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miércoles, 4 de mayo de 2022

AYSÉN: RESERVA DE BASURALES

 

AYSÉN: RESERVA DE BASURALES

 

Por Héctor Kol

Para sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com

Mayo de 2022

 

 



 

En 2016, en una entrevista presencial con Daniel Matamala en CNN-Chile, el actual Contralor General de la República, Don JORGE BERMÚDEZ, señalaba que la “falta de servicio” en las oficinas públicas debía considerarse CORRUPCIÓN, es decir, que no hacer el trabajo por el que los funcionarios públicos cobran un sueldo, debía ser calificado como tal. 

El mismo año, la Contraloría General de la República emitió dos Informes Finales por sendas  Auditorías al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) y a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) en materias de Acuicultura. Lo que hizo la Contraloría fue revisar, a la luz de los antecedentes entregados principalmente por el Comité de Defensa del Borde Costero de Puerto Montt en diciembre de 2015, el cumplimiento de funciones de ambos servicios públicos en sus tareas de fiscalización (SERNAPESCA) y regulación (SUBPESCA) a la salmonicultura en Chile, entre los años 2010 y 2015, inclusive.

Y los resultados de esta auditoría realizada fueron los esperados y mismos que se obtendrían hoy si se repitiera el mismo procedimiento y no sólo en SERNAPESCA y SUBPESCA, sino en las Superintendencias del Medioambiente de las tres regiones australes, en la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTEMAR) y sus Gobernaciones Marítimas y Capitanías de Puerto dependientes, en los Servicios Regionales de Evaluación de Impacto Ambiental y en la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas (SS FFAA).

En todos ellos (y estamos en condiciones de probarlo, si así lo requiere la Contraloría)  similares auditorías del órgano Contralor arrojarían iguales resultados a los alcanzados en 2016: que NINGUNO de estos servicios cumple con las funciones por las que sus funcionarios reciben un sueldo, es decir, que hay “falta de servicio” y por lo tanto, que hay CORRUPCIÓN.

En las pocas conferencias que he dado en los últimos años, porque la situación del maritorio austral exige más “heavy metal” que el acostumbrado y ejecutarlo ocupa más tiempo que el reggaetón que tocan las ONGs “ambientalistas” y mucho más que el trap de los “colectivos ambientalistas”, he repetido, sin falta ni duda, que el principal problema político, social y económico del país, es LA CORRUPCIÓN, donde la “falta de servicio” de las oficinas públicas es la principal fuente de ese problema.

 En efecto, existen suficientes normas, leyes y reglamentos para haber detenido en Chile la masacre del maritorio austral, que se extiende por más de 2.400 kilómetros lineales desde Puerto Montt hasta el Estrecho de Magallanes. Y la masacre no se ha detenido sólo porque hay corrupción, hay “falta de servicio”.

 Todo aquello que faltaba cuando iniciábamos con Remigio Gutiérrez de Cochamó y el fotógrafo Carlos Gutiérrez este desafío de erradicar la industria tóxica desde el mar que proveía el 70% de los productos del mar que abastecían la mesa de todos los chilenos (incluso de aquellos que hoy se sienten “changos”) ya se encuentra instalado,  siguiendo las pautas que trazara mi amigo y hermano FERNANDO SIEBALD cuando nos conocimos en el inicio de esta batalla épica.

 Fernando ya no está, pero lo que sabía que había que hacer, en cuanto a cambios en las normas y leyes, ya se hizo… Sólo falta ejecutarlo, sólo necesitamos que la “falta de servicio” sea erradicada de las oficinas públicas…

 Los basurales salmoneros detectados este mes por un operador turístico de la Región de Aysén en las cercanías del Estero Elefante que conduce hacia Tortel, no es el primero ni el último en ser encontrado, pues Aysén, la otrora Reserva de Vida de ambientes “prístinos” que ahora sólo existen en los folletos que reciben los turistas, no tiene defensa ante lo que la Industria Salmonera lleva haciendo con las aguas interiores y el borde costero de la Región gaucha desde hace 15 años, al menos.

 No sólo se trata de la “falta de servicio” masiva en los servicios públicos que deben evitar esta masacre y que detallaremos, sino que también se trata de que esa política de proteger  a los depredadores del mar que nos alimentaba, ha alcanzado a las comunidades indígenas que parcelan sus Espacios Marinos (Ley Lafkenche) para vender porciones “ancestrales” a las salmoneras y centros de engorda de moluscos y que también ha alcanzado a la pesca artesanal, la misma que prometía quemar una salmonera por cada camión con cemento para HIDROAYSÉN que ingresara a la Región. Hoy, esa pesca artesanal se dedica a “pescar” basuras salmoneras, en lanchas “certificadas” que pagan todos los chilenos.

 

Por supuesto, tampoco cuenta la Región de Aysén y su gente, con las ONGs que viven del problema (pero no de sus soluciones) y que en 2019 llegaron de manera masiva a defender la creación de nuevas Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) en el maritorio regional,  para facilitar, así, la instalación de más salmoneras o la “relocalización” de las ya existente… Una docena de ONGs “defensoras del medioambiente” al servicio NO de los ambientes “prístinos”, sino de todo lo contrario… Y ahí quedaron… Con un nocaut al primer round propinado por una transmisión de Radio Trapananda…

 En 2007 y 2008, la entonces Fundación Pumalín de DOUGLAS TOMPKINS presentó las primeras denuncias por los basurales salmoneros enterrados en las playas de Puerto Cisnes y otros dispuestos en el borde costero del Canal Jacaf, aledaño al Parque Nacional Isla Magdalena. Con el uso de un ROV sumergible, encontró, además, basurales sumergidos también a lo largo del Canal Jacaf, incluyendo redes de balsas jaulas con cadáveres de salmones que fueron sumergidas ahí, al lado de un Parque Nacional.

 


 Quince años atrás, entonces, la conversión a basurales de los ambientes “prístinos” había comenzado en Aysén, cuando ya existían el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA) y el Ministerio Público para perseguir “delitos ambientales”, cuando los municipios estaban ya dotados de la facultad para presentar las correspondientes denuncias por “daño ambiental” y la DIRECTEMAR ya tenía facultades de fiscalización a los establecimientos acuícolas, que comparte hasta hoy con SERNAPESCA….

 A pesar de ello, NADA pasó… Una institucionalidad casi completa que no se echó a andar porque el último resabio de la política de “diversificación” de la Economía de la Dictadura Militar tenía (y tiene) que ser protegido a toda costa, aún a pesar de esa institucionalidad…

 La institucionalidad para evitar mayores efectos degradantes de la Industria Salmonera ha aumentado en estos 15 años transcurridos y pieza por pieza se han instalado los artículos o normas faltantes que pensara Fernando Siebald.

 Tardamos 6 años en conseguir que el concepto “capacidad de carga” quedara plasmado en la Ley General de Pesca y Acuicultura tras una presentación en el Congreso Nacional que hice en 2007, representando a la CONAPACH de Caracciolo y Mella.

 Otros 7 años tuvimos que esperar para que la Contraloría se pronunciara acerca de la obligatoriedad de que los estudios de capacidad de carga deban estar incluidos como ítem infaltable en las evaluaciones de impacto ambiental a las que son sometidos los proyectos salmoneros.

Se crearon las Superintendencias del Medioambiente para fiscalizar el cumplimiento de las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCAs) de los proyectos ambientalmente evaluados, entre ellos los proyectos salmoneros y se las dotó de las facultades para REVOCAR tales Resoluciones que constituyen, en esencia, el permiso ambiental para que tales proyectos se ejecuten.

 Las Cortes de Apelaciones de Puerto Montt y de Santiago, la Corte Suprema y hasta el Tribunal Constitucional han dado legitimidad activa a las organizaciones como los Comités de Defensa del Borde Costero y han acogido decenas….DECENAS….de sus demandas de información amparadas por el Consejo para la Transparencia, también creado tras la crisis del Virus ISA del 2007…

 Y a pesar de ese robustecimiento de la institucionalidad, siguen apareciendo basurales,  las salmoneras y las miticulturas siguen operando fuera de sus concesiones otorgadas, siguen vigentes aquellas concesiones que llevan 10 años o más sin operaciones y siguen las salmoneras generando condiciones “anaeróbicas” en sus sitios de emplazamiento, condiciones que la Ley de Pesca califica como “condiciones donde la vida acuática es imposible”, a pesar de que en sus insignificantes Declaraciones de Impacto Ambiental aseguraron que no las generarían… Y en el caso de Aysén, estas condiciones que hacen IMPOSIBLE la vida acuática se producen mayoritariamente en Áreas Silvestres Protegidas del Estado… ¿Protegidas de qué?...

 



 ¿Por qué sigue sucediendo esto si existen las normas, las leyes y las sanciones escritas para evitarlo y existen SERNAPESCA, la Armada de Chile, las Superintendencias del Medioambiente, los Servicios de Evaluación Ambiental y los Municipios para supervisar el estricto cumplimiento de tales normas o de las sanciones por violarlas?

 Sigue sucediendo porque el problema es LA CORRUPCIÓN y porque detrás de ella existe la decisión política de que esta corrupción, esta falta de servicio, SE MANTENGA, Gobierno tras Gobierno… incluso en el actual, para el que la “salmonicultura sustentable” es un objetivo tan a la mano como la Minería Sustentable….

  Aysén: Reserva de Basurales

 En junio de 2019, hace tan solo tres años, se presentaron ante los servicios públicos TRES  denuncias por basurales detectados en el maritorio y borde costero de la Región de Aysén.

 CODEFF- Aysén, donde me desempeñaba como encargado de su Programa Marino,  presentó una primera denuncia por basurales detectados en el Canal Costa, al surweste del Fiordo Aysén, que incluía no sólo cabos plásticos, recipientes de productos químicos y redes y tubería de PVC en desuso, sino hasta un pontón flotante abandonado en la orilla de playa, como muestran las figuras siguientes.

 Las denuncias fueron canalizadas hacia la Superintendencia del Medioambiente de Aysén (SMA- Aysén) sin resultados a la fecha.

 




Simultáneamente, el operador turístico DANIEL TORRES detectó basurales salmoneros en el borde costero y playas cercanas al Parque Nacional Laguna San Rafael, basurales que alcanzaban varios kilómetros de extensión y compuestos, principalmente, por tuberías y cabos plásticos, boyas en desuso marcadas con los centros de engorda de origen (Salmones Cupquelán y Salmones FRIOSUR) y trozos de balsas jaulas de PVC.

 La denuncia también fue canalizada por CODEFF- Aysén y el Programa Marino en el que me desempeñaba y fue ingresada a la SMA- Aysén. Tampoco hay resultados a la fecha a pesar de que entre la basura había elementos que identificaban a los probables responsables de la misma.

 






A fines de ese mismo mes de junio, una expedición del Comité de Defensa del Borde Costero de Puerto Montt al Canal Darwin de la Reserva Nacional Las Güaitecas, con participación de la pesca artesanal de Puerto Aguirre, permitió  detectar centros salmoneros abandonados y basurales flotantes, además de acopios de desechos en el borde costero de las Islas Paulina, Quemada y Luz, todo ello dentro de la Reserva Nacional Las Güaitecas, Área Silvestre Protegida del Estado (sic). En las proximidades de tales basurales en mar y tierra, existían centros de engorda de salmones de las empresas CERMAQ y MULTIEXPORT.

 La Figura 10 muestra, en color lila, los sectores donde se dispusieron basurales en el borde costero del Canal Darwin, parte de la Reserva Nacional Las Güaitecas. En las cercanías, centros de engorda de la empresa CERMAQ y uno de ellos, identificado con el Registro Nacional de Acuicultura (RNA) 110711 una instalación que ha informado de “condiciones anaeróbicas” en su sitio de emplazamiento en los años 2011, 2014, 2015, 2018 y 2020.

 Cinco Informes Ambientales, en definitiva, que señalan que el proyecto fue ambientalmente mal evaluado, que requería de un Estudio de Impacto Ambiental para su ejecución y que la Resolución de Calificación Ambiental que aprobó su funcionamiento NO SIRVE…. ¿Quién debe hacerse responsable de eso?.....

 


    


         

           


         

 La denuncia respectiva fue ingresada también en la SMA- Aysén, que derivó parte de los hechos a SERNAPESCA- Aysén y a la Gobernación Marítima dependiente de la Armada de Chile, según oficio despachado por la Superintendencia en agosto de ese año. No se conocen sanciones cursadas por este caso de parte de ninguno de los servicios públicos informados del hallazgo. El centro mantiene aún su RCA que no sirve….

 En síntesis, en solo un mes, tres denuncias por igual motivo: basurales salmoneros. Y debajo de ellos, los cacareados “ambientes prístinos” de la Patagonia…

 En Septiembre de 2020, el STI de Pescadores Artesanales y Buzos “Nuevo Amanecer” de Puerto Aguirre, Región de Aysén, presentó denuncias ante la SMA- Aysén por extensos basurales detectados en el borde costero de las Islas Simpson y Rojas, aledañas a la Reserva Nacional Las Güaitecas.

 En el Mapa de la Figura 15 siguiente se muestran los sectores donde fueron detectados desechos principalmente plásticos que se muestran en las figuras siguientes, como cabos, tuberías de PVC, flotadores de plumavit  y boyas en desuso. La denuncia fue entregada por el Sindicato Nuevo Amanecer también a la SMA- Aysén, donde duerme el Sueño  de los Injustos…

 




 





Los basurales detectados en 2020 afectan un sector que queda muy próximo al basural detectado también por Daniel Torres en el Estero Elefantes, al sureste de Isla Simpson, este año, como muestra la Figura 19 siguiente. Es decir, se trata de un basural ya establecido por los basureros, posiblemente a sabiendas de que nadie se toma la molestia de ir a fiscalizar las normas, leyes y reglamentos existentes.

 


 

Allí, en la costa de la isla Simpson y frente al Estero Elefantes el operador turístico detectó basurales de grandes dimensiones en el borde costero aledaño a la concesión acuícola que debiera operar el centro RNA 110827 de EXPORTADORA LOS FIORDOS, compuesto, también por desechos principalmente plásticos como muestran las figuras siguientes.

 




Si se aplicase el Reglamento Ambiental para la Acuicultura, el centro responsable de este acopio de desperdicios no degradables y poco “prístinos” debiera ser LOS FIORDOS RNA 110827, por encontrarse esta basura en la playa aledaña al centro. Sin embargo, este centro NO HA OPERADO EN LOS ÚLTIMOS 12 AÑOS y de hecho, su caducidad por falta de operaciones fue solicitada por el Sindicato “Nuevo Amanecer” de Puerto Aguirre en Diciembre de 2019, constituyendo una de las casi 300 solicitudes de caducidad de concesiones acuícolas que tanto el Sindicato referido como los Comités de Borde Costero de Puerto Montt y “Calbuco Emergente” han cursado ante la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, sin tener respuesta alguna.

 Esta vez, entonces, LOS FIORDOS parece ser inocente…

 La Figura 22 muestra la ubicación de las solicitudes de caducidad de concesiones acuícolas que han sido cursadas por la pesca artesanal de Puerto Aguirre y por los Comités de Defensa del Borde Costero de Puerto Montt y “Calbuco Emergente”, desde 2019 y hasta la fecha,  sin respuesta alguna de parte del servicio estatal que debe darles curso o rechazarlas, a pesar de haberle entregado a este todos los antecedentes que demuestran que la causal de caducidad contemplada en la Ley de Pesca EXISTE en estos casos.


 
¿Por qué no se caducan? ¿Quién dio la orden de no hacerlo? ¿Cuántas Subsecretarías más hay que esperar para que tal repartición cumpla con su trabajo?

 ¿Cuántas Resoluciones deberá emitir la SS FFAA justificando que estas faltas de operaciones, que son causalidad de caducidad, son “paralizaciones de actividades por efectos de la pandemia de COVID”, incluso en centros de engorda que estaban en causal de caducidad aún ANTES DE QUE APARECIERA EL COVID? ¿Quién dio esa orden?

 No pocos éxitos hemos tenido en este larguísimo batallar contra una industria tóxica que se ha elevado como principal amenaza a la Soberanía Alimentaria nacional. Ahí están Cobquecura, Lago Chapo, Lago Ranco, el cierre de Aysén para nuevas concesiones en 2019 a pesar de las ONGs “defensoras del mar” y antes, el cierre de Magallanes, en 2013.

 Ahí están los Informes de Auditoría de la Contraloría General de la República de 2016 y posteriores, la salida de Alicia Lagno de SERNAPESCA (y luego de SUBPESCA) la salida del Director Ejecutivo del SEA- Los Lagos después de 35 años de prestaciones de favores a la Industria tóxica, entre otras…

 Pero no es suficiente.

 Mientras se mantenga la corrupción, la falta de servicio, como guía para la acción en los servicios públicos que deben defender el mar, nuestra Soberanía Alimentaria seguirá en peligro. Mientras se mantengan las balsas-jaulas salmoneras y las miticulturas destruyendo el mar día tras día, nuestra Soberanía Alimentaria estará bajo ataque.

 Decenas de personas han intentado una lucha franca contra la Industria, pero han descuidado un tema central: que la Salmonicultura no es sólo basurales en las playas y en el fondo del mar.

 La Salmonicultura es un problema POLÍTICO y que se debe abordar como tal. La Salmonicultura es una actividad degradante que está  protegida por múltiples actores, además de los Gobiernos y por lo tanto, para enfrentarla, se debe enfrentar…. con los “precisos”, sólo con los "precisos".

 Ni uno más…. Ni uno menos.

 

Héctor Kol

Patagonia sin Represas… Sin salmoneras

Mayo de 2022.

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 6 de junio de 2018

CORRUPCIÓN Y ACUICULTURA EN CHILE (I): Los Casos de Lago Chapo y Lago Llanquihue.


LA CORRUPCIÓN EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS COMO AMENAZA AL PATRIMONIO NATURAL Y BIODIVERSIDAD

 Los Casos de Lago Chapo y Lago Llanquihue ocupados por la Industria salmonera. 

 Por Héctor Kol

Presentación ante el Congreso Nacional de Comunidades Patrimoniales. 
Encuentro Regional Sur.
Universidad de Los Lagos, Puerto Montt, Mayo de 2018.



En abril de este año, en una entrevista concedida por el Contralor General de la República, Jorge Bermúdez, a CNN-Chile, el funcionario señalaba lo siguiente:

“SI… Cuando los servicios públicos no hacen su pega, cuando incurren en ‘falta de servicio`, eso debe ser considerado como CORRUPCIÓN…”

(Jorge Bermúdez. Contralor General de la República. Entrevista con Tomás Mosciatti, CNN- Chile, 22 de abril de 2018)

Después de más de una década batallando en estas Regiones Australes para que la Industria Salmonera cumpla las normas, las leyes, las disposiciones reglamentarias que evidentemente son insuficientes, ineficientes y permeables a todo tipo de infracciones e influencia política, mi opinión es que la principal amenaza al Patrimonio Natural de todos los chilenos, de esos lagos, ríos y mar de una Patagonia “prístina” que sólo existe en los catálogos de las agencias de viajes y discursos de las ONGs ambientalistas que están en Santiago, es LA CORRUPCIÓN, manifestada esta en la “falta de servicio” que señalaba el Contralor.

Y esta corrupción (falta de servicio) fue verificada por la misma Contraloría General de la República (CGR) en el año 2016, cuando realizó Auditorías al órgano fiscalizador de la acuicultura (SERNAPESCA) y al órgano regulador de esta actividad (SUBPESCA) para establecer qué tanto de sus funciones prescritas por Ley cumplieron ambos servicios del Estado en el periodo 2011 a 2015, es decir, durante 5 años continuos.



Y el resultado fue el esperado para los que hicimos las denuncias respectivas (nuestro Comité, el Comité Pro-Defensa de la Flora y Fauna, CODEFF y la ONG Real-Chile).

En el caso de la auditoría a SERNAPESCA, la CGR señaló que durante el periodo auditado (5 años) SERNAPESCA permitió que decenas de centros de engorda de salmónidos operaran FUERA de sus concesiones autorizadas, que entregaran informes ambientales falsos que fueron certificados por SERNAPESCA y que tales infracciones fueron ocultadas por este servicio, sin informarlo a “las autoridades competentes”, es decir, a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, para que esta procediera a la CADUCIDAD de las concesiones acuícolas que no fueron ocupadas en este periodo, porque los salmoneros operaron FUERA de ellas.



Respecto del organismo “regulador”, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) la CGR señaló que ni siquiera contaba con un catastro actualizado de los proyectos salmoneros. Es decir, la SUBPESCA “regula” una actividad que ni siquiera sabe dónde está…

La imagen de la Figura 4 corresponde al resultado de las auditorías de la CGR, con decenas de centros que no sólo operaron fuera de sus concesiones en el periodo de 5 años investigado, sino que además presentaron informes no-veraces o falsos respecto del estado ambiental del sitio donde ubicaron sus balsas-jaulas. Como ven, sin importar el status administrativo que tenga un sector o área de esta Patagonia agredida, sin importar  si es un Parque Nacional, una Reserva Nacional o un Santuario de la Naturaleza, la Industria salmonera operó donde se le vino en gana, aprovechando que la “falta de servicio”, es decir, la corrupción, caracterizó a  los servicios públicos que debían “regularla” y “fiscalizarla”.
  



¿Ha terminado esa corrupción?

En estos últimos meses, nuestro Comité ha seguido, investigado y denunciado el caso del Lago Chapo de nuestra Comuna de Puerto Montt, en un trabajo que se inició en forma conjunta con un Concejal de esta comuna, pero que ahora hacemos en solitario pues nosotros trabajamos para el bien común y no para darle contenido a una coalición política.

El Lago Chapo se ubica entre dos Áreas Silvestres Protegidas del Estado: el Parque Nacional Alerce Andino y la Reserva Nacional Llanquihue, que ostentan ese status por su biodiversidad, por contener monumentos naturales, por su belleza escénica y su valor  ecológico.

En septiembre del 2017, en las playas del sector El Desagüe de este Lago intermedio entre dos Áreas Silvestres Protegidas del Estado, uno de nuestros integrantes detectó el basural que se muestra en la Figura 6 siguiente:



En nuestra primera denuncia ingresada en septiembre de 2017 a la Gobernación Marítima de Puerto Montt atribuimos este basural al desarme de un centro de cultivo de salmónidos de la empresa AGUAS CLARAS que operaba frente a este sector. En las investigaciones que realizamos posteriormente, detectamos las operaciones acuícolas ilegales que se aprecian:


La empresa AGUAS  CLARAS (Filial de AQUACHILE) estaba operando fuera de su concesión acuícola al menos desde el año 2005, como muestra esta imagen en Google Earth, fechada en junio de 2005. Y no sólo eso, sino que además ocupaba 100 veces más superficie de lago que la concedida (0,07 hás), 100 veces más de la superficie por la que paga una patente acuícola.

A junio de 2016, es decir, 11 años después de obtenida la imagen anterior, esta era la situación: AGUAS CLARAS mantenía dos grupos de instalaciones de producción de salmónidos, una de ellas a más de un kilómetro al sur-weste de la única concesión acuícola otorgada en el sector: la que debiera operar un centro de cultivo con el número 100394 del Registro Nacional de Acuicultura (RNA).



A diciembre de 2017, esto era lo que se observaba frente al Sector El Desagüe: un centro de cultivo de un módulo o tren de balsas-jaulas había sido repuesto en un sector sin concesión acuícola y al norte y sur de este, AGUAS CLARAS había acopiado estructuras metálicas y pontones (bodegas) flotantes. Todo ello, en un sector SIN CONCESIÓN ACUÍCOLA.


Nuestras denuncias fueron contestadas por la Gobernación Marítima de Puerto Montt en oficios de diciembre de 2017 y enero de 2018. En el primero de ellos, que muestra la imagen, se nos ratifica que AGUAS CLARAS se encuentra operando fuera de la concesión acuícola otorgada al centro de producción RNA 100398. La orden de la Armada es “regularizar” su ubicación, es decir, reinstalar el centro de cultivo en su concesión.


En su oficio de enero de 2018 que aparece en la Figura 11, la Gobernación Marítima nos aclara más esta situación de ocupación y operaciones acuícolas ilegales de la empresa AGUAS CLARAS en el Lago Chapo.

Como señala el oficio, parte de las estructuras denunciadas corresponderían a otro centro de cultivo, identificado con el RNA 101291, que tendría 6 hectáreas de superficie PERO QUE NO CUENTA CON CONCESIÓN ACUÍCOLA OTORGADA.



La orden de la Gobernación Marítima a la empresa fue, entonces, desalojar tales estructuras (1 módulo de cultivo) mientras “aclaraba” su situación, es decir, mientras aclaraba qué hacía operando en un sector donde no cuenta con concesión acuícola para hacerlo y no paga un peso al estado por 6 hectáreas de superficie lacustre que ocupa desde hace 12 años.

En consecuencia, esta imagen de la Figura 12 resume la situación denunciada inicialmente en Octubre de 2017:

Aguas Claras ha operado, durante más de una década, DOS CENTROS DE CULTIVO en un sector colindante al Parque Nacional Alerce Andino, donde NO CUENTA CON CONCESIONES ACUÍCOLAS OTORGADAS y ha mantenido sin operaciones la concesión acuícola efectivamente otorgada, incurriendo en la causal de caducidad que contempla la Ley General de Pesca y Acuicultura.


Hemos solicitado, desde Septiembre de 2017, la caducidad de esta concesión y el desalojo de estas instalaciones ilegales. Hemos recurrido a la Gobernación Marítima, a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, a la Contraloría Regional de la República y a la Superintendencia del Medioambiente a fin de reestablecer el cacareado “Estado de derecho” en este Lago de la comuna de Puerto Montt.

Y a pesar de todo lo anterior, esta es la situación que hemos detectado en Marzo de este año, 5 meses después de nuestras iniciales denuncias:


 Como ven en la imagen, AGUAS CLARAS ha completado un centro de cultivo con tres módulos o trenes de balsas-jaulas, en un sector sin concesión acuícola y haciendo caso omiso de la orden de desalojo dada por la Armada de Chile.

¿Es esto “falta de servicio”? ¿Es esto CORRUPCIÓN? Aún no nos responde la Contraloría; tampoco han sido desalojadas estas estructuras desde una ocupación ilegal y no se nos ha comunicado la caducidad de la concesión acuícola abandonada por AGUAS CLARAS al menos en la última década.

Esta práctica de operaciones acuícolas ilegales se repite en Lago Llanquihue, rodeado de volcanes nevados y escenario natural de la Capital chilena del Turismo: Puerto Varas.

Allí existen unas 14 concesiones acuícolas para salmonicultura, de las que se muestran 12 de ellas con íconos amarillos (las restantes están en proceso de verificación de posición). En todas ellas se producen esmolts, salmones juveniles que luego son engordados en centros salmoneros ubicados en ambientes marinos.



Dos de estas concesiones se muestran en la siguiente imagen de la Figura 15, que corresponde a una captura de Pantalla del Visualizador de Mapas de SUBPESCA, el órgano “regulador” de la acuicultura.

Como se aprecia en la imagen sin fecha, estas dos concesiones de AQUACHILE, otorgadas en el Sector Yerbas Buenas, a los pies del Volcán Osorno,  no están siendo operadas, pues los centros de cultivo se encuentran FUERA de los polígonos otorgados, es decir, realizan operaciones de cultivo ilegales y en sectores no-concedidos.


Y esta Figura 16, correspondiente a una imagen de Google Earth fechada 24 de enero de 2017, muestra la concesión acuícola otorgada por Res (M) 273/1988 y que debiera operar el centro de cultivo RNA 100369 de AQUACHILE, con sus coordenadas actualizadas. FUERA de ella se encuentran las balsas-jaulas.


Pero este centro de cultivo no sólo produce salmones juveniles ilegales, que debieran ser incautados por SERNAPESCA tal como le quita los peces a la pesca artesanal cuando los pescadores sacan congrios, merluzas, rollizos y róbalos de manera “ilegal” en el mar que han ocupado durante 3 mil años.

Este centro TAMBIÉN produce peces enfermos, con enfermedades virales y bacterianas que aparecen en esta imagen, como la Enfermedad Bacteriana de Riñón (BKD) Necrosis Infecciosa Pancreática (IPN, viral) o Flavobacteriosis (bacteriana) en el periodo 2010 a 2017 que se muestra en la imagen. Ése es el "éxito" que hoy AQUACHILE quiere llevar a Oslo (Noruega) para venderlo como acciones a más de algún iluso que ignora lo que ocurre en los lagos y mares del Fin del Mundo.

 

Y en todo el Lago Llanquihue sucede lo mismo: producción ilegal de peces… y de peces enfermos, como muestra esta imagen, donde cada ícono representa una enfermedad viral o bacteriana que se produce en los centros de cultivo ubicados en este espléndido Lago que baña las riberas de la capital Chilena del Turismo. Los íconos que ven “en tierra”, fuera del Lago, corresponde a las pisciculturas que intervienen ríos y donde se cultivan las ovas de salmón hasta que alcanzan su estado de “alevines” antes de llevarlos a los lagos para su segunda fase de crecimiento: la esmoltificación.

En todos los lagos intervenidos por la Industria Salmonera, se ingresan peces enfermos, criados primeramente en pisciculturas biológica y viralmente contaminadas…



  
La Figura 19 muestra el resultado del traslado al mar de esta producción muchas veces ilegal de peces enfermos. Cientos de centros salmoneros “de engorda”, donde se finaliza el proceso productivo de la salmonicultura, declaran las mismas enfermedades que se detectan en los centros de producción de esmolts y en las pisciculturas de producción de alevines.

Cientos de centros salmoneros que ocupan toneladas de antibióticos para controlar las enfermedades bacterianas que llegan al mar portadas por los esmolts enfermos que se producen en nuestros lagos, cientos de centros de engorda de salmónidos que ocupan millones de litros de desinfectantes tóxicos para el ambiente acuático-marino para control de enfermedades virales.


Y esto ocurre porque el control sanitario, la bio-seguridad, también está en manos de SERNAPESCA, que es incapaz de detectar que un centro opera a más de un kilómetro de su concesión otorgada, como lo señaló la Contraloría en el año 2016 o que certifica producciones ilegales en centros que operan sin contar con concesión acuícola otorgada, como ocurre en el Lago Chapo.

Resultaría una ilusión esperar que ese servicio fuese capaz de evitar que peces enfermos, trasladados en aguas contaminadas, no llegasen al mar.

ESE SERNAPESCA, tal como está a pesar de la Auditoría de 2016, que sigue funcionando con la misma destreza y dedicación que mostró en los 5 años en que fueron auditados sus procedimientos, es la que se pretende “reforzar” o “potenciar”  en próximas iniciativas legales que se tramitarán en el Congreso Nacional y donde, sin dudas, serán aprobadas, porque si hay una institución donde la “falta de servicio” reina, ese es el Congreso Nacional.

En el Congreso Nacional, SERNAPESCA, SUBPESCA y la Armada de Chile se encuentran entre iguales.

Muchas Gracias.

Héctor Kol
Patagonia Sin Represas... Sin Salmoneras
Mayo de 2018