadas por las empresas salmoneras que operan en Chile mueren en las primeras etapas de desarrollo como resultado de las enfermedades que portan .
En consecuencia, el verdadero problema del uso irracional e ilimitado de antibióticos en la Industria salmonera que opera en Chile radica en que los salmoneros importan enfermedades y el Estado chileno lo permite. Atribuir al veterinario una responsabilidad que es empresarial y estatal, antes que nada, es dejarle la puerta abierta a las empresas (y al Estado) para eludir sus propias responsabilidades. La Mesa de Trabajo “Salmón” ha creado una “cabeza de turco”, un fusible a quemar, para que el Estado y las empresas salmoneras no respondan por la destrucción ambiental y la amenaza para la salud pública en que han convertido al Mar Chileno Austral.
Es, en definitiva, una cubierta más en la capa de protección a una Industria tóxica, que es el verdadero fin de la creación y funcionamiento de esta Mesa de Trabajo “Salmón”: salvar a la Industria salmonera a como de lugar y sin importar los costos económicos, sociales, ambientales y sobre la Salud Pública incluso internacional, que el “Salvataje” pueda demandar.
Además, ninguna referencia se hace, en el documento comentado, a la gran variedad de medicamentos que se usan en la Industria salmonera que opera en Chile, a diferencia de las restricciones existentes en otros países grandes productores de salmón.
En el Cuadro inserto a continuación se aprecia esta diferencia en la tolerancia de los Estados al uso de medicamentos en salmonicultura intensiva. La diferencia es tan grande como la responsabilidad social que tienen los Estados incluidos en este Cuadro.
ANTIBIÓTICO CHILE ESTADOS UNIDOS NORUEGA
Acido nalidíxico Si No No
Ácido oxolínico Si No No
Amoxacilina Si No No
Ampicilina Si No No
Cefotaxima Si No No
Cloranfenicol Si No No
Eritromicina Si No No
Florfenicol Si No Si
Gentamicina Si No No
Canamicina Si No No
Quinolonas Si No No
Streptomicina Si No No
Sulfas Si Si Si
Tetraciclina Si Si Si
Trimetropin Si Si Si
Fuente: Cabello, F.C., 2006: Antibióticos y Acuicultura en Chile: consecuencias para la salud humana y animal. Rev. Méd. Chile, Nº 132, 1001-1006.
A la luz de lo que indica este Cuadro comparativo, cabe preguntarse: ¿hay algún medicamento que esté prohibido por el SAG? ¿De verdad es necesario darle a este Servicio una responsabilidad de permitir o no el uso de algún medicamento en la salmonicultura intensiva si pareciera que la farmacología completa está ya autorizada? ¿Tiene algún sentido práctico, más allá de las buenas intenciones que la sustentan, la campaña de OCEANA-Chile por una prohibición para el uso de quinolonas (Ácido oxolínico y Flumequina) en la producción salmonera chilena? ¿Qué hace la pesca artesanal, por ejemplo, con los otros 13 tipos de medicamentos que figuran en este Cuadro?
Dejar en manos de la propia Industria salmonera el control del uso de antibióticos, es decir, mantener la política de auto-fiscalización y auto-regulación para una industria que no es capaz de evitar “fugas” de millones de ejemplares de salmones portadores de enfermedades, ni la dispersión de un virus en más del 70% del Borde Costero del mar Territorial chileno, escapa a toda lógica.
El verdadero control sobre el consumo de antibióticos en la Industria salmonera lo puede ejercer el Estado fácilmente mediante la exigencia de una copia de cada factura que acredite la compra de antibióticos por parte de cada empresa salmonera. ¿El Estado chileno no es capaz, acaso, de llevar un registro de facturas? ¿O este empeño por mantener la política de auto-fiscalización de la Industria salmonera tiene relación con el proyecto del Gobierno de privatización del Mar Chileno a través del traspaso al patrimonio empresarial de las concesiones acuícolas que, hasta ahora, son bienes comunes de todos los chilenos?.
¿Cómo va a regular y fiscalizar el Estado dentro de la “propiedad privada” en que se convertirá cada salmonera cuando se les regale el Mar chileno, si ahora, siendo el Estado el propietario de aquellas concesiones, no tiene siquiera la voluntad de fiscalizar y menos de regular?.
Por cierto, tampoco ese tema de interés nacional, como lo es la privatización del Mar chileno, es abordado por la mesa de Trabajo “Salmón” en este documento, aún considerando las implicancias sanitarias que tiene el que el uso irracional de antibióticos pueda, en el futuro, realizarse dentro de “propiedades privadas” y que es en esta Mesa de Trabajo desde donde surgió la idea de privatizar el Mar.
(II PARTE)
2.- Una tasa máxima de consumo de antibióticos y cambios en la administración de medicamentos en la salmonicultura intensiva.
En el documento que se comenta, no se establece un necesario calendario de reducción del consumo de antibióticos en la salmonicultura intensiva que opera en Chile.
Es decir, con la anuencia de esta Mesa “Salmón”, se seguirán usando en Chile cantidades insólitas de medicamentos, que no guardan relación con una gestión productiva eficiente ni con la preocupación que debiera tener el Estado por la Salud Pública. No le ha bastado a los integrantes de esta Mesa las evidencias científicas y la alarma en el gremio médico que han provocado las investigaciones que se han realizado sobre el uso de antibióticos en la Industria salmonera.
NO ES CIERTO que en esta Industria se ocupen de 200 a 250 más antibióticos que en la salmonicultura intensiva Noruega, como se ha sostenido al interior de la Mesa de Trabajo “Salmón”. Las tasas de consumo de medicamentos en la producción de salmones en Chile llegan hasta los 790 gramos de droga por cada tonelada de salmón producida, según los registros que ha levantado la Asociación Gremial de Organizaciones de Pescadores Artesanales de Aysén (AGO) en estudios que se han basado en lo que las mismas empresas salmoneras han declarado en las DIA con las que han obtenido sus permisos ambientales de funcionamiento.
En Noruega, mientras tanto, la Industria salmonera ocupa sólo UN GRAMO de medicamentos por cada tonelada de salmón producida. Luego, en Chile se pueden usar hasta 790 veces más antibióticos que en Noruega, tres veces lo que se ha señalado y sostenido en la Mesa “Salmón”. Por ello, la AGO ha ironizado que seguir comparando a la salmonicultura intensiva chilena con la Noruega “es como comparar a Deportes Puerto Montt con el Manchester United”…
La diferencia entre ambas Industrias no es sólo numérica: es política.
Mientras la reducción del consumo de antibióticos en la salmonicultura intensiva Noruega fue una decisión de Estado, en Chile se ha dejado en manos de esta Mesa Privada la solución para un problema de graves alcances para la Salud Pública, una Mesa que además está mal informada.
En segundo lugar, existen evidencias científicas de estudios ejecutados en Chile acerca de la existencia de “genes de resistencia” en bacterias del sedimento de sistemas acuáticos intervenidos por la salmonicultura intensiva . Igualmente, la comunidad médica chilena ha dado cuenta del aumento de las tasas de generación de resistencia bacteriana a los antibióticos tanto al interior de los recintos hospitalarios como FUERA de ellos.
Los médicos chilenos señalan que varias especies de microorganismos causantes de patologías humanas se han hecho resistentes a TODOS los medicamentos que se usan en Chile para combatirlos, atribuyendo este fenómeno al consumo de alimentos contaminados con residuos de antibióticos .
Estas son las consecuencias del uso irracional e ilimitado de antibióticos en la producción animal en Chile, especialmente en la salmonicultura intensiva, donde los antibióticos son mayoritariamente administrados por “vía oral” (disueltos en los alimentos artificiales suministrados a los peces) y sobre los que la literatura científica reporta una pérdida de hasta un 70% de la droga así administrada y que se inyecta directamente en el medio acuático intervenido . Es decir, por cada 100 kilos de antibióticos que se administran por “vía oral” a los salmones, 70 kilos se pierden como contaminante del medio acuático ocupado por las salmoneras.
Luego, sin establecerse un calendario de reducción del consumo de antibióticos y sin establecer una prohibición a la administración “oral” de drogas, como lo ha pedido y fundamentado la Pesca Artesanal, el conjunto de propuestas que aparecen en el documento que se comenta no sólo es inútil para solucionar el problema de uso irracional de medicamentos en la salmonicultura intensiva, sino que profundizan este problema.
Ello, porque de manera insólita se adjudica A LOS VETERINARIOS de las empresas salmoneras toda la responsabilidad por un eventual mal uso de antibióticos en los centros de cultivo. Es decir, se libera a las empresas de una responsabilidad que le es casi exclusiva: la compra de los medicamentos, la determinación de la forma de administración e incluso hasta las dosis a aplicar están determinadas por las empresas y no por los veterinarios, puesto que en TODAS las DIA que se presentan a evaluación ambiental YA VIENEN ESTABLECIDAS LAS DOSIS DE ANTIBIÓTICOS QUE SE APLICARÁN EN LOS CENTROS DE CULTIVO ante un evento patológico.
No es el veterinario quien construye las DIA: es una consultora contratada por la empresa. Tampoco es el veterinario el que importa las ovas infectadas de múltiples enfermedades, que son la base para la colección de epidemias que atraviesan a la Industria salmonera en Chile y que pasan sin mayor esfuerzo por los controles que (teóricamente y aún por demostrar) realiza el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
En efecto, la Ms Sc. Sandra Bravo, de la Universidad Austral de Chile (UACH) ha señalado que alrededor de un 70% de las ovas importadas por las empresas salmoneras que operan en Chile mueren en las primeras etapas de desarrollo como resultado de las enfermedades que portan .
En consecuencia, el verdadero problema del uso irracional e ilimitado de antibióticos en la Industria salmonera que opera en Chile radica en que los salmoneros importan enfermedades y el Estado chileno lo permite. Atribuir al veterinario una responsabilidad que es empresarial y estatal, antes que nada, es dejarle la puerta abierta a las empresas (y al Estado) para eludir sus propias responsabilidades. La Mesa de Trabajo “Salmón” ha creado una “cabeza de turco”, un fusible a quemar, para que el Estado y las empresas salmoneras no respondan por la destrucción ambiental y la amenaza para la salud pública en que han convertido al Mar Chileno Austral.
Es, en definitiva, una cubierta más en la capa de protección a una Industria tóxica, que es el verdadero fin de la creación y funcionamiento de esta Mesa de Trabajo “Salmón”: salvar a la Industria salmonera a como de lugar y sin importar los costos económicos, sociales, ambientales y sobre la Salud Pública incluso internacional, que el “Salvataje” pueda demandar.
Además, ninguna referencia se hace, en el documento comentado, a la gran variedad de medicamentos que se usan en la Industria salmonera que opera en Chile, a diferencia de las restricciones existentes en otros países grandes productores de salmón.
En el Cuadro inserto a continuación se aprecia esta diferencia en la tolerancia de los Estados al uso de medicamentos en salmonicultura intensiva. La diferencia es tan grande como la responsabilidad social que tienen los Estados incluidos en este Cuadro.
ANTIBIÓTICO CHILE ESTADOS UNIDOS NORUEGA
Acido nalidíxico Si No No
Ácido oxolínico Si No No
Amoxacilina Si No No
Ampicilina Si No No
Cefotaxima Si No No
Cloranfenicol Si No No
Eritromicina Si No No
Florfenicol Si No Si
Gentamicina Si No No
Canamicina Si No No
Quinolonas Si No No
Streptomicina Si No No
Sulfas Si Si Si
Tetraciclina Si Si Si
Trimetropin Si Si Si
Fuente: Cabello, F.C., 2006: Antibióticos y Acuicultura en Chile: consecuencias para la salud humana y animal. Rev. Méd. Chile, Nº 132, 1001-1006.
A la luz de lo que indica este Cuadro comparativo, cabe preguntarse: ¿hay algún medicamento que esté prohibido por el SAG? ¿De verdad es necesario darle a este Servicio una responsabilidad de permitir o no el uso de algún medicamento en la salmonicultura intensiva si pareciera que la farmacología completa está ya autorizada? ¿Tiene algún sentido práctico, más allá de las buenas intenciones que la sustentan, la campaña de OCEANA-Chile por una prohibición para el uso de quinolonas (Ácido oxolínico y Flumequina) en la producción salmonera chilena? ¿Qué hace la pesca artesanal, por ejemplo, con los otros 13 tipos de medicamentos que figuran en este Cuadro?
Dejar en manos de la propia Industria salmonera el control del uso de antibióticos, es decir, mantener la política de auto-fiscalización y auto-regulación para una industria que no es capaz de evitar “fugas” de millones de ejemplares de salmones portadores de enfermedades, ni la dispersión de un virus en más del 70% del Borde Costero del mar Territorial chileno, escapa a toda lógica.
El verdadero control sobre el consumo de antibióticos en la Industria salmonera lo puede ejercer el Estado fácilmente mediante la exigencia de una copia de cada factura que acredite la compra de antibióticos por parte de cada empresa salmonera. ¿El Estado chileno no es capaz, acaso, de llevar un registro de facturas? ¿O este empeño por mantener la política de auto-fiscalización de la Industria salmonera tiene relación con el proyecto del Gobierno de privatización del Mar Chileno a través del traspaso al patrimonio empresarial de las concesiones acuícolas que, hasta ahora, son bienes comunes de todos los chilenos?.
¿Cómo va a regular y fiscalizar el Estado dentro de la “propiedad privada” en que se convertirá cada salmonera cuando se les regale el Mar chileno, si ahora, siendo el Estado el propietario de aquellas concesiones, no tiene siquiera la voluntad de fiscalizar y menos de regular?.
Por cierto, tampoco ese tema de interés nacional, como lo es la privatización del Mar chileno, es abordado por la mesa de Trabajo “Salmón” en este documento, aún considerando las implicancias sanitarias que tiene el que el uso irracional de antibióticos pueda, en el futuro, realizarse dentro de “propiedades privadas” y que es en esta Mesa de Trabajo desde donde surgió la idea de privatizar el Mar.
COMENTARIOS AL DOCUMENTO “PLAN DE USO Y MANEJO DE ANTIMICROBIANOS” (ANEXO IT 3922- Plan de Antibióticos). MESA DE TRABAJO SALMÓN, MINISTERIO DE ECONOMÍA. MARZO 2009.
III PARTE
Por Héctor Kol
AGO- Pescadores Artesanales de Aysén
Marzo 2009.
e-mail: kolhector2@gmail.com
3.- Las actuales medidas de regulación de la producción intensiva de salmones y sus correcciones necesarias.
En múltiples ocasiones, la Pesca Artesanal ha demostrado que el actual sistema de evaluación de impacto ambiental aplicado a la salmonicultura intensiva es insuficiente e ineficaz, además de permeable a toda suerte de irregularidades que cometen las empresas en sus Declaraciones de Impacto Ambiental. Llevamos tres años demostrándolo.
Sin embargo, a pesar de tales evidencias, la Mesa de Trabajo Salmón no cuestiona la inutilidad de este instrumento de evaluación ambiental para proyectos de acuicultura intensiva.
Más aún, de las propuestas que aparecen en el documento comentado, surgen más temores que alivios para la Pesca Artesanal, que demuestran una vez más la falta de información que acompaña a los resultados que arroja esta mesa destinada a Salvar a una Industria salmonera que no se sostiene por sus propios pies.
Por razones de espacio, sólo se anotará acá un ejemplo para demostrar lo aseverado más arriba: que la desinformación es lo más destacable del trabajo de la Mesa “Salmón” y que de ella derivan más incertezas y dudas que medidas compresibles y aceptables que hagan pensar que estamos en presencia de esfuerzos serios por solucionar el problema sanitario de la Industria salmonera y especialmente el uso irracional de antibióticos en ella.
En el documento de esta mesa de trabajo, la primera medida de bioseguridad tendiente a mejorar la gestión sanitaria en la producción salmonera, señala lo siguiente:
1. Medidas de bioseguridad y /o productivas
a) Densidad de cosecha por jaula de 10 kg/m3 Salmón del Atlántico y 12 Kg/m3 para Trucha y Salmón del Pacífico. Esta densidad será evaluada al término de cada ciclo productivo, respecto de los centros de cultivo que conforman un área de manejo sanitario, en el sentido de relacionar esta variable con las enfermedades ocurridas en este período. Con este antecedente se evaluará la necesidad de ajustarla.
El proyecto en evaluación ambiental ingresado por la empresa MULTIEXPORT en Noviembre del 2008 a COREMA-Aysén, para la instalación de un nuevo centro de producción salmonera intensiva en el Canal Puyuhuapi, denominado “Puyuhuapi 2” y ubicado al Surweste de la Isla Magdalena (Nº PERT. 207111234) se ha presentado con una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) donde la empresa NO SEÑALA la especie a cultivar. Además, la densidad de peces que declara (esto es, kilos de pez de especie no determinada por cada metro cúbico de agua, Kg pez/m3) es de 18, 2 Kg pez/ m3 en su momento de máxima biomasa.
En otras palabras, este proyecto de MULTIEXPORT ya no se encuentra enmarcado por las propuestas de la mesa “Salmón” y por tanto, se le puede considerar “riesgoso” para los planes de bioseguridad que aparecen en el documento que se comenta.
La pregunta pertinente es la siguiente: ¿Cómo resolverá la COREMA-Aysén en la evaluación de un proyecto que ya no cumple con las medidas de bioseguridad que se han planteado al interior de esta desinformada Mesa de Trabajo “Salmón”? ¿Alegará la empresa “derechos adquiridos” y por tanto, que no le son aplicables estas medidas propuestas?
¿Cómo considera esta Mesa de Trabajo “Salmón” la existencia de decenas de proyectos salmoneros para engorda de salmones que ya están en tramitación y donde NO SE CUMPLE siquiera la propuesta de densidades máximas de crianza? ¿Qué pasa con los centros destinados a la mantención de reproductores, donde la densidad de crianza alcanza a los 40 Kg pez/ m3
Ninguna de esas preguntas está respondida ni siquiera en el “espíritu” del Plan de Uso de Antibióticos generado por esta Mesa de trabajo privada. Las propuestas de bioseguridad no tienen relación alguna con la realidad productiva de las empresas, mucho menos con las capacidades y voluntades fiscalizadoras de los servicios públicos que, por lo demás, también están incorporados a esta Mesa de Trabajo para el Salvataje de la Industria salmonera.
Sólo la AGO de Pescadores Artesanales de Aysén, ha levantado denuncias contra COREMA-Aysén, el SERNAPESCA-Aysén, la Gobernación Marítima de Aysén y varias Capitanías de Puerto y hasta contra la Municipalidad de Aysén, por reiteradas faltas y displicencias en el ejercicio de sus funciones que han manifestado estos servicios del Estado cuando se trata de fiscalizar a la Industria salmonera.
En conclusión, este documento y con seguridad todos aquellos que emanen de esta Mesa de Trabajo “Salmón”, peca de desinformación. No es lo mismo una ONG que una Cultura como la Pesca Artesanal, que ha evolucionado en torno y dentro del mar. Nadie conoce mejor que la Pesca Artesanal las consecuencias que ha tenido la instalación de balsas-jaulas salmoneras, fábricas de redes, plantas procesadoras y millones de salmones enfermos en su área de operaciones. No puede manejar la misma información una Cultura centenaria que una ONG.
Ahí está la primera fuente de desinformación que atraviesa a los postulados de la Mesa de Trabajo “Salmón”: falta el actor relevante, que tiene sus oficinas en los puertos y que no tiene obligación alguna de presentar propuestas de soluciones a los males que atraviesan a una Industria advenediza, que se instaló y contaminó su territorio reservado por Ley.
Héctor Kol
Programa Salmonicultura
AGO-Pescadores Artesanales de Aysén.
Aysén, XI Región, Marzo 2009.
III PARTE
Por Héctor Kol
AGO- Pescadores Artesanales de Aysén
Marzo 2009.
e-mail: kolhector2@gmail.com
3.- Las actuales medidas de regulación de la producción intensiva de salmones y sus correcciones necesarias.
En múltiples ocasiones, la Pesca Artesanal ha demostrado que el actual sistema de evaluación de impacto ambiental aplicado a la salmonicultura intensiva es insuficiente e ineficaz, además de permeable a toda suerte de irregularidades que cometen las empresas en sus Declaraciones de Impacto Ambiental. Llevamos tres años demostrándolo.
Sin embargo, a pesar de tales evidencias, la Mesa de Trabajo Salmón no cuestiona la inutilidad de este instrumento de evaluación ambiental para proyectos de acuicultura intensiva.
Más aún, de las propuestas que aparecen en el documento comentado, surgen más temores que alivios para la Pesca Artesanal, que demuestran una vez más la falta de información que acompaña a los resultados que arroja esta mesa destinada a Salvar a una Industria salmonera que no se sostiene por sus propios pies.
Por razones de espacio, sólo se anotará acá un ejemplo para demostrar lo aseverado más arriba: que la desinformación es lo más destacable del trabajo de la Mesa “Salmón” y que de ella derivan más incertezas y dudas que medidas compresibles y aceptables que hagan pensar que estamos en presencia de esfuerzos serios por solucionar el problema sanitario de la Industria salmonera y especialmente el uso irracional de antibióticos en ella.
En el documento de esta mesa de trabajo, la primera medida de bioseguridad tendiente a mejorar la gestión sanitaria en la producción salmonera, señala lo siguiente:
1. Medidas de bioseguridad y /o productivas
a) Densidad de cosecha por jaula de 10 kg/m3 Salmón del Atlántico y 12 Kg/m3 para Trucha y Salmón del Pacífico. Esta densidad será evaluada al término de cada ciclo productivo, respecto de los centros de cultivo que conforman un área de manejo sanitario, en el sentido de relacionar esta variable con las enfermedades ocurridas en este período. Con este antecedente se evaluará la necesidad de ajustarla.
El proyecto en evaluación ambiental ingresado por la empresa MULTIEXPORT en Noviembre del 2008 a COREMA-Aysén, para la instalación de un nuevo centro de producción salmonera intensiva en el Canal Puyuhuapi, denominado “Puyuhuapi 2” y ubicado al Surweste de la Isla Magdalena (Nº PERT. 207111234) se ha presentado con una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) donde la empresa NO SEÑALA la especie a cultivar. Además, la densidad de peces que declara (esto es, kilos de pez de especie no determinada por cada metro cúbico de agua, Kg pez/m3) es de 18, 2 Kg pez/ m3 en su momento de máxima biomasa.
En otras palabras, este proyecto de MULTIEXPORT ya no se encuentra enmarcado por las propuestas de la mesa “Salmón” y por tanto, se le puede considerar “riesgoso” para los planes de bioseguridad que aparecen en el documento que se comenta.
La pregunta pertinente es la siguiente: ¿Cómo resolverá la COREMA-Aysén en la evaluación de un proyecto que ya no cumple con las medidas de bioseguridad que se han planteado al interior de esta desinformada Mesa de Trabajo “Salmón”? ¿Alegará la empresa “derechos adquiridos” y por tanto, que no le son aplicables estas medidas propuestas?
¿Cómo considera esta Mesa de Trabajo “Salmón” la existencia de decenas de proyectos salmoneros para engorda de salmones que ya están en tramitación y donde NO SE CUMPLE siquiera la propuesta de densidades máximas de crianza? ¿Qué pasa con los centros destinados a la mantención de reproductores, donde la densidad de crianza alcanza a los 40 Kg pez/ m3
Ninguna de esas preguntas está respondida ni siquiera en el “espíritu” del Plan de Uso de Antibióticos generado por esta Mesa de trabajo privada. Las propuestas de bioseguridad no tienen relación alguna con la realidad productiva de las empresas, mucho menos con las capacidades y voluntades fiscalizadoras de los servicios públicos que, por lo demás, también están incorporados a esta Mesa de Trabajo para el Salvataje de la Industria salmonera.
Sólo la AGO de Pescadores Artesanales de Aysén, ha levantado denuncias contra COREMA-Aysén, el SERNAPESCA-Aysén, la Gobernación Marítima de Aysén y varias Capitanías de Puerto y hasta contra la Municipalidad de Aysén, por reiteradas faltas y displicencias en el ejercicio de sus funciones que han manifestado estos servicios del Estado cuando se trata de fiscalizar a la Industria salmonera.
En conclusión, este documento y con seguridad todos aquellos que emanen de esta Mesa de Trabajo “Salmón”, peca de desinformación. No es lo mismo una ONG que una Cultura como la Pesca Artesanal, que ha evolucionado en torno y dentro del mar. Nadie conoce mejor que la Pesca Artesanal las consecuencias que ha tenido la instalación de balsas-jaulas salmoneras, fábricas de redes, plantas procesadoras y millones de salmones enfermos en su área de operaciones. No puede manejar la misma información una Cultura centenaria que una ONG.
Ahí está la primera fuente de desinformación que atraviesa a los postulados de la Mesa de Trabajo “Salmón”: falta el actor relevante, que tiene sus oficinas en los puertos y que no tiene obligación alguna de presentar propuestas de soluciones a los males que atraviesan a una Industria advenediza, que se instaló y contaminó su territorio reservado por Ley.
Héctor Kol
Programa Salmonicultura
AGO-Pescadores Artesanales de Aysén.
Aysén, XI Región, Marzo 2009.
sábado, 7 de marzo de 2009
Salmon Farming and Artisan Fishery (XIII)
Chilean Salmon Farming: MASSIVE DESTRUCTION WEAPON
By Héctor Kol
Salmon Farming Programme
Gremial Association of the Artisan Fishermen of Aysén (AGO)
February, 2009.
e-mail: kolhector2@gmail.com
Photos: Carlos Gutiérrez, Patagonia Press, Chile. (e-mail: arteluz@gmail.com)
“We want to count with a private institutionalism of revision and monitoring and, eventually, with private supervision. We consider this to be a necessary tool for the future growth of the industry…”
Rodrigo Infante, General Manager of Salmon-Chile Agency.
(“El Llanquihue” Newspaper, June 7, 2007).
In September, 2007, just 3 months after MARINE HARVEST-Chile (Branch of PANFISH, Norway) admitted that the massive salmon deaths registered by their production centres located in the Chauques Islands (X Region of the Lakes) were due to the ISA Virus, César Barros, the eccentric President of the advertising agency Salmon-Chile, assured the Newspaper “La Estrella de Chiloé”, that the viral event was already under control: “…no new centres carrying the disease have been detected, there have been no further infections”.
The press note was not surprisingly titled “Virus ISA outbreak did not provoke serious damage” [1].
Time and nature (which cannot be controlled by the net of influences spread out by Salmon-Chile) have taken care of disproving, once again, César Barros’s sayings and the mentioned newspaper.
During last January (2009), images of thousands of putrid salmons floating in the interior of net-cages or inside nets on the corridors of the farming centre “Repollal” (Photo 1), belonging to the company AQUACHILE, in Melinka (XI Region of Aysén), started going around the world showing those who still consume Chilean salmon that the so called “successful” industry was nothing but a floating corpse.
Only a week before the spreading of these images, Mr Mark Buscaglia, representing Salmon-Chile in Aysén, declared to the “El Divisadero” Newspaper that “Salmon farms deserve respect and attention…”[2]
The thousands of rotten salmons that AQUACHILE was keeping inside their installations in the Repollal Centre in Melinka, infringing all current environmental norms, generated a biological, chemic and possibly bacteriological contamination that spread through hundreds of square kilometres in the localities of Repollal Alto and Bajo, located 9 kilometres from Melinka. The local weed gatherers have been forced to stop their working affairs for fear of getting infected in the same sea waters that used to give them their daily sustenance. Today, these weed gatherers, in a letter addressed to the Regional authority of Aysén, requested for help in food supplies for 23 families that have been left without a chance to work, thanks to the very “respectful” attitude that AQUACHILE has shown towards them:
“… The reason why we cannot work is the pollution generated by the salmon company. The only working source we have is the farming of seaweed and nowadays it is impossible to work because of the contamination in the water..”
(Letter written by Ms. Lidia Chiguay, President of the Development of Repollal Bajo Committee, addressed to Mr. Selim Carrasco, Regional Authority of Aysén. January 23, 2009.)
Artisan fishermen from the south of Chile have constantly expressed, and with more emphasis since the year 2005, that the salmon industry is INCOMPATIBLE with the artisan fishery. It was thus stated in October 2006, before the Fishing and Aquiculture Committee of the Chamber of Deputies, presided at that time by Mr. Patricio Vallespín (Catholic Democrat) and more recently pointed out by the Gremial Association of Artisan Fisherman of Aysén, before the Environmental Commission of the Chamber of Senators, on January 13, 2009.
In fact, because of a fanciful interpretation of the Law on Fishing and Aquiculture dating from the year 1991, the artisan fishermen from the south of the country have been forced to share the marine territory that the same law reserves for their own and only exploitation (the country’s “interior waters”). This sharing has had to be with an industry that daily sheds hundreds of tons of artificial food in the water to feed their cultivated fish. The food that is thrown in the water is full of antibiotics, pesticides and colorants in amounts and concentrations that are not limited by the Chilean current law. On top of that, they also shed thousands of litters of disinfectant and antifouling paint, toxic for marine environment, like DELTAMETRINA pesticide and VIRKÓN-S disinfectant, just to name a few examples.
That is to say that only because to the south of the parallel 42º, South latitude, the Chilean State is a Salmon-Farm State, the artisan fishermen have been forced to share territory with an industry that poisons the resources and pollutes the waters.
This, in existence of a law dictated to the north of that “orange frontier”, that reserves those same waters for artisan fishery exploitation. [3]
The extreme permissiveness of the Chilean State towards this industry is outstanding. Apart from being charged 7 miserable pesos (0.011 US Dollars) per square meter of sea water that they use in their concessions[4], they are allowed to use unlimited amounts of antibiotics on their intense salmon farming, to the point where only one of the salmon farming centres operating in the south of Chile is capable of administrating up to three times the amount of medication that the whole of the Norwegian industry consumes.
On December 2008, the Gremial Association of Artisan Fishermen of Aysén filed a complaint before the Contraloría Regional de Aysén (supervising organ of the State) against the Regional Commission for Environment (COREMA-Aysén), in regards to the approval of an enlargement project for a salmon farming centre called “Punta Ganso”, belonging to the Chilean company LOS FIORDOS.
The main argument of this complaint was the enormous amount of antibiotics that were going to be consumed, estimated from what was declared by the same company. In this way, COREMA, having approved the production of 4.500 annual tons of salmon, had accepted the LOS FIORDOS company to use, only in that centre, between 1,5 y 4,3 tons of antibiotics per year, that is to say, between 2 and 7 times the amount of antibiotics that the whole Norwegian industry registers every year (600 kilos per year). [5]
This irrational consumption of antibiotics permitted by the Chilean State implies that 70% of this unconceivable amount of medication, being administered dissolved in the food (“vía oral”), is injected on a daily basis to the sea environment. The problem is that the medication becomes available to be consumed not only by the wild fauna in the sea (the one that the artisan fishery exploits), but also lies in the bottom of the ocean and accumulates, profoundly disturbing the recycling function of the organic matter that is carried out by the bacteria in the sediment.[6]
In other words, for each ton of antibiotics that is supplied through the food of the cultivated salmon, around 700 kilos are directly incorporated in the marine environment.
If you add that to the 600 or 700 grams of organic matter that are generated by each kilogram of commercial food (dry pellets) fed to the farmed salmons[7], you obtain a fatal combination for the aquatic systems: their eutrophication. This means that there is an over exposure of nutrients which produces the collapse of its capacity to absorb and recycle materials, process that ends up destroying all possibility of life in the sea.
Because of this, in various points of the X Region of the Lakes, public services have confirmed the presence of anaerobic sediments (complete lack of oxygen in the water of interface) and this has led them to deny several solicitudes to enlarge production. In fact, during the year 2006, the COREMA of the X Region rejected 50% of the solicitudes, most of them after confirming the deterioration of the marine sediment below the net cages of the salmon farms [8].
The Interior Sea of Chiloé, one of the 10 systems of “interior seas” that exist in the world, has nowadays clear signs of environmental deterioration, as a consequence of the environmental laws that have allowed the salmon industry to become a Massive Destruction Weapon.
In the Reloncaví Estuary, in Calbuco and in Dalcahue (Chiloé Island), salmon farming centres have presented environmental reports, elaborated by the same companies, were the condition of deterioration of the marine sediment has been stated. The eutrophication of the lakes inside the Chiloé Island, like the Natri and the Tarahuín Lakes, has been reported since the late ´90s… and net-cages are still operating there.
The Reñihué Fjord (Continental Chiloé, X Region) is already showing a progressive deterioration of its environmental condition. There is total lack of oxygen in the first three centimetres of depth, and an advance loss of its biological diversity, assimilating, in this way, to the terminal condition of the Pillán Fjord, located in the Reñihué sack, were marine life has practically disappeared. [9]
In a report that has yet to be published, the Austral University of Chile has confirmed the same level of deterioration in the Reloncaví Estuary. This place has had intensive salmon farming for the past 20 years, and in a study elaborated by the academic Sandor Muslow, several of the samples taken from the sediment have been qualified in condition of “environmental stress.”[10]
In the Reloncaví Estuary, the Foundation Oceana-Chile confirmed the presence of antibiotics in samples of wild fish that are exploited by the artisan fishery [11]. Sea bass, “cabrillas”, sardines and “pejerreyes” have been eating the medicated pellets that are fed to the farmed salmons. This means that the traditionally “organic” production of artisan fishery, that does not use medications, pesticide nor anti-fouling paint, has become as artificial as the intensive salmon production, and it may even be vectoring the chemic contamination that is generated by the salmon industry.
The destruction of the natural banks of resources in the shores that surround the Interior Sea of Chiloé, has been reported by the artisan fishery since the mid 90´s. The State has not listened and instead has continued to authorize the installation of salmon farming net-cages over the natural banks of benthonic resources, going against the law that reserves this waters to the artisan fishery. Their excuse to commit this illicit is that the term “natural bank” IS NOT DEFINED BY LAW.
The destruction has been almost total in the natural banks of Continental and Insular Chiloé, mainly because of the organic matter that is shed in them (excrement and un-eaten food for salmons).
Nevertheless, the situation that is now taking place in the localities of Repollal Alto and Repollal Bajo, near Melinka, is the clearest demonstration of the INCOMPATIBILITY existing between artisan fishery and intensive salmon farming.
Just one of the hundreds of salmon farming centres that still survive the ISA virus epidemic has led to the destruction of hundreds of square kilometres of natural banks of benthonic resources that were exploited by the artisan fishery, being the daily sustenance of the families living there.
The Photo 2 and Photo 3 show the death of the benthonic resources (sea urchins, crabs, clams, seaweed and mussels) that the AGO (Association of Artisan Fisherman from Aysén) found in the west coast of Repollal Alto, two nautical miles away from the Repollal Centre, belonging to AQUACHILE salmon farm company.
In Photes 4 and 5, taken in the opposite coast, a similar death of benthonic resources is shown (mainly mussels). This place is located half a nautical mile away from the AQUACHILE salmon farm. The same company that brags about being the third world producer of salmon and trout.
Nothing has survived the chemic contamination that has been generated by the sanitary crisis caused by AQUACHILE in a production centre that was used for weeks as a floating dump site for salmon corpses.
None other industry is operating near the place, no one can take the blame for the destruction that is being caused; Salmon-Chile has no way to cover up one of their associated companies, neither do SERNAPESCA (National Fishing Service) or COREMA-Aysén (Regional Commission of Environment).
The evidence is there for all to see. Thousands of dead specimens of our benthonic resources, the base of the sustenance of a whole culture, is the proof that intensive salmon farming and our artisan fishing are incompatible. Intensive salmon farming is toxic. This should also say something to the Environmental Non Governmental Organizations that are still trying to make “sustainable” an industry that generates a salmon that is the result of a chemic reaction, instead of an animal production.
And it is to this toxic industry that our Democratic State wants to give away the interior waters that are reserved by law for the Artisan Fishery. This is an industry financed by hundreds of thousands of dollars taken out from public funds, even “non-returnable funds” given out by the generous CORFO (Production Foment Corporation); this is the industry that Senator Escalona and Deputy Galilea want to save, even if that means that the Chilean sea will have to be mortgaged in favour of the Private Banks… and put in the hands of foreign capital.
When the AGO expressed, before the Environmental Commission of the Senate, presided at that time by the Senator Nelson Ávila, that their duty for this year was to achieve the eradication of this toxic industry from their marine territory, Mr Jorge Chocair, Undersecretary for Fishing, asked the Association to have “large and long-term vision” and to consider the thousands of employments that are generated by the salmon farming industry… We already know WHO is paying the wages to the salmon workers and WHO will not pay the documents of settlement when the layoffs increase… Those will surely not be the owners of the salmon companies, but all Chileans, as they have been paying the base-salary of the workers of an industry that is not even capable of affording that.
We have never stopped having “large and long-term vision” when dealing with this issue. And that is why we have won radial space and written press in the parliamentary commissions, and especially in the national and international public opinion. We have managed all this without having to invest in propaganda nor organize international seminars (afforded by the State, as well).
We don’t need an “Artisan Fishery Group” in the Congress in order to be heard there, nor to compete with the “Salmon Group” that actually exists.
If anyone has taken care of this issue seriously, it has been the Artisan Fishermen. Public services keep on giving concessions to the industry, in spite of the environmental damage, of the deaths of dozen of workers and of the daily illegalities that the industry commits. This is the Chilean symbol industry of the country’s image and all Chileans have been financing it, even though the benefits are only for the exporters: Only 2 kilometres away from the locality of Melinka, there is no connection with the rest of the world, no potable water or electricity. No development.
If having “large and long-term vision” means to play blind, deaf and mute (and all at the same time, like what happens with the public services, their Directors and Undersecretaries), of course Jorge Chocair is right: we don’t have “large and long-term vision” and we are glad about it. We would never look the other way when faced with the discrimination of pregnant women, nor would we be using carcinogenic pesticides to get rid of the lice on our production. We don’t want to force our people to set sail in dangerous bad weather conditions nor would we force our divers to go as far as 50 meters of depth.
It wasn’t the Artisan Fishery that, during the year 2006, was subjected to parliamentary investigation for bad labour and environmental practices. It was the Salmon Farm Industry.
We are not interested in being the country image of a State that is set on smashing the marine territory into pieces. We are satisfied with being the Free People of the Open Sea, that don’t speak English but that cohabit every day harmonically with Nature, the same Nature that, in the eyes of a “large and long-term vision” of the State and its services, is being destroyed by an agonic industry that has never justified its presence on a marine territory that has been reserved BY LAW for the Artisan Fishery.
From that same sea that forged us as a culture and from which we have lived for millenniums, they will have to leave. With or without “large and long-term vision” we will get rid of an industry that has become a threat, a weapon of Massive Destruction, capable of provoking the catastrophes that are now suffered in Repollal, Melinka.
Héctor Kol
Salmon Farming Programme
Gremial Association of the Artisan Fishermen of Aysén (AGO)
Melinka, Region of Aysén, February, 2009.
[1] “La Estrella de Chiloé” Newspaper. September 26, 2007.
[2] “El Divisadero” Newspaper. December 24, 2008.
[3] Law on Fish and Aquiculture, 1991. 47 article: a strip of territorial sea measuring five nautical miles from the normal base line, starting from the north of the country to the 41º28,6' parallel southern latitude, and around oceanic islands, will be reserved for the exploitation of the artisan fishery.
[4] See Héctor Kol, December, 2008: “Mar chileno Austral: P’a los regalones”. Available in http://www.patagonjournal.com/index.php?option=com_content&view=article&id=140%3Acomentario-invitado-mar-chileno-austral-pa-los-regalones&catid=46%3Anoticias&Itemid=85&lang=es
[5] AGO, 2008: complaint presented before the Contraloría Regional de Aysén, against COREMA-Aysén for having passed the enlargement project of the farming centre “Punta Ganso”, Canal Puyuhuapi, Puerto Cisne, Aysén Region.
[6]Austin, B.; 1993: “ Environmental Issues in the control of bacterial diseases of farmed fish”. In: Environment and aquaculture in developing countries. Edited by RSV Pullin, H. Rosenthal and J.L. Maclean. Int. Center for Living Aq. Res. Man. (ICLARM). 1993, pp 237-251.
[7] Bergheim, A. and Sivertsen, A., 1981: “Oxygen consuming properties of effluents from fish farms”. Aquaculture 22 (1981): 185-187. See also: Bergheim, A. and T. Asgard, 1994: “Waste production from Aquaculture”. In: Aquaculture and water resources management. D.J. Baird; M. Beveridge, L. Kelly and J. Muir Editors. 1994.
[8] Ricardo Norambuena, Undersecretary of the Fishing Department. “El Llanquihue” Newspaper. January 4, 2007.
[9] Mulsow, S.; Krieger, Y. Y Kennedy, R.; 2006: Sediment profile imaging (SPI) and micro-electrode technologies in impact assessment studies: Example from two fiords in Southern Chile used for fish farming. Journal of Marine System, 62 (2006): 152-163.
[10] Mulsow, S. (Universidad Austral de Chile), 2008. Progress Report, Estuario del Reloncaví.
[11] Fortt, A., 2007: “Use and abuse of antibiotics in salmon farming”. OCEANA-Chile Foundation, Document 23, January 2007.
Chilean Salmon Farming: MASSIVE DESTRUCTION WEAPON
By Héctor Kol
Salmon Farming Programme
Gremial Association of the Artisan Fishermen of Aysén (AGO)
February, 2009.
e-mail: kolhector2@gmail.com
Photos: Carlos Gutiérrez, Patagonia Press, Chile. (e-mail: arteluz@gmail.com)
“We want to count with a private institutionalism of revision and monitoring and, eventually, with private supervision. We consider this to be a necessary tool for the future growth of the industry…”
Rodrigo Infante, General Manager of Salmon-Chile Agency.
(“El Llanquihue” Newspaper, June 7, 2007).
In September, 2007, just 3 months after MARINE HARVEST-Chile (Branch of PANFISH, Norway) admitted that the massive salmon deaths registered by their production centres located in the Chauques Islands (X Region of the Lakes) were due to the ISA Virus, César Barros, the eccentric President of the advertising agency Salmon-Chile, assured the Newspaper “La Estrella de Chiloé”, that the viral event was already under control: “…no new centres carrying the disease have been detected, there have been no further infections”.
The press note was not surprisingly titled “Virus ISA outbreak did not provoke serious damage” [1].
Time and nature (which cannot be controlled by the net of influences spread out by Salmon-Chile) have taken care of disproving, once again, César Barros’s sayings and the mentioned newspaper.
During last January (2009), images of thousands of putrid salmons floating in the interior of net-cages or inside nets on the corridors of the farming centre “Repollal” (Photo 1), belonging to the company AQUACHILE, in Melinka (XI Region of Aysén), started going around the world showing those who still consume Chilean salmon that the so called “successful” industry was nothing but a floating corpse.
Only a week before the spreading of these images, Mr Mark Buscaglia, representing Salmon-Chile in Aysén, declared to the “El Divisadero” Newspaper that “Salmon farms deserve respect and attention…”[2]
The thousands of rotten salmons that AQUACHILE was keeping inside their installations in the Repollal Centre in Melinka, infringing all current environmental norms, generated a biological, chemic and possibly bacteriological contamination that spread through hundreds of square kilometres in the localities of Repollal Alto and Bajo, located 9 kilometres from Melinka. The local weed gatherers have been forced to stop their working affairs for fear of getting infected in the same sea waters that used to give them their daily sustenance. Today, these weed gatherers, in a letter addressed to the Regional authority of Aysén, requested for help in food supplies for 23 families that have been left without a chance to work, thanks to the very “respectful” attitude that AQUACHILE has shown towards them:
“… The reason why we cannot work is the pollution generated by the salmon company. The only working source we have is the farming of seaweed and nowadays it is impossible to work because of the contamination in the water..”
(Letter written by Ms. Lidia Chiguay, President of the Development of Repollal Bajo Committee, addressed to Mr. Selim Carrasco, Regional Authority of Aysén. January 23, 2009.)
Artisan fishermen from the south of Chile have constantly expressed, and with more emphasis since the year 2005, that the salmon industry is INCOMPATIBLE with the artisan fishery. It was thus stated in October 2006, before the Fishing and Aquiculture Committee of the Chamber of Deputies, presided at that time by Mr. Patricio Vallespín (Catholic Democrat) and more recently pointed out by the Gremial Association of Artisan Fisherman of Aysén, before the Environmental Commission of the Chamber of Senators, on January 13, 2009.
In fact, because of a fanciful interpretation of the Law on Fishing and Aquiculture dating from the year 1991, the artisan fishermen from the south of the country have been forced to share the marine territory that the same law reserves for their own and only exploitation (the country’s “interior waters”). This sharing has had to be with an industry that daily sheds hundreds of tons of artificial food in the water to feed their cultivated fish. The food that is thrown in the water is full of antibiotics, pesticides and colorants in amounts and concentrations that are not limited by the Chilean current law. On top of that, they also shed thousands of litters of disinfectant and antifouling paint, toxic for marine environment, like DELTAMETRINA pesticide and VIRKÓN-S disinfectant, just to name a few examples.
That is to say that only because to the south of the parallel 42º, South latitude, the Chilean State is a Salmon-Farm State, the artisan fishermen have been forced to share territory with an industry that poisons the resources and pollutes the waters.
This, in existence of a law dictated to the north of that “orange frontier”, that reserves those same waters for artisan fishery exploitation. [3]
The extreme permissiveness of the Chilean State towards this industry is outstanding. Apart from being charged 7 miserable pesos (0.011 US Dollars) per square meter of sea water that they use in their concessions[4], they are allowed to use unlimited amounts of antibiotics on their intense salmon farming, to the point where only one of the salmon farming centres operating in the south of Chile is capable of administrating up to three times the amount of medication that the whole of the Norwegian industry consumes.
On December 2008, the Gremial Association of Artisan Fishermen of Aysén filed a complaint before the Contraloría Regional de Aysén (supervising organ of the State) against the Regional Commission for Environment (COREMA-Aysén), in regards to the approval of an enlargement project for a salmon farming centre called “Punta Ganso”, belonging to the Chilean company LOS FIORDOS.
The main argument of this complaint was the enormous amount of antibiotics that were going to be consumed, estimated from what was declared by the same company. In this way, COREMA, having approved the production of 4.500 annual tons of salmon, had accepted the LOS FIORDOS company to use, only in that centre, between 1,5 y 4,3 tons of antibiotics per year, that is to say, between 2 and 7 times the amount of antibiotics that the whole Norwegian industry registers every year (600 kilos per year). [5]
This irrational consumption of antibiotics permitted by the Chilean State implies that 70% of this unconceivable amount of medication, being administered dissolved in the food (“vía oral”), is injected on a daily basis to the sea environment. The problem is that the medication becomes available to be consumed not only by the wild fauna in the sea (the one that the artisan fishery exploits), but also lies in the bottom of the ocean and accumulates, profoundly disturbing the recycling function of the organic matter that is carried out by the bacteria in the sediment.[6]
In other words, for each ton of antibiotics that is supplied through the food of the cultivated salmon, around 700 kilos are directly incorporated in the marine environment.
If you add that to the 600 or 700 grams of organic matter that are generated by each kilogram of commercial food (dry pellets) fed to the farmed salmons[7], you obtain a fatal combination for the aquatic systems: their eutrophication. This means that there is an over exposure of nutrients which produces the collapse of its capacity to absorb and recycle materials, process that ends up destroying all possibility of life in the sea.
Because of this, in various points of the X Region of the Lakes, public services have confirmed the presence of anaerobic sediments (complete lack of oxygen in the water of interface) and this has led them to deny several solicitudes to enlarge production. In fact, during the year 2006, the COREMA of the X Region rejected 50% of the solicitudes, most of them after confirming the deterioration of the marine sediment below the net cages of the salmon farms [8].
The Interior Sea of Chiloé, one of the 10 systems of “interior seas” that exist in the world, has nowadays clear signs of environmental deterioration, as a consequence of the environmental laws that have allowed the salmon industry to become a Massive Destruction Weapon.
In the Reloncaví Estuary, in Calbuco and in Dalcahue (Chiloé Island), salmon farming centres have presented environmental reports, elaborated by the same companies, were the condition of deterioration of the marine sediment has been stated. The eutrophication of the lakes inside the Chiloé Island, like the Natri and the Tarahuín Lakes, has been reported since the late ´90s… and net-cages are still operating there.
The Reñihué Fjord (Continental Chiloé, X Region) is already showing a progressive deterioration of its environmental condition. There is total lack of oxygen in the first three centimetres of depth, and an advance loss of its biological diversity, assimilating, in this way, to the terminal condition of the Pillán Fjord, located in the Reñihué sack, were marine life has practically disappeared. [9]
In a report that has yet to be published, the Austral University of Chile has confirmed the same level of deterioration in the Reloncaví Estuary. This place has had intensive salmon farming for the past 20 years, and in a study elaborated by the academic Sandor Muslow, several of the samples taken from the sediment have been qualified in condition of “environmental stress.”[10]
In the Reloncaví Estuary, the Foundation Oceana-Chile confirmed the presence of antibiotics in samples of wild fish that are exploited by the artisan fishery [11]. Sea bass, “cabrillas”, sardines and “pejerreyes” have been eating the medicated pellets that are fed to the farmed salmons. This means that the traditionally “organic” production of artisan fishery, that does not use medications, pesticide nor anti-fouling paint, has become as artificial as the intensive salmon production, and it may even be vectoring the chemic contamination that is generated by the salmon industry.
The destruction of the natural banks of resources in the shores that surround the Interior Sea of Chiloé, has been reported by the artisan fishery since the mid 90´s. The State has not listened and instead has continued to authorize the installation of salmon farming net-cages over the natural banks of benthonic resources, going against the law that reserves this waters to the artisan fishery. Their excuse to commit this illicit is that the term “natural bank” IS NOT DEFINED BY LAW.
The destruction has been almost total in the natural banks of Continental and Insular Chiloé, mainly because of the organic matter that is shed in them (excrement and un-eaten food for salmons).
Nevertheless, the situation that is now taking place in the localities of Repollal Alto and Repollal Bajo, near Melinka, is the clearest demonstration of the INCOMPATIBILITY existing between artisan fishery and intensive salmon farming.
Just one of the hundreds of salmon farming centres that still survive the ISA virus epidemic has led to the destruction of hundreds of square kilometres of natural banks of benthonic resources that were exploited by the artisan fishery, being the daily sustenance of the families living there.
The Photo 2 and Photo 3 show the death of the benthonic resources (sea urchins, crabs, clams, seaweed and mussels) that the AGO (Association of Artisan Fisherman from Aysén) found in the west coast of Repollal Alto, two nautical miles away from the Repollal Centre, belonging to AQUACHILE salmon farm company.
In Photes 4 and 5, taken in the opposite coast, a similar death of benthonic resources is shown (mainly mussels). This place is located half a nautical mile away from the AQUACHILE salmon farm. The same company that brags about being the third world producer of salmon and trout.
Nothing has survived the chemic contamination that has been generated by the sanitary crisis caused by AQUACHILE in a production centre that was used for weeks as a floating dump site for salmon corpses.
None other industry is operating near the place, no one can take the blame for the destruction that is being caused; Salmon-Chile has no way to cover up one of their associated companies, neither do SERNAPESCA (National Fishing Service) or COREMA-Aysén (Regional Commission of Environment).
The evidence is there for all to see. Thousands of dead specimens of our benthonic resources, the base of the sustenance of a whole culture, is the proof that intensive salmon farming and our artisan fishing are incompatible. Intensive salmon farming is toxic. This should also say something to the Environmental Non Governmental Organizations that are still trying to make “sustainable” an industry that generates a salmon that is the result of a chemic reaction, instead of an animal production.
And it is to this toxic industry that our Democratic State wants to give away the interior waters that are reserved by law for the Artisan Fishery. This is an industry financed by hundreds of thousands of dollars taken out from public funds, even “non-returnable funds” given out by the generous CORFO (Production Foment Corporation); this is the industry that Senator Escalona and Deputy Galilea want to save, even if that means that the Chilean sea will have to be mortgaged in favour of the Private Banks… and put in the hands of foreign capital.
When the AGO expressed, before the Environmental Commission of the Senate, presided at that time by the Senator Nelson Ávila, that their duty for this year was to achieve the eradication of this toxic industry from their marine territory, Mr Jorge Chocair, Undersecretary for Fishing, asked the Association to have “large and long-term vision” and to consider the thousands of employments that are generated by the salmon farming industry… We already know WHO is paying the wages to the salmon workers and WHO will not pay the documents of settlement when the layoffs increase… Those will surely not be the owners of the salmon companies, but all Chileans, as they have been paying the base-salary of the workers of an industry that is not even capable of affording that.
We have never stopped having “large and long-term vision” when dealing with this issue. And that is why we have won radial space and written press in the parliamentary commissions, and especially in the national and international public opinion. We have managed all this without having to invest in propaganda nor organize international seminars (afforded by the State, as well).
We don’t need an “Artisan Fishery Group” in the Congress in order to be heard there, nor to compete with the “Salmon Group” that actually exists.
If anyone has taken care of this issue seriously, it has been the Artisan Fishermen. Public services keep on giving concessions to the industry, in spite of the environmental damage, of the deaths of dozen of workers and of the daily illegalities that the industry commits. This is the Chilean symbol industry of the country’s image and all Chileans have been financing it, even though the benefits are only for the exporters: Only 2 kilometres away from the locality of Melinka, there is no connection with the rest of the world, no potable water or electricity. No development.
If having “large and long-term vision” means to play blind, deaf and mute (and all at the same time, like what happens with the public services, their Directors and Undersecretaries), of course Jorge Chocair is right: we don’t have “large and long-term vision” and we are glad about it. We would never look the other way when faced with the discrimination of pregnant women, nor would we be using carcinogenic pesticides to get rid of the lice on our production. We don’t want to force our people to set sail in dangerous bad weather conditions nor would we force our divers to go as far as 50 meters of depth.
It wasn’t the Artisan Fishery that, during the year 2006, was subjected to parliamentary investigation for bad labour and environmental practices. It was the Salmon Farm Industry.
We are not interested in being the country image of a State that is set on smashing the marine territory into pieces. We are satisfied with being the Free People of the Open Sea, that don’t speak English but that cohabit every day harmonically with Nature, the same Nature that, in the eyes of a “large and long-term vision” of the State and its services, is being destroyed by an agonic industry that has never justified its presence on a marine territory that has been reserved BY LAW for the Artisan Fishery.
From that same sea that forged us as a culture and from which we have lived for millenniums, they will have to leave. With or without “large and long-term vision” we will get rid of an industry that has become a threat, a weapon of Massive Destruction, capable of provoking the catastrophes that are now suffered in Repollal, Melinka.
Héctor Kol
Salmon Farming Programme
Gremial Association of the Artisan Fishermen of Aysén (AGO)
Melinka, Region of Aysén, February, 2009.
[1] “La Estrella de Chiloé” Newspaper. September 26, 2007.
[2] “El Divisadero” Newspaper. December 24, 2008.
[3] Law on Fish and Aquiculture, 1991. 47 article: a strip of territorial sea measuring five nautical miles from the normal base line, starting from the north of the country to the 41º28,6' parallel southern latitude, and around oceanic islands, will be reserved for the exploitation of the artisan fishery.
[4] See Héctor Kol, December, 2008: “Mar chileno Austral: P’a los regalones”. Available in http://www.patagonjournal.com/index.php?option=com_content&view=article&id=140%3Acomentario-invitado-mar-chileno-austral-pa-los-regalones&catid=46%3Anoticias&Itemid=85&lang=es
[5] AGO, 2008: complaint presented before the Contraloría Regional de Aysén, against COREMA-Aysén for having passed the enlargement project of the farming centre “Punta Ganso”, Canal Puyuhuapi, Puerto Cisne, Aysén Region.
[6]Austin, B.; 1993: “ Environmental Issues in the control of bacterial diseases of farmed fish”. In: Environment and aquaculture in developing countries. Edited by RSV Pullin, H. Rosenthal and J.L. Maclean. Int. Center for Living Aq. Res. Man. (ICLARM). 1993, pp 237-251.
[7] Bergheim, A. and Sivertsen, A., 1981: “Oxygen consuming properties of effluents from fish farms”. Aquaculture 22 (1981): 185-187. See also: Bergheim, A. and T. Asgard, 1994: “Waste production from Aquaculture”. In: Aquaculture and water resources management. D.J. Baird; M. Beveridge, L. Kelly and J. Muir Editors. 1994.
[8] Ricardo Norambuena, Undersecretary of the Fishing Department. “El Llanquihue” Newspaper. January 4, 2007.
[9] Mulsow, S.; Krieger, Y. Y Kennedy, R.; 2006: Sediment profile imaging (SPI) and micro-electrode technologies in impact assessment studies: Example from two fiords in Southern Chile used for fish farming. Journal of Marine System, 62 (2006): 152-163.
[10] Mulsow, S. (Universidad Austral de Chile), 2008. Progress Report, Estuario del Reloncaví.
[11] Fortt, A., 2007: “Use and abuse of antibiotics in salmon farming”. OCEANA-Chile Foundation, Document 23, January 2007.