domingo, 3 de mayo de 2015

SUBPESCA Y LA FALSIFICACIÓN IDEOLÓGICA

SUBPESCA Y LA FALSIFICACIÓN IDEOLÓGICA:
Las Nuevas AAA en la Región de Aysén.

Héctor Kol
Patagonia Chilena
Mayo de 2015.

En la marejada de denuncias de corrupción que se ha desatado en Chile tras el escándalo financiero protagonizado por el hijo de la Presidenta Bachelet, la “falsificación ideológica” pareciera ser el caso más recurrente dentro del término genérico “corrupción”.

Así, lo más frecuente dentro de esta marejada es el tráfico de boletas de honorarios o facturas que se emitieron POR TRABAJOS NO REALIZADOS y que se usaron para justificar fondos de empresas privadas que se desviaron a campañas políticas de Senadores y Diputados del Duopolio gobernante para eludir la legalidad vigente.

Varios años antes, cuando el General Pinochet fue detenido en Londres (1997) debutaba el término “falsificación ideológica” en la prensa chilena, dado que el General portaba un pasaporte falso y un mandato otorgado por el Gobierno del Presidente Frei Ruiz-Tagle que era, también, ideológicamente falso, pues había sido otorgado para un propósito DISTINTO al que llevaba al General hasta la Capital del Reino Unido. Por supuesto, el autor de dicha falsificación, José Miguel Insulza (PS) no enfrentó los cargos ni arriesgó las penas que ahora enfrentan los acusados del mismo delito, pudiendo llegar hasta la OEA.

Sin embargo, a pesar de que el delito de “falsificación ideológica” ha sido imputado a personas individuales, quizás si la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) llegue a ser la primera institución que reúna los méritos suficientes como para ser acusada de tal condición calificada como de “corrupción”.

En efecto, el propósito principal de la SUBPESCA es la administración de los recursos pesqueros chilenos, es decir, del capital hidrobiológico que tiene el país. Pero en sólo 10 años, entre la Ley “corta” de Pesca del 2002 (impulsada por Ricardo Lagos y el entonces Diputado Pablo Longueira) y la aprobación de la Ley “larga” del mismo Longueira (2012)  a la SUBPESCA se le perdieron DOS TERCIOS de ese capital…y está por perder el tercio restante.

¿Qué haría Andrónico Luksic si al Gerente General del Banco Chile  se le perdieran DOS TERCIOS de los fondos del Banco que compró con dinero de todos los chilenos, gracias a un préstamo del BancoEstado?

Resulta evidente, entonces, que la SUBPESCA tiene una existencia que es “ideológicamente falsa” pues no sólo no ha hecho el trabajo por el que sus funcionarios reciben un sueldo, sino que está al borde de no tener en qué trabajar dada la desaparición del capital que debía administrar, algo así como el árbitro sin pito…pero además sin jugadores, ni pelota, ni barra brava que vigilar, pero por sobre todo porque siendo un servicio estatal destinado a un fin, la SUBPESCA trabaja para otro propósito: mantener la especulación financiera en torno a la Industria Salmonera que opera en Chile, blanqueando las causales de caducidad de concesiones que no operan hace años o admitiendo proyectos técnicos de empresas o personas individuales que solicitan concesiones acuícolas sólo para venderlas, tal como se venden los derechos de agua en este, el país Capitalista Neoliberal soñado por Milton Friedman….

En las oficinas de SUBPESCA en Valparaíso (un Patrimonio de la UNESCO también “ideológicamente falso”) existe una “puerta giratoria” entre el sector público y el sector privado para sus funcionarios, que aún operan sin el riesgo de ser acusados del delito de “tráfico de influencias” a pesar de que, casi indefectiblemente, salen de SUBPESCA para integrarse a la Industria Salmonera o viceversa, como son los casos de Daniel Albarrán (accionista de Aguas Claras antes de ser Subsecretario de Pesca) y de Felipe Sandoval, primero  Subsecretario de Pesca y después Presidente de Salmon-Chile….

Y en la “sustentabilidad” de ese accionar, quizás si al filo de la legalidad, se inscribe la propuesta de SUBPESCA para declarar (afectar) como Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) nuevas áreas del Mar de la Patagonia en Aysén, para permitir relocalizar centros de engorda de salmónidos que ya liquidaron el lugar donde se emplazaban.

Así, con fecha 28 de junio de 2013 (Gobierno de Piñera) la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) publicó el resultado de numerosas “prospecciones” hechas por personal de esa repartición pública para definir, en la Región de Aysén, 11 nuevas “Áreas Geográficas” para afectarlas como AAA a fin de posibilitar la reubicación (“relocalización”) de concesiones acuícolas salmoneras ya emplazadas en otros sectores del Mar de la Patagonia de la Región.

La fundamentación o excusa para que la SUBPESCA hiciera gran parte del trabajo que las Consultoras Ambientales privadas hacen y cobran a las empresas salmoneras para ubicar sitios donde instalar balsas-jaulas, es “ideológicamente falsa”. Según la SUBPESCA, el propósito de la Propuesta es identificar sectores que posibiliten el “desarrollo” de la acuicultura de salmónidos y mejorar la gestión ambiental y sanitaria de esta actividad:

“ La acuicultura, como una actividad en continuo desarrollo, se ha destacado por su capacidad para enfrentar los distintos desafíos derivados de la complejidad tecnológica y ambiental. Durante su desempeño, se ha presentado como una necesidad recurrente la búsqueda de nuevos sectores en los cuales desarrollar la actividad, a fin de mitigar la gestión en ámbitos de interés tales como los ambientales y sanitaria..” [1]

Aseveraciones y fundamentos “ideológicamente falsos”.

Efectivamente, si algo ha caracterizado a la Industria Salmonera es su INCAPACIDAD para enfrentar los distintos desafíos que se le presenta en un ambiente cuya aptitud para cultivar salmones JAMÁS ha sido demostrada…JAMÁS…

Así, desde hace ya 13 años, al menos, el Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) ha asolado a la Industria Salmonera en Chile y es precisamente esta enfermedad bacteriana la que en nuestro país induce al uso de hasta 36 mil veces más antibióticos en la producción de salmónidos que lo que usan en sus países de origen las firmas extranjeras presentes en Chile [2].
  
Y hace 10 años, también al menos, que el “Piojo de Mar” ha hecho que las empresas salmoneras que operan en nuestro país sean verdaderos campeones mundiales de la Caligidosis (quizás si lo único que no es “ideológicamente falso” en la Industria salmonera)  induciendo al uso indiscriminado y des-regulado de pesticidas que se arrojan al mar disueltos en los alimentos suministrados a los peces cautivos o en las aguas residuales de los baños con pesticidas que se aplican a los peces…

Otras enfermedades bacterianas, como el BKD (Bacterial Kidney Disease) son tan antiguas como la propia Industria y para evitar que su sola presencia demuestre la incapacidad de la Industria para erradicarla, SERNAPESCA (dirigida hoy por un ex funcionario de SUBPESCA) ha optado por negar el acceso a la información sobre cuántos centros de engorda y cuántas pisciculturas están afectadas por una enfermedad que la Industria arrastra por 25 años….

Cada uno de los desafíos que ha debido enfrentar la Industria HA SIDO UN PROBLEMA QUE EL ESTADO HA DEBIDO RESOLVER, como lo fue el “desafío” de la crisis de Virus ISA y que el Estado resolvió privatizando el Mar Austral, a instancias del entonces “Zar” de la Mesa del Salmón, Felipe Sandoval.

Y así como la fundamentación de SUBPESCA para presentar esta Propuesta es “ideológicamente falsa”, el propósito declarado por SUBPESCA para establecer en Aysén nuevas  Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) también lo es.

Lo que se pretende con esta Propuesta es buscar sitios adonde las salmoneras puedan escapar de las consecuencias generadas precisamente por las malas gestiones ambientales y sanitarias en que han incurrido SIEMPRE…

Lo que se pretende hacer es invadir aquellos sectores donde, al no estar declarados como AAA, no fueron ocupados por salmoneras y se encuentran libres de enfermedades, de residuos de pesticidas, de antibióticos, de desinfectantes y especialmente de depósitos de materia orgánica desprendida de actividades acuícolas intensivas. No hay cerros de excrementos de peces y alimentos en descomposición en el sedimento de los nuevos sectores que se pretende invadir, gracias a que nunca pudieron ser ocupados por la Industria tóxica…por no estar declarados AAA.

Así, las “prospecciones” hechas por SUBPESCA durante el año 2012 permitieron identificar 45 sectores (de 15 hectáreas de superficie cada uno) dentro de las “Áreas Geográficas” a afectar como AAA. Esto es, 45 sectores donde es posible, según SUBPESCA, la instalación de concesiones acuícolas para salmónidos.

Una de estas “Áreas” es la Nº 6, Isla Teresa, donde las prospecciones hechas por SUBPESCA (con dineros de todos los chilenos) identificó 8 “Sectores” que se muestran en la Figura 1, con íconos verdes entre la Isla Teresa y las Islas Jorge y James.



Como muestran las Figuras 2 y 3, efectivamente estos nuevos sectores no se encuentran en las AAA declaradas entre estas islas y que se marcan con líneas anaranjadas.




En la Figura 4 se muestran, con íconos amarillos, algunas de las concesiones acuícolas que se encuentran actualmente establecidas alrededor de estos nuevos “sectores” para el emplazamiento de salmoneras relocalizadas.



Las Figura 5 y 6 demuestran, por si solas, la incapacidad salmonera de “enfrentar” eficientemente sus ya no tan nuevos desafíos: las enfermedades que arrastran por décadas.

La Figura 5  muestra la distribución de enfermedades bacterianas (BKD y/o SRS) y parasitarias (Caligidosis) en LA MAYORÍA de los centros de producción salmonera que  se encuentran alrededor de la nueva “Área Geográfica” que SUBPESCA pretende se declare como AAA. En las Figuras, además, se incluyen los centros que han reportado uso de pesticidas, como la Deltametrina (D) en su combate a la Caligidosis (infestación por Caligus sp.)



En los Mapas, que pertenecen a los registros del Estado Sanitario de la Industria Salmonera que ha levantado el Programa Marino de la Fundación Pumalín entre los años 2010 y 2014, según información provista por SERNAPESCA a esta organización conservacionista, se destaca el centro de engorda de salmónidos de Cultivos Yadrán, Código RNA 110640, ubicado al sur de la Isla Jorge y frente a los nuevos “sectores de relocalización” que propone SUBPESCA y cuyo prontuario sanitario demuestra la verdadera pretensión que subyace en esta  Propuesta para “el desarrollo de la acuicultura”.

El Centro de Cultivos Yadrán (RNA 110640) ha reportado Caligidosis en los años 2011 y 2012 y aplicación de los pesticidas Cipermetrina  (2011) y Deltametrina (2012). También reportó la enfermedad bacteriana SRS en los años 2011 y 2012 y declaró condiciones “anaeróbicas” el año 2012, estos es, AUSENCIA DE OXÍGENO SUFICIENTE PARA PERMITIR LA VIDA ACUÁTICA EN EL SEDIMENTO Y/O EN LA COLUMNA DE AGUA DEL SECTOR DONDE SE UBICAN SUS BALSAS-JAULAS…

Un colapso del sistema acuático marino, en definitiva y una demostración de cómo funcionan, además, los servicios públicos que efectúan las evaluaciones ambientales de los proyectos de producción salmonera: funcionan tal como SUBPESCA y tal como funcionan las instituciones frente al capital privado en este país.

Por añadidura, los centros de engorda de AQUACHILE, Códigos RNA 110504 y 110539, ubicados al weste de Isla Tránsito, no sólo acumulan tantas enfermedades con el de Cultivos Yadrán, sino que también reportaron condiciones “anaeróbicas” en el año 2012.

La Industria Salmonera ha demostrado, también, que es incapaz de respetar siquiera las regulaciones que se dicta a si misma a través de la red de influencia política que mantiene en la “Bancada Salmonera” que instaló en el Congreso Nacional.

Entre los años 2010 y 2012, las empresas AQUACHILE, LOS FIORDOS y la misma empresa YADRÁN fueron CONDENADAS al pago de  multas sentenciadas por los Tribunales de Justicia, por infracciones diversas a los Reglamentos y disposiciones ambientales y sanitarias contempladas en la Ley General de Pesca y Acuicultura que cometieron sus centros emplazados en las cercanías de esta “Área” propuesta por SUBPESCA (Figura 6)



Otros centros vecinos a esta “Propuesta” desarrollista y panfletaria de SUBPESCA muestran similar colección de antecedentes, que desmienten tanto la aseveración inicial hecha por SUBPESCA en la presentación de su propuesta, como el Fundamento real para abrir nuevas AAA en la Región de Aysén.

Cada ícono mostrado en las Figuras 5 y 6 son una prueba de la “falsificación ideológica” en que ha incurrido, una vez más, la SUBPESCA: no se busca una vía de “desarrollo” de la acuicultura…..se busca una vía de escape.

En síntesis, la Propuesta comentada constituye una amenaza de expansión de las plagas y enfermedades que la Industria Salmonera es INCAPAZ de controlar, para instalarse en  nuevas áreas del Mar de la Patagonia, allí donde se encuentra aún la pesca artesanal, a pesar de Iván Fuentes y de Misael Ruiz…

Y aunque de todos depende la defensa de este Mar Patagónico, usado como vertedero industrial de toda suerte de desperdicios generados por la “exitosa” y subsidiada Industria Salmonera, es la pesca artesanal la que se encuentra en la primera línea de fuego en esta guerra de la SUBPESCA contra el mar y sus recursos, declarada sólo para defender la especulación financiera que rodea, desde la crisis del Virus ISA, a una Industria que ni de sus piojos es capaz de liberarse.

Es la pesca artesanal la que debe asumir, entonces, la primera responsabilidad en la ERRADICACIÓN de esta Industria tóxica y a esas responsabilidades nos sumaremos, porque no podemos seguir esperando a que sean los volcanes australes los que hagan la tarea que nos  corresponde.

Héctor Kol
Patagonia Chilena
Sin Represas… Sin Salmoneras
Mayo de 2015.





[1] SUBPESCA, Informe Técnico Nº 694/2013 “Propuesta de Nuevas Áreas Aptas para la Acuicultura en la XI Región. 28 de Junio de 2013”, Página 1.
[2] “LA AGONÍA 2.0. Informe Sanitario de la Industria Salmonera en Chile”. Programa Marino Fundación Pumalín, 2012.

1 comentario:

  1. Como siempre, análisis profundo y sin sesgos, un aporte para todos quienes queremos saber más. Lo que queda claro es que a nuestros políticos les importa un carajo el patrimonio y la gente que se verá afectada por cada uno de los malos proyectos que las grandes empresas llevan adelante sin contrapeso alguno.

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