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viernes, 22 de septiembre de 2017

SALMONICULTURA INTENSIVA EN ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS DEL ESTADO: ¿UNA CONTRADICCIÓN VITAL?

SALMONICULTURA INTENSIVA EN ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS DEL ESTADO: ¿UNA CONTRADICCIÓN VITAL?

Por Héctor Kol
Asesor Acuícola
Programa Marino CODEFF
Para IMPAC4- Chile 2017.


Nuestros antecesores han expuesto acerca de la importancia y viabilidad de aplicación del principio “Precautorio” para detener, corregir o denunciar proyectos de inversión con un impacto ambiental que puede ser irreversible o imposible de mitigar.

Por supuesto, en la institucionalidad chilena está presente el “Principio Precautorio” en la Ley de Bases del Medioambiente, así como otros “principios” universales propios del Modelo de Desarrollo Sustentable al que aspiran o dicen aspirar nuestros Estados.

Para CODEFF, nos resulta entonces inexplicable que en el Sur de Chile, en la Patagonia chilena, ocurran tantas desgracias y desastres ambientales protagonizados por la Industria Salmonera.

Si el Estado chileno ha adherido al Modelo de Desarrollo Sustentable, donde el “Principio Precautorio” es una de sus piedras angulares, ¿cómo es que tenemos centros de engorda de salmónidos obteniendo producciones en sitios donde las Capacidades de Carga son DESCONOCIDAS? ¿Cómo, entonces, el Estado permite que para el control de múltiples enfermedades virales, bacterianas y parasitarias que afectan a la Industria Salmonera que opera en Chile, se usen productos químicos en cuyas fichas técnicas o de seguridad, se señala, EXPLÍCITAMENTE, que son peligrosos para el ambiente acuático? ¿Por qué NO HAY limitaciones al uso de antibióticos en la salmonicultura chilena y sólo se regula la presencia de trazas de antimicrobianos en el producto final?

 A este, nuestro Estado chileno, ¿de verdad le preocupa la aparición de cepas bacterianas multi-resistentes a los antibióticos en los sedimentos marinos que reciben alimentos para salmones CON antibióticos, resistencias que pueden ser transferidas a bacterias causantes de enfermedades humanas?. Y si al Estado chileno de verdad le preocupa, ¿entonces por qué no aplica el “principio precautorio” y prohíbe la administración de medicamentos disueltos en los alimentos para salmones, que si no son digeridos, quedan disponibles también para las especies acuáticas silvestres, peces y filtradores, que también se consumen y sin test para detectar trazas de medicamentos?

Nuestra tesis es que no bastan sólo las leyes y reglamentos existentes y por crearse para la regulación y control de la Industria Salmonera. Lo principal es que exista un Estado y servicios estatales (servicios públicos) dispuestos a hacerlos cumplir para que no se intensifiquen los daños que relataremos a continuación.

En Chile, un centro de cultivo autorizado para producir intensivamente (es decir, con administración de alimentación artificial) 400 toneladas/año de salmónidos, puede obtener autorización para producir 5 mil toneladas/año de salmónidos sólo presentando un formulario, en el mismo espacio y en total ausencia de estudios de “capacidad de carga”  del sistema intervenido, es decir, en total desconocimiento acerca de las capacidades de absorber, degradar o al menos diluir y dispersar los cientos de toneladas de materia orgánica de desecho que se depositan en los sedimentos marinos bajo las balsas-jaulas. Y en total ausencia, por lo demás, de la aplicación del “principio precautorio” contenido en la institucionalidad ambiental chilena.



Es el caso que muestra la DIAPO 1, en un conjunto de concesiones acuícolas de la empresa salmonera VENTISQUEROS (de capitales alemanes) que se ubican en el Canal Cholgo, Comuna de Hualaihué, Región de Los Lagos, en la Patagonia chilena.





Cada una de estas concesiones tiene una superficie de 9 hectáreas y se distribuyen en un espacio de apenas 34 hectáreas, como muestra la DIAPO 2. En Chile, las concesiones acuícolas se otorgan en unidades de superficie aunque lo que se ocupa para la crianza de peces son VOLUMENES.

Hasta marzo de 2012, los centros de engorda que operaban estas concesiones acuícolas tenían autorizada una producción conjunta de 970,2 toneladas/año de salmónidos. A partir de esa fecha, sin estudios de capacidad de carga de por medio, sin aplicación del Principio Precautorio incluido en la institucionalidad chilena, estos centros de engorda están autorizados para producir, en conjunto, 15 MIL TONELADAS/AÑO DE SALMÓNIDOS, esto es, 15 veces más que lo originalmente autorizado… sin una sola evidencia de la capacidad de este espacio para soportar las descargas orgánicas y de residuos de productos químicos propias de tamaña producción.

Así, esta total displicencia y descuido del Estado chileno por salvaguardar la integridad ambiental de los sistemas acuáticos intervenidos por la Industria Salmonera, esta total ausencia de estudios de Capacidades de Carga y total indiferencia por la aplicación del Principio Precautorio contenido en una institucionalidad ambiental QUE NO FUNCIONA cuando de la salmonicultura se trata, ha generado que decenas de sitios de mar y lagos de la Patagonia presenten condiciones “anaeróbicas” en donde operan centros de producción intensiva de salmónidos.

La Ley General de Pesca y Acuicultura chilena señala a la “condición anaeróbica” como una condición en la que no es posible la vida acuática y ordena se reglamenten las medidas de protección  para que los establecimientos de acuicultura operen según las capacidades de carga de los sistemas acuáticos intervenidos:



“…Artículo 87.- Por uno o más decretos supremos expedidos por intermedio de los Ministerios de Economía, Fomento y Reconstrucción y del Medio Ambiente, previo informe técnico fundado de la Subsecretaría y previa consulta a la Comisión Nacional de Acuicultura y al Consejo Zonal de Pesca que corresponda, se deberán reglamentar las medidas de protección del medio ambiente para que los establecimientos que exploten concesiones o autorizaciones de acuicultura operen en niveles compatibles con las capacidades de carga de los cuerpos de agua lacustres, fluviales y marítimos, que asegure la vida acuática y la prevención del surgimiento de condiciones anaeróbicas en las áreas de impacto de la acuicultura…

Resulta OBVIO que para reglamentar la operación de instalaciones de acuicultura de acuerdo a las capacidades de carga de los sistemas acuáticos donde se ubican, es IMPRESCINDIBLE determinar cuál es esa “capacidad de carga”, es decir, es necesario realizar los estudios que sustenten los reglamentos y medidas que hasta hoy se basan únicamente en la prehistórica  ideología de la “infinitud de los recursos”.

Como lo hemos señalado, esos “estudios” NO EXISTEN para ninguno de los sistemas intervenidos por la Industria Salmonera en Chile y recientemente, el servicio público encargado de la regulación de la actividad acuícola en Chile, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) nos ha señalado que no se sienten obligados a hacerlos:

          



Y los resultados de esta interpretación de la Ley de Pesca que hace la SUBPESCA se muestran en esta Diapositiva 4 para la Región de Los Lagos y su Mar Interior de Chiloé.
Decenas de centros de producción de salmónidos han generado en lagos, fiordos y canales de esta Región, que generaba el 70% de los productos del mar que consumían los chilenos, condiciones donde la vida acuática es imposible, es decir, condiciones “anaeróbicas” en el periodo 2010 a 2015, según la información que provee una oficina estatal, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, SERNAPESCA.

Entre estos sectores, el Fiordo Comau, cuyo valor biológico y ecosistémico se ha degradado de una manera acelerada, como lo reporta la Fundación Huinay también presente en este evento.


Mientras tanto, para mantener a los salmones con vida, las empresas salmoneras deben suministrarles oxígeno a través de estaciones de oxigenación como la que muestra la fotografía de la Diapo 5, correspondiente a un centro de engorda de la empresa Marine Harvest en el Estuario del Reloncaví, Región de Los Lagos. No hay suficiente oxígeno disuelto en la columna de agua en el Estuario del Reloncaví como para mantener con vida a los miles de peces cautivos de los centros de engorda de salmónidos.



Ciertamente, las salmoneras han creado condiciones ambientales donde la vida acuática es imposible gracias a reglamentos y medidas elaborados sólo en base a supuestos.

La Región de Aysén, donde CODEFF desarrolla su labor en defensa del Mar Patagónico, no ha escapado a la indiferencia del Estado por preservar su ambiente marino.

Desde inicios de los años ’90, la Industria Salmonera ocupó la Región de Aysén a lo largo y ancho de esta, sin restricciones, sin precaución alguna y sin estudios de capacidad de carga, hasta llegar a la situación que muestra esta Diapositiva, con una numerosa presencia de centros de engorda en la Reserva Nacional Las Güaitecas, área protegida del Estado.


Aunque en la Región de Aysén existe una Zonificación del Uso del Borde Costero culminada en el año 2005 y donde se establecieron amplios sectores de protección y preservación ambiental en el Mar de Aysén, nunca fue considerada para limitar la ocupación de estos sectores por la Industria Salmonera.

La “institucionalidad ambiental” chilena no contempla estos procesos de ordenamiento marítimo en sus procesos de evaluación del impacto ambiental de los proyectos salmoneros y la misma Política Nacional de Uso del Borde Costero es sólo eso: una declaración de buenas intenciones. Ni siquiera es una Ley…

Y los resultados de esta ocupación incluso de sitios seleccionados para fines de conservación, no podían ser distintos a los que ya mostramos en la Región de Los Lagos.




 En el periodo 2010 a 2015, decenas de centros de producción de salmónidos ubicados en esta Región han generado condiciones donde la vida acuática es imposible, incluso en áreas protegidas del Estado, es decir, en sectores bajo protección oficial, como lo es la Reserva Nacional Las Güaitecas, el Santuario de la Naturaleza Estero Quitralco y las aguas interiores del Parque Nacional Isla Magdalena.

También en sectores de interés para la creación de áreas marinas protegidas, como Rada Palena y Seno Melimoyu, han proliferado los puntos donde las salmoneras han colapsado el sistema marino.

La Región de Magallanes no escapa a esta situación de colapso ambiental y ya en el año 2014 REAL-Chile denunció la aparición de condiciones anaeróbicas en numerosos centros de engorda de salmónidos emplazados en el Estero de Poca Esperanza, al sur de la ciudad de Natales. Varios de ellos generaron el colapso ambiental tras su primera producción de salmónidos.

La generación masiva de condiciones “anaeróbicas” por las descargas derivadas del proceso de engorda de salmónidos se complementa con un número aún mayor de centros que están afectados por enfermedades de todo tipo, todas ellas obligando a la aplicación de antimicrobianos, pesticidas o desinfectantes para su control.

En los sitios de mar, la principal enfermedad en cuanto a las mortalidades que provoca (un 30% de la producción anual) es el Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) de origen bacteriano y que induce a la aplicación de antibióticos a tasas que con justa razón se considera irracional.



La DIAPO 9 muestra el consumo de antibióticos (gramos de principio activo por tonelada de salmón producida) que Marine Harvest declara, en su Reporte Anual 2015, para sus distintas unidades de producción en el mundo para el periodo 2010 a 2015. Como se aprecia, Chile es la unidad con un consumo absolutamente ajeno al resto de las unidades que Marine Harvest mantiene en el mundo.



Pero la misma empresa ha declarado consumos de antibióticos aún superiores en sus unidades en Chile, en años de grandes crisis sanitarias.





Esta Diapo corresponde al Reporte de Sustentabilidad 2008 de esta empresa, donde se señala que mientras la unidad noruega consumió 0,02 gramos de antibióticos (principio activo) por cada tonelada de salmón producida en Noruega el año 2007, el mismo año la unidad chilena consumió 732 gramos por tonelada de salmón, es decir 36 MIL VECES MÁS…para igual producto…en la misma empresa.

La Industria Salmonera que opera en Chile se defiende de las acusaciones de irracionalidad en su consumo de antibióticos alegando que en Noruega no existe el SRS, cuyo combate concentra el 90% del consumo de antimicrobianos… Pero lo que no señala la Industria es que el SRS llegó con ella… Es decir, que no había SRS en Chile porque, precisamente, no había salmoneras…

Y este consumo irracional de medicamentos se extiende a lo largo y ancho del Mar de la Patagonia chilena y en especial en Aysén, donde se obtiene la mayor parte de la producción chilena de salmón.



La Diapositiva muestra los centros afectados por SRS en el mar de Aysén al año 2010, donde 52 centros de engorda declararon la presencia de SRS en sus cultivos. Al año 2013, el número de centros de cultivo ubicados en Aysén y afectados por SRS, se había CUADRUPLICADO, como muestra la Diapo 10. Finalmente, en el año 2015, la cantidad de centros de engorda de salmónidos con presencia de SRS alcanzaba a 221, más de 100 de ellos en la Reserva Nacional Las Güaitecas y cerca de 40 en las aguas interiores y canales adyacentes del Parque Nacional Isla Magdalena.









El SRS es sólo una de las enfermedades que induce al uso de productos químicos dañinos o peligrosos para el ambiente acuático en la Industria Salmonera que opera en Chile.

La infestación por el piojo de mar (“sea lice”) Caligus rogercresseyi parece incontrolable para la Industria y volúmenes no determinados, ni controlados de pesticidas como CIPERMETRINA y DELTAMETRINA se usan para su control.

La infestación por Caligus sp se conoce como “Caligidosis” y la DIAPO 14 muestra la distribución de los 233 centros de engorda de salmónidos que declararon infestación en la Región de Aysén en el año 2014. Como se aprecia en esta DIAPO, la mitad de estos centros infestados se ubicada dentro de la Reserva Nacional Las Güaitecas.




La DIAPO 15 muestra los 148 centros de engorda que en el año 2014 declararon uso de los pesticidas CIPERMETRINA y/o DELTAMETRINA en el control de Caligidosis al 2014. La mayor parte de los centros donde se aplicaron estos productos se encuentran en la Reserva Nacional Las Güaitecas.



La aplicación de pesticidas se realiza mayoritariamente por “baños”, es decir, mediante la inmersión de los peces en bateas con una solución de pesticidas. La cantidad de baños, la concentración del producto y el destino de las aguas residuales de estos tratamientos es una información no disponible para el conocimiento público, pero una noticia aparecida en la revista AQUA respecto a un nuevo producto del Laboratorio Bayer, que tiene como principio activo el pesticida AZAMETIFOS:

“…Desde Bayer destacaron que de los 701 tratamientos con azametifos realizados en Chile entre marzo de 2013 y 2014 para 252 centros de cultivo, el 70,6% ha tenido entre uno y tres baños; el 23,6% entre cuatro y seis baños; el 4,4% entre siete a nueve baños, y el 1,2% entre diez a más baños…”
(Revista AQUA, 14 de abril de 2014)
En consecuencia, cada centro de engorda de salmónidos ubicado en el Mar de la Patagonia, no es sino un foco infeccioso activo o posible, que no solo demuestra la inviabilidad e insustentabilidad ambiental de esta Industria y la permisividad del Estado para tolerar aún su existencia, sino que también  pone en duda la viabilidad de proyectos de creación de áreas marinas protegidas manteniendo en su espacio de interés estos focos infecciosos.
  
Centros de Engorda operando fuera de concesiones otorgadas. Caso Estero Quitralco

El trabajo de monitoreo de esta actividad productiva que realiza CODEFF en la Región de Aysén, principalmente, aborda también las infracciones reiteradas de esta Industria a una reglamentación y regulación cuyas deficiencias y debilidades hemos expuesto, infracciones que también se cometen en áreas protegidas de Estado y que hemos denunciado recientemente para el caso del Estero Quitralco, donde, entre otras cosas, los centros de engorda han operado por años fuera de las concesiones acuícolas otorgadas aun cuando la Ley General de Pesca y Acuicultura señala, explícitamente, que las operaciones de acuicultura sólo pueden realizarse dentro de las concesiones acuícolas (superficies de mar y de fondo) otorgadas.

El 7 de noviembre de 1996, bajo el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el Ministerio de Educación promulgó el Decreto Exento Nº 600 que declaró al Estero Quitralco (Comuna de Aysén, Región de Aysén) como “Santuario de la Naturaleza”, en razón de una especial preocupación del gobierno de la época por la “mantención y el resguardo de las especiales características ambientales” de este fiordo y que se describen en el Decreto citado[1]:

“…En dicho estero existe una serie de especies de fauna y avifauna, tales como la garza cuca, el gato huillín, el pato lile, el pato vapor y ocasionalmente toninas y cetáceos, para quienes es vital la conservación de su ecosistema…”

La Diapo 16 muestra una imagen satelital que demuestra que dos centros de engorda de salmónidos que operan concesiones acuícolas otorgadas a la empresa ACUINOVA (hoy, operadas por Marine Harvest) excedieron con sus estructuras de cultivo (“cages” o balsas-jaulas) los límites de la concesión acuícola correspondiente, representadas por polígonos rojos. Como se muestra en el recuadro de esta Diapositiva, es físicamente imposible que las estructuras de cultivo dispuestas por la empresa ACUINOVA RNA 110108 quepan dentro del espacio concedido.


La Diapo 17 corresponde a una captura de pantalla del mapa oficial de concesiones acuícolas (“Visualizador de Mapas”) que publica la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA). Como muestra la imagen, obra en poder de este servicio estatal la información visual que da cuenta de estas operaciones ilegales del centro de cultivo RNA 110108, donde probablemente se obtenga más producción de la autorizada dada la cantidad de balsas-jaulas “extras” que ocupa.



La Diapo 18 muestra dos centros de engorda de salmónidos, ubicados también dentro del Santuario de la Naturaleza que ubicaron sus estructuras de cultivo a más de 300 metros FUERA de las concesiones acuícolas otorgadas.



La Diapo 19 que observan también corresponde a una captura de pantalla de la información oficial sobre concesiones acuícolas que obra en poder de SUBPESCA. Como pueden apreciar, este servicio estatal tiene una información que le señala que en este centro de engorda, ubicado en un Santuario de la Naturaleza, estructuras de cultivo operan FUERA de la concesión otorgada, en una abierta infracción a la legalidad vigente.



CODEFF ha denunciado al menos 50 centros de engorda que operan fuera de sus concesiones en áreas protegidas del Estado, como Estero Quitralco, la Reserva Nacional Las Güaitecas y en los canales adyacentes al Parque Nacional Isla Magdalena.

Pero también lo ha hecho en sitios que entendemos, son de interés para el establecimiento de áreas marinas protegidas del Estado, como es el Caso de Rada Palena- Bahía Añihué.

En Bahía Añihué, en el límite norte continental de la Región de Aysén, la empresa AQUACHILE tiene tres concesiones acuícolas operadas por los centros de engorda de salmónidos RNA 110402, 110407 y 110412. Todas ellos han operado FUERA de sus concesiones acuícolas, obteniendo producciones que debieron ser incautadas por los servicios fiscalizadores de la actividad acuícola.

La DIAPO 20 muestra como AQUACHILE ubicó la totalidad de sus estructuras de cultivo fuera de la concesión acuícola otorgada a más de 140 metros al sur de esta. La DIAPO 21 muestra el centro de engorda RNA 110407 operando, también, completamente fuera de la concesión otorgada.









Finalmente, la Diapo 22 muestra que AQUACHILE RNA 110412 cumple con la las disposiciones de la Ley de Pesca sólo… en la medida de lo posible…





Todos estos casos han sido denunciados por CODEFF a los organismos estatales correspondientes, sin respuesta hasta hoy. Pero además de la responsabilidad del Estado en este encubrimiento a operaciones salmoneras ilegales en sitios o sectores que están bajo su protección, también está la irresponsabilidad de Fundaciones y organizaciones  medioambientales que se prestan para que estas operaciones ilegales se realicen, si tienen éxito en sus propuestas, en sitios protegidos, como Áreas Marinas Protegidas similares a la que se pretende instalar en este sector de la Región de Aysén donde operan al menos tres centros de engorda ILEGALES.

Estas infracciones reiteradas, así como las distintas enfermedades que afectan a la Industria Salmonera que opera en Chile, son una señal que pone en duda la viabilidad de proyectos de creación de áreas marinas protegidas que mantendrían a estas instalaciones dentro del espacio marino a proteger.

Si la Industria Salmonera ya se comporta al margen de las leyes y reglamentos incluso en sectores ya considerados como áreas protegidas del Estado, ¿qué les impediría seguir infraccionando las normas ante la imposibilidad de los propios servicios estatales fiscalizadores de realizar inspecciones sorpresivas o sin aviso previo, ante la carencia de embarcaciones para navegar o ante la misma tolerancia de estos servicios para permitir  sobre- producciones de salmónidos u operaciones ilegales, fuera de las concesiones otorgadas?

¿Existe una fórmula para evitar que eso suceda dentro de estos sectores ya protegidos y aquellos, como la Bahía Añihué, que se quiere proteger? ¿De qué manera se quiere solucionar el estado permanente de crisis sanitaria que afecta a la Industria salmonera y que aquí hemos mostrado?

¿Se puede asegurar que en los sectores marinos que se busca proteger, ya no habrá infestación por Cáligus, ni infecciones por SRS, ni uso de antibióticos, pesticidas y desinfectantes tóxicos o peligrosos para el ambiente acuático?

Hemos venido a exponer una mínima parte de los antecedentes e investigaciones que hemos realizado y de las denuncias que hemos formulado ante el mismo Estado y sus servicios que fundamentan las interrogantes planteadas.

Esperamos que estos antecedentes sean considerados a la hora de que organizaciones con las que compartimos el mismo interés de protección del medio acuático marino, decidan mantener o no, dentro de los sectores que promueven como áreas marinas protegidas, las operaciones de una Industria Salmonera que no tiene por objetivo la protección del mar, ni puede controlar sus distintas epidemias,  como creemos haber demostrado.

Dejamos, finalmente, para la discusión y el debate una eventual resolución a esta contradicción que nos parece evidente entre Salmonicultura Intensiva y protección del medioambiente marino.

Muchas Gracias.


Héctor Kol
Programa Marino CODEFF
Para IMPAC4
La Serena, Chile, Septiembre de 2017



[1] Disponible en https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=21540

martes, 28 de junio de 2011

La Caída del Halcón Naranja

Del Salmo salar al Salmo “polar”.

“Vuelve…

Hoy comprendo que te amo

Estoy solo y te extraño…

Vuelve…”

(Ricardo Fogli, cantante italiano)

Por Héctor Kol

Patagonia Chilena, Junio 2011.

www.sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com

Algunos de mis amigos y cercanos me han hecho sentir como si estuviera faltando a una obligación al no referirme a la partida de César Barros desde las vísceras de la “exitosa” Industria Salmonera y su arribo a la no menos “exitosa” empresa del retail LA POLAR.

Debe ser porque alguna vez el reconvertido dirigente señaló a sus cercanos que yo era el principal enemigo de la Industria tóxica a la que él le prestaba servicios distinguidos.

Cualquiera podía ser enemigo de una industria que violaba las normas que ella misma escribía y las leyes que promulgaba la Bancada Salmonera que encabezaba el ahora ECO-SENADOR Horvath. No hay mérito alguno en ser enemigo de una industria que vivió de los subsidios estatales y de la explotación laboral y de la Naturaleza. Es una obligación serlo.

Pero es verdad. No había querido referirme a esa pérdida de categoría del ilustre sofista y dirigente de Colo Colo porque entiendo este cambio de trinchera como un descenso, algo parecido a lo que le ocurrió a River Plate de Argentina gracias a los “exitosos” dirigentes que se hicieron cargo de esa tremenda institución deportiva.

Con su partida a LA POLAR, César se fue a la “B”…

En efecto, César Barros llega a LA POLAR para convencer a apenas 420 mil personas de que el negocio es “exitoso” y que las repactaciones unilaterales de deudas, donde el que debía 100 quedó debiendo 500 o más, es parte de ese éxito. No por nada, hasta antes del escándalo denunciado por el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) a principios de Junio, LA POLAR era una empresa “top ten” entre las acciones mejor transadas en la Bolsa de Valores de Santiago, donde pululan los expertos y doctorados en las nuevas Ciencias Ocultas: las Ciencias Económicas…

En sólo una semana, las acciones de LA POLAR habían caído en un 70% su valor especulativo. No es que hayan desaparecido el 70% de los refrigeradores de LA POLAR, ni el 70% de las cocinas a gas, ni el 70% de las estufas ni el 70% de los vendedores ni similar porcentaje de sus graciosas promotoras. Lo que desapareció fue el 70% del valor inventado por los economistas imitadores del Mago Merlín.

¿Qué tiene de mérito hacerse cargo de esa tarea cuando acá, en todo el Mar Austral, César Barros se hizo cargo de otro fraude, el de la Industria Salmonera, convenciendo a MILLONES de personas (y no sólo a miles) respecto del “éxito” de una Industria que nunca tuvo posibilidades de triunfar y que terminó devorada por piojos, bacterias, hongos y virus?

¿Qué mérito puede tener si llega a convencer al Director del SERNAC para que retire las demandas que ha presentado contra sus ahora empleadores, si durante 4 años mantuvo “viva” a una Industria que desapareció en el año 2007 y convenció a un Gobierno SOCIALISTA y al Cappo di Tutti del Partido gobernante, al Senador Camilo Escalona, que Privatizar el Mar Austral chileno para pagarle las deudas a las salmoneras noruegas, españolas y japonesas, era el re-inicio del “éxito” perdido?

En consecuencia, César Barros ha perdido masividad. De venderle la pomada (o la pescada, más bien) a 17 MILLONES de chilenos, ahora la venta se la hará apenas a 400 mil y fracción, incluido a Jorge Zabaleta, el actor “rostro” de la multi-tienda que quizás alcanzó a cobrar su sueldo antes de la debacle.

Pero, ¿cuáles serán las funciones de César Barros en LA POLAR?

Quizás, evitar que al Estado se le ocurra poner nuevas regulaciones a la industria del retail para que a sus clientes les roben menos. Si así fuera, César Barros necesitaría de la colaboración de al menos la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados y de la de Hacienda del Senado.

¡Eso es pan comido para el auto-designado Fundador de Puerto Montt y Descubridor de Chiloé!

Para evitar que el Estado se pusiera serio y racional en relación a la Industria Salmonera, Barros siempre contó con la colaboración del parlamento completo. En primera votación de la Ley de Privatización del Mar, los salmoneros obtuvieron, en la Cámara Baja, 92 votos a favor de sus intereses. Los que nos oponíamos a eso… apenas logramos UNO, el de René Alinco, ahora reconvertido a Diputado por Hidroaysén.

Y en la “nueva” regulación a la Industria salmonera, el éxito fue total: de las 54 propuestas que hizo Salmon-Chile (liderada por Barros) a una Mesa Salmonera de Trabajo, la agencia publicitaria impuso 48… y se trajo al Coordinador de esa Mesa a trabajar a AQUACHILE… Eso se llama quedarse con pan y pedazo.

Por eso, que César se vaya vender otras pomadas cuando en esta pomada salmonera evidentemente tuvo un éxito real, es una pérdida para el país.

Porque este país vive de inventos, de creerse el cuento del liderazgo, de que “curado manejo mejor” y de que Hidroaysén es necesario para el “desarrollo”; de que Arturo Martínez (el César Barros de la CUT) es Socialista y de que a los salmones se les puede alimentar con levaduras y criar en balsas-jaulas de cobre … De eso vive y de eso se reproduce este país. De fantasías.

LA POLAR es una tienda del retail, es decir, de las que compran barato y venden caro, donde comprar al contado SALE MÁS CARO que comprar a crédito y donde el vendedor gana un 2% de comisión si te entrega el televisor fiado y sólo un 1% si se lo pagas al contado… ¿En qué otro país algo tan ridículo y tan irracional puede ser legal?...Sólo en un país donde se privatizó el mar. En este país.

Y por otras características históricas de lo que es el retail es que me atrevo a decir que la pérdida de categoría del ilustre personaje en comento es total.

El retail se puede considerar la actividad heredera del antiguo “semanero”, un personaje popular que con un carro o una camioneta recorre o recorría los barrios pobres para entregar artículos de línea blanca o ropas que se cancelaban en cuotas semanales con un pequeño interés.

Ahora los “semaneros” atienden en malls y shopping centers, donde pagan arriendos por metro cuadrado edificado… tal como las salmoneras pagaban el uso del mar de todos los chilenos: por metro cuadrado. Que los salmoneros en realidad ocuparan metros cúbicos, es sólo un detalle. En el Parlamento chileno sólo se sabe multiplicar el largo por el ancho... y las leyes, a lo más, tienen dos dimensiones...

El semanero era un “matutero” por excelencia, trayendo artículos importados de mala calidad que sólo por ser extranjeros eran codiciados por los pobladores pobres… tal como los salmones: extranjeros y de mala calidad, llenos de microbios y tráfico de influencias.

El semanero nunca pagaba impuestos… A los salmoneros ni siquiera se los cobran: toda la vida trabajaron a pérdida…

El semanero va a desaparecer…los salmoneros también.

Y entonces es cierto. César Barros parece pintado para los neo-semaneros; ambos fraudes tienen características casi hermanas, son empresas o industrias que viven de la publicidad que además descuentan de sus impuestos (si es que los pagan) y Barros ha sido un ejemplo de eficiencia en revivir muertos a punta de AQUA.cl o de MUNDO ACUÍCOLA.

Pero las diferencias tampoco son menores: hay una cuestión de estilo de por medio

No es lo mismo vender estufas que filetes de salmón… aunque las estufas existan y los filetes no… Pero cuando se trata de una fantasía, por lo menos que esta tenga un toque de distinción y de humor.

Y en ambas facetas… te extrañaremos, César.

Héctor Kol

Patagonia Chilena

Sin Represas…Sin Salmoneras

Junio 2011

martes, 9 de noviembre de 2010

Viabilidad de la nueva institucionalidad sanitaria para la Industria Salmonera

VIABILIDAD DE LA NUEVA INSTITUCIONALIDAD SANITARIA PARA LA INDUSTRIA SALMONERA.

Por Héctor Kol
Ex - Encargado Programa Salmonicultura
AGO-Pescadores Artesanales de Aysén
Patagonia Chilena, Noviembre, 2010

En la segunda semana de Noviembre de este año, la Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA) presentará ante el Consejo Nacional de Pesca (CNP) las “propuestas” de Reglamentos de carácter ambiental para la actividad acuícola en Chile, con especial énfasis en la Industria salmonera.

Los Reglamentos a “proponer”, según consta en la citación enviada por esa Subsecretaría a los Consejeros, son el nuevo Reglamento de Plagas (REPLA) el nuevo Reglamento de Medidas de Protección, Control y Erradicación de Enfermedades de Alto Riesgo para las Especies Hidrobiológicas RESA y el hasta ahora desconocido nuevo Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA) que no aparece disponible para su lectura previa a la votación que harán los Consejeros.

En esas condiciones, estos apuntes se refieren al nuevo Reglamento Sanitario (RESA) que ya ha sido presentado por SUBPESCA públicamente en las Regiones de Los Lagos y de Magallanes, al menos.

1.- El Nuevo Reglamento Sanitario (RESA)

Dicho Reglamento contiene, en esencia, disposiciones para dotar al Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) de nuevas atribuciones para fiscalizar la gestión sanitaria de la Industria salmonera y el cumplimiento de las normas que buscan evitar la generación y dispersión de epidemias como la del virus ISA en el año 2007.

Sin embargo, de esta nueva normativa se desprenden varias interrogantes que ponen en duda la viabilidad de la misma si su propósito es impedir que la salmonicultura intensiva vuelva a experimentar una crisis de la magnitud de la ye referida crisis del virus ISA en las Regiones de Los Lagos y de Aysén.

Las primeras de estas interrogantes tienen que ver con el verdadero rol que cumplirá SERNAPESCA, ya que aunque sus atribuciones se amplifican respecto a las hasta ahora existentes, la mayor parte de ellas van a ser “tercerizadas”, esto es, ejecutadas por empresas “contratistas” que concursarán por esos contratos de prestación de servicios o bien por personas naturales con amplias atribuciones para fiscalizar e incluso dirigir la gestión sanitaria de los distintos centros de cultivo de salmónidos, estén emplazados en tierra o en mar.

En otras palabras, algunas de estas nuevas funciones serán ejecutadas por profesionales independientes, debidamente acreditados ante SERNAPESCA.

Otras funciones de SERNAPESCA serán ejecutadas por empresas del rubro de las “Consultoras Ambientales”, también debidamente acreditadas ante el organismo fiscalizador por Ley, a los que se deben agregar los “laboratorios de diagnósticos”, también acreditados ante SERNAPESCA y que recibirán las muestras recogidas por otro tercero: el profesional independiente que actuará como Certificador Sanitario y/o de Desinfección.

En síntesis, SERNAPESCA se mantiene como una entidad desprovista de los recursos técnicos y humanos necesarios para ejercer las funciones que le mandata la Ley y que se potencian en la nueva institucionalidad sanitaria, transformándose en una Bolsa de Trabajo que “terceriza” todas sus obligaciones y que, según la propuesta conocida del RESA, no está sujeta a sanciones por errores intencionales o involuntarios cometidos por las empresas y/o los contratistas fiscalizadores.

Si antes se discutió la dependencia de SERNAPESCA y su rol fiscalizador de la información que le entregaban las empresas, ahora aumenta esa dependencia, puesto que sus resoluciones estarán sujetas a lo que un intermediario (el o los contratistas) le provea.

Por ejemplo, según la propuesta para un nuevo RESA distribuido por SUBPESCA [1], profesionales de la medicina veterinaria actuarán en dos frentes principales: como “Certificador Sanitario” y/o “Certificador de Desinfección” y cada uno de los centros de cultivo deberán contar con un “certificador”. Es decir, un profesional externo a la empresa pero también EXTERNO A SERNAPESCA, tendrá por funciones tomar muestras de peces para análisis de laboratorios, llevar un registro de los hallazgos sanitarios más relevantes, así como un historial de los tratamientos terapéuticos y medidas profilácticas aplicadas en cada centro que visite como “veterinario de cabecera” o “certificador sanitario”.

Más aún, el “certificador” deberá extender, a solicitud de SERNAPESCA, las certificaciones del o los centros de producción respecto al cumplimiento de programas de vigilancia epidemiológico, transporte de especies hidrobiológicas y aplicación de programas de vigilancia específicos que hayan sido establecidos por SERNAPESCA. Además, el “certificador” será quien garantizará el estado sanitario de los ejemplares destinados a reproducción y de la destrucción de los mismos y de sus ovas en caso de detectarse alguna enfermedad que amerite tal eliminación. La eliminación de reproductores enfermos y de sus ovas se deberá hacer en presencia del certificador sanitario[2].

SERNAPESCA se limita a dictar instrucciones generales (entre ellas, los formularios que deben llenar estas entidades contratistas) mientras que las instrucciones o medidas específicas quedan dependiendo de lo que el certificador externo le informe y de lo que el laboratorio de diagnóstico contratista le informe al certificador.

En el ámbito profiláctico, también dependerá de un tercero, de un contratista denominado “Certificador de Desinfección”, la ejecución y certificación del cumplimiento de las medidas de desinfección de estructuras de cultivo, de equipos y herramientas de trabajo ante un evento epidémico y/o ante el traslado de este material desde un centro de cultivo a otro, estén emplazado en tierra o en el mar.

En consecuencia, toda la nueva institucionalidad sanitaria que se presenta y con la que se aspira a evitar la generación y dispersión de enfermedades de peces, depende de agentes externos al Estado, afectos a sanciones contractuales según se describe en las presentaciones de SUBPESCA sobre el RESA, pero donde no se indica sanciones ni para el centro que eventualmente haya entregado u ocultado información relevante para el buen cumplimiento de las funciones de los “Certificadores” ni para el Servicio estatal contratante.

Por ejemplo, en las nuevas causales de caducidad de concesiones acuícolas, no se menciona a la entrega de datos faltos o al ocultamiento de información como fundamentos para proceder a la caducidad de la concesión o de la revocación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que otorgó el permiso de funcionamiento del centro. Las sanciones que describe la Propuesta de RESA están dirigidas sólo a las entidades “externas”.

Igual dependencia de lo informado por terceros se manifestará en el ámbito de la protección de los sistemas acuáticos intervenidos por la acuicultura intensiva.

Según lo señala la “Propuesta de RESA” presentada por SUBPESCA, tanto las Caracterizaciones Preliminares del Sitio (CPS) que constituyen un análisis especialmente del fondo marino bajo las estructuras de cultivo a instalar para un proyecto de acuicultura intensiva, como los Informes Ambientales (INFAs) para la evaluación periódica del estado ambiental del sitio ya intervenido se mantienen bajo la ejecución de las Consultoras Ambientales privadas [3].

Es decir, la evaluación acerca de la capacidad de un sistema acuático para resistir la extrema intervención inherente a la salmonicultura intensiva y sobre la salud de este sistema tras esta intervención, dependerán de empresas del mismo rubro de aquellas que confeccionaron las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIAs) y algunos Estudios de Impacto Ambiental (EIAs) que demostraron ser una herramienta altamente insuficiente para la evaluación ambiental de los proyectos de salmonicultura intensiva y sensibles a toda suerte de manipulación de información y adulteraciones de datos, como lo demostró la pesca artesanal de la X Región en el año 2006, ante la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara de Diputados [4], así como la pesca artesanal de Aysén ante la Comisión de Medioambiente del Senado, en el año 2009 [5]. La veracidad de las INFAs también fue puesta en entredicho por este autor ante la Comisión de Pesca del Senado, encabezada por el Senador Antonio Horvath, en su sesión de Noviembre del año 2009 realizada en la ciudad de Puerto Montt [6].

El Estado, así, se desprende de su obligación constitucional de garantizar un medioambiente libre de contaminación y se la encarga a un privado, a un profesional independiente o a una Consultora Ambiental, cuyos informes no podrán ser verificados por la institución fiscalizadora por mandato legal: SERNAPESCA.

Se trata, en consecuencia, de más de lo mismo, donde SERNAPESCA carece de los elementos técnicos y recursos humanos para verificar lo que se le entrega a través de “contratistas” respecto a las nuevas atribuciones que le confiere el RESA modificado, tal como ocurriera con lo que las empresas salmoneras declaraban a través de sus DIAs o INFAs, con las consecuencias sanitarias y ambientales ya conocidas.

Por lo demás, resulta imprescindible señalar las dudas de este autor respecto a la disponibilidad de profesionales de la Medicina Veterinaria, especializados en ictiopatologías, con que cuenta el país y que pudiesen llenar los cupos necesarios para hacer efectiva la medida referida a la obligatoria existencia de un Certificador Sanitario y/o de Desinfección en cada uno de los centros de cultivo, además del o de los profesionales del área que existen en el staff de cada empresa.

A la existencia de unos 400 centros activos entre las X y XI Regiones, se deben agregar el millar de centros que pretende abrir la Industria salmonera en la Región de Magallanes. ¿Existe tal oferta de médicos veterinarios ictiopatólogos en el país? ¿Cuál es el número máximo de centros de cultivo que debe atender cada profesional acreditado? ¿Es compatible con la nueva institucionalidad la presencia de Certificadores Sanitarios que además pertenezcan a los Laboratorios contratistas de diagnósticos? ¿De qué manera y con cuáles recursos verificará SERNAPESCA lo “certificado” por los “certificadores”?

La nueva institucionalidad instala las mismas dudas que generaba la tercerización de las funciones propias de los servicios públicos competentes en la antigua institucionalidad ambiental y sanitaria para la acuicultura.

2.- La voluntad fiscalizadora de SERNAPESCA hoy.

Sin perjuicio de lo anteriormente anotado, aun cuando SERNAPESCA efectivamente recibiera del Estado los recursos para dotarse de los medios técnicos y de los profesionales que necesita para ejercer su rol fiscalizador, subyace en este servicio una extrema sensibilidad para custodiar los intereses especialmente de la Industria salmonera.

Ello, porque la mayor cantidad de deficiencias en las funciones que eran propias del Servicio se manifestaron bajo una Dirección Nacional, Dirección de la Unidad de Acuicultura y Direcciones Regionales que persisten hasta hoy (excepto en el caso de la Dirección Regional de SERNAPESCA-Aysén) a pesar del cambio de Gobierno.

Eso es particularmente relevante en el caso de Magallanes, donde a pesar de la existencia de apenas 10 centros activos de producción salmonera (de los cuales 2 son de truchas) ha vuelto a manifestarse la presencia de ISA en la provincia de Última Esperanza, en un centro de smoltificación de la empresa SALMONES MAGALLANES (filial del holding ACUIMAG) [7].
De acuerdo a la información de prensa, que cita a fuentes de SERNAPESCA-Magallanes, sólo existen 10 centros de producción salmonera activos en la Región de Magallanes. Aún así, el virus ISA eludió las barreras sanitarias en una Región donde se ha anunciado la apertura de un millar de centros de producción.

La Contraloría General de la República, en un fallo entregado en Julio de este año sobre una investigación solicitada por el Sindicato Interempresas de Tripulantes y Oficiales de Naves Especiales, Extranjeras y Ramas Similares (SITONERS, de Punta Arenas) acerca de los procedimientos desarrollados por el Director Regional de SERNAPESCA ante el primer caso de detección del virus ISA en la comuna de Natales, en Junio del 2008, ha señalado una serie de faltas cometidas por esta Dirección Regional a los procedimientos dictados por el mismo Servicio.

Más aún, en su fallo la Contraloría da cuenta de que algunos de esos errores fueron inducidos por la Unidad de Acuicultura de la Dirección Nacional, estableciendo responsabilidades de deficiencias en la gestión de los mismos funcionarios que permanecen hasta hoy en sus cargos.

En efecto, mediante Oficio Nº 022354 del 29 de Abril del año en curso, la Contraloría General de la República entrega los resultados de la Investigación Especial sobre el Servicio Nacional de Pesca, con el Nº 8/2010 y fechado 30 de Julio de este año, efectuada por la Contraloría Regional de Magallanes, donde señala que la Dirección Regional de Magallanes del Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA-Magallanes) no cumplió con la normativa decretada por el mismo Servicio al cambiar el status de “centro sospechoso” a “centro en vigilancia” para el centro de producción salmonera “Caleta Délano” de la empresa ACUIMAG, donde se mantenían reproductores de la empresa MARINE HARVEST en los que se detectó la presencia de ISA.

La Contraloría señala que esa modificación de la categorización del centro no sólo no estaba contemplada en la normativa y ni siquiera definida en esta, sino que fue inducida por instrucciones de la Jefatura de la Unidad de Acuicultura de dicho Servicio, provocando que se adoptaran medidas sanitarias que no correspondían a lo señalado en diversos decretos por el mismo Servicio. Entre estas medidas, establecer una frecuencia de muestreo de los peces cada 30 días cuando la normativa, para casos como el detectado, señalaba que esa frecuencia de muestreo debía ser cada 15 días.

Igualmente, producto de esta categorización arbitraria del centro infectado, no se dictó la medida de “cuarentena” que correspondía de acuerdo a la normativa sanitaria decretada por el mismo Servicio (página 6) lo que implicó que en dicho centro se movieran estructuras y peces sin medidas precautorias contempladas en una situación de “cuarentena”. En la página 12 del Informe Final, Contraloría explícitamente señala que la normativa que restringía el movimiento de ovas no se cumplió en el caso de “Caleta Délano”, ya que SERNAPESCA no exigió los certificados de acreditación sanitaria para autorizar el traslado de ovas hecho por MARINE HARVEST ya detectada la presencia de ISA. SERNAPESCA-Magallanes ni siquiera controló las salidas de las “mortalidades” del centro “Caleta Délano” ya detectada la epidemia viral (página 14 del Informe final).

Otra serie de irregularidades son señaladas por Contraloría Regional de Magallanes y Antártica Chilena respecto a las actuaciones de las Direcciones Regional y Nacional (unidad de Acuicultura) en relación a este caso donde el mismo Servicio no cumplió con las medidas de contención de la enfermedad viral que dictó en decretos sucesivos durante la llamada “Crisis del Virus ISA”. Esas mismas Direcciones permanecen hasta hoy.

En consecuencia, resulta razonable pensar que si la viabilidad de la nueva normativa sanitaria no sólo es tercerizada hacia entidades sin responsabilidad fiscal, sino que además será conducida y orientada por los mismos funcionarios protagonistas de todos los desaciertos que revela el Informe de Contraloría regional aludido, tal viabilidad no existe.

Héctor Kol
Noviembre 2010.


[1] “Propuesta RESA”, disponible en www.subpesca.cl. Formato PDF, página 31 y siguientes.
[2] “Propuesta RESA”, disponible en www.subpesca.cl. Formato PDF, página 45.
[3] Taller de Discusión RESA. Subsecretaría de Pesca, Septiembre del 2010. Disponible en www.subpesca.cl/mostrararchivo.asp?id=10941

[4] “Salmonicultura y Pesca Artesanal”. Consejo Regional de Pescadores Artesanales, COREPA-X Región. Presentación Cámara Diputados 2006.
[5] “Salmonicultura: La inviabilidad de un Mito”. Asociación Gremial de Organizaciones de Pescadores Artesanales de Aysén (AGO) Programa Salmonicultura, Enero año 2009. Presentación ante la Comisión de Medioambiente del Senado de la República.
[6] “La Inviabilidad de la Industria Salmonera Chilena”. AGO-Pescadores Artesanales de Aysén, Programa Salmonicultura, Junio del 2009.Presentación Sesión de la Comisión de Pesca del Senado en Puerto Montt.
[7] Diario Polar, 5 de Noviembre del 2010.

sábado, 28 de agosto de 2010

CALMA, PUEBLO...QUE AQUÍ ESTOY YO...

VIDEO PROHIBIDO DE "CALLE 13"... por decir verdades.

"Calma, Pueblo,

que aquí estoy yo,

lo que no dicen

lo digo yo..."

VEA: "MAGALLANES BAJO ATAQUE"

Serie de Reportajes a la invasión salmonera a Magallanes

PATAGON JOURNAL: http://www.patagonjournal.com/

lunes, 23 de agosto de 2010

DUEÑOS DE NADA

Neoliberalismo y Naturaleza (XXV- 2ª época)
DUEÑOS DE NADA

Por Héctor Kol
Patagonia Chilena
Agosto, 2010.

“¿Dueño de ti?
¿Dueño de qué?
Dueño de nada…”
- José Luis “Puma” Rodríguez-

El día 17 de Agosto, el Diputado Socialista Fidel Espinoza, miembro de la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara, ingresó un oficio dirigido al Ministerio de Economía solicitando que se confirme o rectifique el monto que aparece asignado al proyecto “CONSORCIO DE INVESTIGACIÓN EN NUTRICIÓN, TECNOLOGÍA DE ALIMENTOS Y SUSTENTABILIDAD CIEN AUSTRAL”, financiado por el Estado a través del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) en el año 2004.

En su oficio, el Diputado da cuenta de que en la página web del FONDEF aparece que a este proyecto, ligado a la industria salmonera, se le asignaron $ 500.000 millones (QUINIENTOS MIL MILLONES DE PESOS) en el año señalado, es decir, más de US $ 1.000 millones de la época (o más de UN BILLÓN DE DÓLARES AMERICANOS) y le solicita al Ministerio de Economía que este aclare, como repartición a cuya jurisdicción pertenece el FONDEF, si la cifra es correcta o corresponde a un error de digitación.

Se iniciaría, quizás, una investigación sobre la magnitud de recursos fiscales que se perdieron al ser invertidos en una Industria Salmonera que pereció en el año 2007, producto de su propio mal manejo ambiental y sanitario, además de financiero.

En la ficha técnica del proyecto que se encuentra en la página web de FONDEF a la que se accede a través del link en el pié de página, [1] que aparece asociado a “Pesca y Acuicultura”, la Universidad Austral está consignada como “Ejecutante” del mismo, teniendo como contraparte a la Universidad de Santiago y a las siguientes empresas salmoneras: ALITEC S.A; PACIFIC STAR; INSTITUTO TECNOLÓGICO DEL SALMÓN (INTESAL); MARINE HARVEST (Propiedad de NUTRECO en esos años) y SALMONES MULTIEXPORT.

Es decir, se trata de un proyecto salmonero por excelencia, que es presentado por sus beneficiarios (beneficiarios de UN BILLÓN DE DÓLARES) de la siguiente manera:

“La Décima Región, es reconocida a nivel nacional e internacional por la producción acuícola y ganadera. Varios factores han contribuido a este éxito. Por una parte, las condiciones geográficas y calidad de aguas y por otra, el conocimiento biológico disponible de las especies, aspecto esencial para la producción en cautiverio…”

Nada de eso era cierto.

Jamás se ha demostrado que el Mar Austral chileno sea apto para el cultivo intensivo (en cautiverio) de salmones. Jamás se realizaron los estudios necesarios para demostrarlo, ni siquiera los de capacidad de carga, esto es, saber cuántos salmones se podían cultivar en un cuerpo de agua dado sin producir un colapso ambiental. Jamás, siquiera, se realizaron los estudios técnicos para demostrar que un conjunto de polígonos trazados arbitrariamente sobre cartas marinas, denominados Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) y único fundamento administrativo que permitió que la Industria Salmonera arrasara con el Mar Austral, son verdaderamente “aptos” para la acuicultura…JAMÁS…

La Industria Salmonera se instaló y operó, hasta la muerte propia y de la de varios de los sistemas que intervino, sobre un territorio marítimo hasta hoy desconocido en sus propiedades acuícolas, es decir, varios años después de que se entregó, probablemente, esta fortuna de UN BILLÓN DE DÓLARES…

Luego, si la cifra es correcta, el Estado (en un solo proyecto incluso mal fundamentado) se gastó UN BILLÓN DE DÓLARES que eran nuestros, de todos los chilenos y que desaparecieron junto a la Industria que sirvió de excusa para gastarlos. Así de simple.

Una investigación sobre este despilfarro, ciertamente que no podría ser más oportuna. En los días en que somos bombardeados por discusiones artificiales respecto al royalty a la minería y la tasa impositiva que debiera aplicársele, cuando lo que de verdad necesitamos es recuperar los recursos naturales para el país y no ponerle impuestos al saqueo del que somos víctimas, una investigación de este tipo aclararía la magnitud del dinero de todos los chilenos que se perdió en esta obsesión de los Gobiernos de la Concertación para tener un campeón mundial y quizás hasta podríamos saber a cuántos “royalties” a la minería equivalieron…

Porque este proyecto que motivó al Diputado Espinoza a solicitar una aclaración no es el único que fue financiado para apoyar a una Industria que pereció debajo de sus infecciones y de sus parásitos, de sus hongos y amebas, sino que es uno más de un largo listado que se inicia en el año 1991, con los primeros $ 400 millones entregados a la Universidad de Chile para el proyecto “MANEJOS REPRODUCTIVOS APLICADOS A LA PRODUCCION DE SALMONOIDES”, según consigna el propio FONDEF en su página web [2].

Le siguieron una serie de proyectos financiados con decenas y cientos de millones de pesos también nuestros, algunos de resultados desconocidos en las Regiones invadidas por esta industria, como varios robots (el primero de ellos, financiado en el año 1999 a la Universidad de Concepción, con un fondo de $ 295 millones [3]) para retirar o limpiar el sedimento bajo las balsas jaulas salmoneras.

Otros, francamente irónicos a la luz del desastre ambiental registrado especialmente en la Región de Los Lagos. Por ejemplo, el proyecto “Laboratorio de Impacto Ambiental para el desarrollo sustentable de la salmonicultura en el sur-austral de Chile”, que benefició a la Universidad Austral en el año 1992 con un fondo de $ 189 millones [4] , o el proyecto “Bases para la producción de salmón orgánico en Chile”, adjudicado en el año 1996 a la Universidad de Los Lagos (la misma que tendrá a César Barros en su Directorio) con un fondo de $ 200 millones [5]

¿Cuál Desarrollo Sustentable de la salmonicultura?...¿Dónde el salmón “orgánico”?...¿Dónde están los resultados del proyecto “AUMENTO DE LA COMPETITIVIDAD DE LA ACUICULTURA CHILENA CON UNA PRODUCCIÓN MÁS AMISTOSA CON EL MEDIOAMBIENTE, MANEJANDO LA MICROBIOTA AUTÓCTONA”, asignado a la Universidad de Chile en el año 2002 con un fondo de $ 180 millones [6]…?

Decenas de proyectos FONDEF similares a estos figuran como financiados con nuestro dinero; otros instrumentos de financiamiento estatal también reportan cientos de millones de pesos entregados a esta Industria que nunca tuvo posibilidades de éxito, dinero perdido junto al Mito de la Salmonicultura Chilena. De todo ese dinero, éramos los dueños…Tras la crisis del ISA, somos dueños DE NADA…

A cambio de este despilfarro, 18 comunas de la Región de Los Lagos son más pobres que hasta hacen tres años, esto es, dos tercios de las comunas de la Región donde se celebraba el “éxito” salmonero no tenían nada a mano para superar la crisis de la Industria que acaparó atenciones y privilegios de parlamentarios y servicios públicos para constituirse, en amplios territorios, como una Colonia Dignidad con salmones, donde el “Jefe de centro” tenía más autoridad que el Capitán de Puerto, que SERNAPESCA y que la Dirección del Trabajo…juntos.

Quellón, en el extremo sur de la Isla Grande de Chiloé y símbolo del “éxito social” derivado de esta Industria, es la comuna donde más creció la pobreza en el periodo: hay un 25% más de pobreza que hacen tres años [7] .

¿Dónde está la cacareada riqueza y progreso que venían de la mano de los salmoneros?... ¿dónde está la sustentabilidad, el aumento de la calidad de vida, la capacidad de ahorro de los chilotes, la capacidad de sobrevivir a una situación de crisis?. NUNCA existieron…

Acabado el espejismo de un “éxito” que tuvimos que pagar todos los chilenos durante 20 años, la pobreza quedó al descubierto, pero peor que antes: 4 ciudades “salmoneras” son top-ten a nivel nacional en tasas de delincuencia, con Puerto Montt como la urbe que encabeza el listado de ciudades más peligrosas en Chile. El “Muerto- Montt” de César Barros, ahora es “Danger-Montt”…

En otras palabras, la Edad de Piedra llegó CON las salmoneras, donde se reinstaló el trabajo esclavo propio de las salitreras del norte chileno y donde hasta el fuero maternal fue perseguido, incluso en los Tribunales de Justicia, por parte de la Industria que “respetaba las normas”.

Las comunidades perdieron su auto –abastecimiento y el endeudamiento fue parte de la alienación a la que fue sometida toda la Isla Grande de Chiloé, entre otras localidades.

La propaganda salmonera, lo único que le funciona a esta Industria que aún respira por los fondos estatales que continúan entregándosele y por la Privatización del Mar Austral, tiene convencidos a decenas de trabajadores y a más de algún dirigente sindical, ONG y político ingenuos, que volverá a renacer de sus cenizas, que se recuperarán los 40 mil empleos que “ofrecía” (también, subsidiados por el Estado) y que hasta baño les pondrán en las plantas de proceso a sus empleados… Todo aquello de la mano de la Salmonicultura 2.0 que inventaron los mismos que sostuvieron a la anterior, a la “exitosa” Salmonicultura 1.0…

Probablemente, confían en que una vez más será la generosa CORFO y sus fuentes de financiamiento, siempre pródigas para derrochar el dinero escaso para todos los chilenos y sus necesidades, pero siempre disponible para financiar las “innovaciones” de industrias fracasadas como la Industria Salmonera, la que seguirá sosteniéndoles las Ferias AQUASUR, los Simposio sobre “nuevos negocios”, los folletos en chino mandarín, los nuevos robots para limpiar sedimentos, los nuevos monitores hidro-acústicos para alimentar salmones, las nuevas aplicaciones de quillay en las dietas para peces, las nuevas vacunas… o los pasajes de los dirigentes sindicales que acudían al Congreso Nacional para apoyar la Privatización del Mar a cambio de una sede propia en Puerto Montt…

De los Diputados como el Diputado Espinoza, dependerá de que este despilfarro no siga ocurriendo, para que alguna vez los chilenos tengamos la oportunidad de dejar de ser Dueños de Nada cuando es con nuestro trabajo diario que se llenan las arcas fiscales que generosamente han alimentado el fracaso, como el que asoló, durante 20 años, el Mar Austral chileno.


Héctor Kol
Patagonia Chilena
Sin Represas… Sin Salmoneras
Agosto 2010.


[1] http://www.fondef.cl/bases/fondef/PROYECTO/04/I/R04I1003.HTML

[2] Proyecto FONDEF número D91I1140. Fuente: http://www.fondef.cl/areas/pesca/proyectos.htm
[3] Proyecto FONDEF número D99I1077. Fuente: http://www.fondef.cl/areas/pesca/proyectos.htm
[4] Proyecto FONDEF número D92S1005
[5] Proyecto FONDEF número D03I1117
[6] Proyecto FONDEF número AQ02I1003
[7] Diario El Llanquihue, 12 de agosto, 2010.