viernes, 14 de junio de 2024

Y CON PISCINA de AGUA SALADA

 

Globalismo y Naturaleza. Número 5. Junio 2024.

ELYSIUM PARTE II:

Y con piscina de agua salada.

 

Por Héctor Kol Z.

Para patagoniasinrepresassinsalmoneras.blogspot.com

 

Cuentan los navegantes de los canales y fiordos de la Patagonia chilena que El Fantasma se les cruzó en la ruta y que mientras pulía el anillo, reflexionaba: “La Campaña ‘Patagonia Sin Represas’ le dejó limpiecitos los patios a los latifundios de los gringos que se adueñan de la Patagonia. Y ahora quieren que les limpiemos la piscina…”

El Fantasma es un tipo informado porque vive allá y no en Santiago, como todos los que quieren “limpiar la piscina” por internet.

Y tenía razón si sus reflexiones se referían a las campañas por internet de las ONGs en favor de los Espacios Costeros Marinos- Ley Lafkenche para que sean usados quizás por quién o a las campañas (también por internet) para erradicar a las salmoneras del mar que el Neo- Colonialismo Verde quiere NO PARA CUIDARLO, sino que PARA QUEDARSE CON ÉL.

Porque esos Comités de Aseo y Ornato con financiamiento gringo y/o de la ONU y con nombres ampulosos y en inglés, son los mismos que apoyaron y siguen apoyando a la ley más corrupta que han generado los Gobiernos (también corruptos) de la pos-Dictadura: la Ley Longueira, que tenía por principal objetivo asegurar, a las empresas salmoneras, el pescado necesario para la fabricación de alimentos… para salmones.

Estas mismas ONGs “protectoras” del océano, además, quisieron consagrar Constitucionalmente el despojo del Mar Chileno, en la más que fracasada Convención Constituyente de Boric, que fue intensamente intervenida por ONGs extranjeras y chilenas de todo tipo y que pusieron sus propios “Convencionales” dentro de ella, como FIMA y Fundación TERRAM [1], para conseguir precisamente eso: que les entregáramos en bandeja El Mar Chileno a las ONGs de los Kennedy y de los Rockefeller, un despojo que llaman “Política Turquesa” y que al fracasar la Convención, gatilló nuevas estrategias para conseguirlo.

En efecto, un Primer  Borrador de la Constitución propuesta por la Convención “refundacional”  señalaba, en su  Literal 194, Art. 26°, que dos de los Parques Marinos entonces constituidos (“Motu Motiro” o Rapa Nui y el Parque Marino sobre el Archipiélago Juan Fernández) que sumaban una superficie de 41 millones de hectáreas (casi 60 VECES LA SUPERFICIE DEL ÁREA METROPOLITANA) pasaban a denominarse “Territorios Especiales” y que tendrían “estatuto propio”, es decir DISTINTO al estatuto que rige al resto del territorio Nacional:

 

“ 194.- Artículo 26.- Territorios especiales. Son territorios especiales Rapa Nui y el Archipiélago Juan Fernández, los cuales estarán regidos por sus propios estatutos.

 

Sin perjuicio de lo establecido en esta Constitución, la ley podrá crear territorios especiales en virtud de las particularidades geográficas, climáticas, ambientales, económicas, sociales y culturales de una determinada entidad territorial o parte de esta”.

 

¿Y quién iba a elaborar esos especiales “estatutos”? Las ONGs que controlan ese maritorio nacional, ambas estadounidenses.

Tal Borrador fue RECHAZADO al interior de la propia Convención y lo que se sometió a Plebiscito Nacional fue una nueva versión de este intento por entregar a las ONGs no sólo estos dos Parques Marinos señalados, sino también otros dos ya conformados y que en conjunto suman 85,2 millones de hectáreas de superficie de Mar Chileno, una superficie mayor a la de Chile Continental, sin el Territorio Antártico Chileno (76 millones de hectáreas).



 

En efecto, en la segunda propuesta de la Constitución “refundacional” finalmente plebiscitada, esta disposición fue acogida en su totalidad en el Art. 236° de la misma, donde se dotaba de más “autonomía” respecto del Estado chileno a estos Parques Marinos, permitiéndoles tener “regímenes económicos y administrativos diferenciados” :

 

“ Artículo 236. Territorios Especiales.

 

1.- Son territorios especiales Rapa Nui y el Archipiélago Juan Fernández, los que se rigen por sus propios estatutos.

 

2.- En virtud de las particularidades geográficas, climáticas, ambientales, económicas, sociales y culturales de una determinada entidad territorial o parte de esta, la ley podrá crear territorios especiales.

 

3.- En los territorios especiales, la ley podrá establecer regímenes económicos y administrativos diferenciados, así como su duración, teniendo en consideración las características propias de estas entidades.

 

Cuando los chilenos rechazamos este invento en TODAS las regiones del país en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022, lo que hicimos fue evitar que, instantáneamente, ONGs estadounidenses se quedaran con los 41 millones de hectáreas de los Parques Marinos “Rapa Nui” y “Juan Fernández”, aunque sólo algunos lo supiéramos.

Y en efecto, en TODAS las Regiones del país fue derrotada esta Constitución “refundacional”,  también en la Región de Valparaíso,  excepto en dos Comunas: en Rapa Nui y en Juan Fernández [2].

Así, se cumplía una máxima del establecimiento del Colonialismo de cualquier color: no sólo se trata del control territorial, sino, principalmente, del control ideológico de los colonizados.

El “peñi” Peter Hartmann, lonko de la “Comunidad CODEFF- Aysén”, se equivoca cuando asegura, en un medio de prensa radicado en el borde costero de Santiago, que en la resistencia masiva y multipolar a la entrega de extensas superficies marinas a “comunidades indígenas” (hasta 600.000 hectáreas) la disputa es entre Republiqueta Salmonera y Neo- Colonialismo Verde.

Se equivoca el “peñi” Hartmann porque la “Republiqueta Salmonera” ya no existe y en cambio el Neo- Colonialismo Verde no sólo existe, sino que él mismo es uno de los que lo promueve, porque de eso ha vivido SIEMPRE.

En 2007, ya viviendo en la Patagonia y antes de que se iniciara la Crisis del Virus ISA, patenté la expresión “Estado Salmonero” que una década después sirvió para titular un documental sobre el desastre ambiental causado por la Industria Salmonera y en el que también fui entrevistado, pero no invitado a su estreno.

Me refería con esa expresión a las facilidades institucionales y administrativas que tenían las salmoneras para hacer pedazos el maritorio austral, con una ausencia de legislación y Reglamentos que, a partir de 2015, comenzamos a implementar mediante las primeras solicitudes de pronunciamientos a la Contraloría General de la República, siguiendo la estrategia diseñada por Fernando Siebald, abogado de la Ex Fundación Pumalín, ya fallecido,  y actuando bajo la cobertura de los Comités de Defensa del Borde Costero, organizaciones comunitarias funcionales similares a una Junta de Vecinos o a un Club de Rayuela. Así de “empoderados”.

Fue con esa legislación completada y aclarada que en 2018 sacamos las salmoneras ilegales del Lago Chapo en Puerto Montt y en 2019 ayudamos a detener los proyectos acuícolas en Cobquecura (y por extensión, en el Golfo de Arauco).

Ya en 2017 habíamos respaldado, en esa institucionalidad reforzada, las primeras denuncias para revocar las Resoluciones de Calificación Ambiental de decenas de centros de producción de salmones en las tres Regiones Australes, además de las denuncias, por sobre-producciones de salmones, contra las empresas Los Fiordos, AQUACHILE, MULTIEXPORT (Multi X) AUSTRALIS, INVERMAR y varias otras. En 2018 elaboramos y presentamos las denuncias contra NOVA AUSTRAL, en Magallanes, por generación de condiciones anaeróbicas en sus sitios de emplazamiento y sobre-producción de salmones, que llevaron a la empresa a la quiebra cuando obtuvimos, en julio de 2022, tres Revocaciones de Resoluciones de Calificación Ambiental en la Superintendencia del Medioambiente. Un fallo “histórico”, tituló la prensa, porque NUNCA se había conseguido. Y eso lo hicimos sin yates…

Entre el 2017 y el 2022 elaboramos, además, casi 400 solicitudes de caducidad de concesiones acuícolas operadas por salmoneras en las tres Regiones Australes, de las cuales se han materializado cinco... por ahora.

Hicimos nosotros, los Comités de Defensa del Borde Costero, sin financiamiento ni dependencia extranjera y sin yates, que la Industria Salmonera fuera LA MÁS FISCALIZADA de todas las industrias existentes en Chile [3].

Es decir, existe ahora SUFICIENTE LEGISLACIÓN Y NORMAS para detener la masacre del Mar Austral que causan las salmoneras y si las ONGs Colonialistas- Verdes no son capaces de hacer ese trabajo, es porque no saben hacerlo o porque sus especialistas se les van porque no les pagan los sueldos. Y de lo último, el “peñi” Hartmann sabe mucho.

Al fin y al cabo, lo único que queda de la “Republiqueta Salmonera” son las ONGs que se oponen a ellas y que se han infiltrado en los servicios públicos tal como se infiltraron en la Convención Constituyente de Boric, para hacer de Chile un “Territorio Especial”: Un ELYSIUM  con mar propio.

En síntesis, tenemos un Estado suficientemente dotado de todo lo necesario para gestionar el comportamiento ambiental de las salmoneras, que hace innecesaria una nueva Ley de Acuicultura ya anunciada y que, probablemente, tenga otros objetivos.

El problema actual puede y ha sido controlado por organizaciones ciudadanas, como se ha resumido más arriba y lo que persiste es la amenaza a la Soberanía Alimentaria que representan las salmoneras y la corrupción en los servicios públicos, que abandonan sus funciones reguladoras y fiscalizadoras mandatadas por la legislación vigente, la legislación que perfeccionamos y completamos sin tener que hacer lobby en la casa de Zalaquett.

Pero respecto al Neo- Colonialismo Verde, que él mismo promueve, el “peñi” Hartmann tiene razón. Ése efectivamente existe.

El fracaso en la Convención Constituyente de 2022 obligó a las ONGs dependientes de los Kennedy, de los Rockefeller y de los Bancos de Wall Street, a buscar nuevas alternativas para apropiarse de un bien nacional de uso público, que les pertenece a todos los chilenos: el Mar Chileno Austral, en particular.

Y entre esas alternativas escogieron dos vías principales: La Ley Lafkenche y los Planes de Manejo de las Reservas Nacionales. Una tercera vía, probablemente, será la Ley de Acuicultura que será tan inútil como la Nueva Ley de Pesca (Ley Zalaquett) que ya están discutiendo [4].

Las reflexiones del Fantasma, respecto a las “piscinas” que los Neo- Colonizadores del Ambientalismo V.I.P. le quieren agregar a sus fundos, son ciertas y van de la mano con las solicitudes de Espacios Marinos- Ley Lafkenche que defiende el “peñi” Hartmann.

Y para muestra, un botón.

La Figura 2 muestra el Parque Nacional Cabo Froward en el Estrecho de Magallanes, con una superficie de 121 mil hectáreas de las cuales 28 mil hectáreas corresponden a dos predios fiscales y 93 mil hectáreas son un territorio “donado” por Tompkins Conservation (hoy REWILDING) y que antes también eran territorios fiscales.



El Parque fue votado favorablemente en la Sesión Extraordinaria 2/2017 celebrada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad el 10 de abril de 2017, sesión que fue encabezada por el entonces Ministro de Medioambiente, Marcelo Mena. Sólo siete años después, en marzo de 2024, se firmó el Protocolo para implementarlo [5].

La Figura 3, por su parte, muestra la solicitud de EMCPO “Tawokser” ingresada por las Comunidades Indígenas Kawésqar “Nómades del Mar” y “ATAP”, sobre una superficie de 12.141 Hás. de mar AL ESTE DE ESTE NUEVO PARQUE NACIONAL “CABO FROWARD” y aledaño al mismo.

La solicitud de EMCPO, según indica la gráfica de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) se presentó el 13 de febrero de 2023 y fue acogida a trámite en octubre de ese año, apenas cinco meses antes de que se firmara el Protocolo para la creación del Parque Nacional Cabo Froward.

 



 

Así, REWILDING no sólo tiene ahora un predio con un status que incrementará sus ingresos por el Turismo de Intereses (o Ingresos) “Especiales” que desarrollará en la porción que no “donó”, sino que tendrá acceso, cuando sea aprobada la solicitud de EMCPO “Tawokser”, a un bien nacional de uso público que no podía comprar: el mar de Cabo Froward.

Tendrá, entonces, una atracción turística “prístina” (sin personas) … y con piscina de agua salada.

¿Quién elaborará el Plan de Manejo de este EMCPO?... Adivinen.

Los hechos son los hechos.

Detrás del Plan de Manejo de la Reserva Nacional Kawesqar (2,6 millones de Hás. en la Región de Magallanes) ya está una de las agencias del Neo- Colonialismo Verde: PEW, mientras que WWF y también PEW están detrás del EMCPO “Desertores”, en la Región de Los Lagos. Eso, entre otros casos que exhibiremos en otras publicaciones.

 

El fracaso en la Convención Constituyente de las ONGs del Neo- Colonialismo Verde, en definitiva, ha sido reemplazado por el uso de la Ley Lafkenche y la manipulación de las Comunidades Indígenas para acceder al control del Mar Chileno austral. Las comunidades, sin embargo, no son el “enemigo”, sino también parte de las víctimas, porque por sus Espacios Marino- Costeros transitarán y sobrevivirán sólo si se ajustan a los planes de manejo que OTROS elaborarán… No ellos.

La pelea, entonces, es contra los financistas del Ambientalismo V.I.P. y sus ONGs colonizadoras y contra las Universidades nacionales que colaboran contra un despojo al patrimonio nacional. Esa es la pelea. Una pelea por la Soberanía.

Tiene razón, entonces, el Fantasma cuando pule su anillo para enfrentar nuevas aventuras.

En el ELYSIUM que construyen en la Patagonia Chilena, ya les dejamos limpiecito el patio del fundo y ahora lo quieren con una piscina de agua salada, para que Chile y su mar terminen siendo una “Republiqueta” Verde, donde los chilenos tendríamos que pagar una entrada para circular y navegar por territorios y maritorios que nos pertenecen.

Y eso no ocurrirá.

No ocurrirá, porque tal como lo demostramos en el Plebiscito de Septiembre de 2022, les faltan ONGs y “peñis” Hartmann para conseguir eso.

 

Héctor Kol Z.

Patagonia Chilena.

Junio de 2024.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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