CRISIS SANITARIA Y AMBIENTAL EN EL
GOLFO DE PENAS Y FIORDO AYSÉN
Por Peter Hartmann y Héctor Kol
CODEFF
Marzo de 2017.
En las últimas semanas, los medios de comunicación,
el Estado (a través del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, SERNAPESCA) y
distintas universidades, se han movilizado para “contener” una crisis ambiental
y sanitaria que se estaría manifestando en los centros de engorda de salmónidos
emplazados en el Fiordo Aysén y un evento de “marea roja” que se manifiesta en
el Golfo de Penas, al surweste del anterior y frente al Océano Pacífico.
Según las declaraciones que aparecen en los medios de
comunicación, el fenómeno que afecta a la Industria salmonera en el Fiordo
Aysén se trataría de una conjunción de problemas ambientales (Bloom de algas o
FAN) y de mortalidades masivas causadas por brotes de la enfermedad bacteriana
Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) que ni el Estado (SERNAPESCA) ni las
universidades (ni las empresas) parecieran explicarse.
El caso de marea roja en el Golfo de Penas tampoco
tiene una explicación hasta ahora y aunque se trate de fenómenos de naturaleza
distinta, tienen un denominador común: la Industria salmonera.
Respecto de la crisis ambiental y sanitaria que se
está produciendo en el Fiordo Aysén,
ciertos medios de prensa han señalado que el problema es tan complejo
que del análisis de las mortalidades que se han producido en el Fiordo Aysén en
las últimas semanas, no es posible distinguir si los peces murieron por el
Bloom de algas o por SRS:
“Al presentarse casos de
SRS y FAN a la vez, los peces mueren con signología de ambas afecciones, por lo
que no se tiene certeza de la causa de perecimiento.”
(Revista AQUA, 10 de febrero, 2017)
Según
SERNAPESCA, el alga involucrada en el Bloom o FAN se trata de la diatomea
Thalassiosira sp, una especie que
no tiene una estructura de sílice que, al fracturarse, perfore las branquias de
los peces en cautiverio, como otras especies de diatomeas que efectivamente
provocan tales daños mecánicos[1].
En consecuencia, estas diatomeas sólo
representan un peligro para los peces cautivos cuando ellas mismas mueren y
deprimen el oxígeno disuelto de la columna de agua, provocando la asfixia de los peces.
Los peces afectados por SRS, en cambio, presentan
toda clase de lesiones externas como internas, como muestra la Figura 1.
¿A qué se debe, entonces, que los análisis de las
mortalidades que se están produciendo en el Fiordo Aysén sean incapaces de
distinguir entre un pez muerto por FAN de un pez afectado por SRS?
Por supuesto, la cantidad de salmones muertos en el
Fiordo Aysén y el lugar donde se
destinan tales mortalidades o el uso que se hace de ellas, tampoco ha
sido explicada por las autoridades competentes. En otras palabras, no sólo no
hay explicación oficial para el evento combinado: tampoco hay explicación
sobre cuál es el monto de esas mortalidades, dónde se dispusieron o qué se hizo
con ellas.
Pero lo que realmente es sorprendente es que tanto
las autoridades de SERNAPESCA como las empresas den a entender que estas mortalidades
masivas en el Fiordo Aysén son un fenómeno nuevo o raro, impredecible o sin
causa conocida.
El Fiordo Aysén, desde los años ’90 en adelante, fue
ocupado por la Industria Salmonera, sin estudio alguno que justificara tal
ocupación, estudios que hasta hoy NO SE HAN HECHO y que han llevado al Fiordo
Aysén a un total colapso ambiental que se manifiesta, precisamente, en estos
eventos esperables de mortalidades masivas de salmónidos.
La Figura 2 muestra la ocupación del Fiordo Aysén por
parte de la Industria Salmonera, realizada sin estudios de capacidad de carga
que hasta hoy no se han realizado, en ocasiones sin presentar una Declaración
de Impacto Ambiental siquiera, porque
sus proyectos técnicos fueron aceptados cuando aún no estaba vigente un Sistema
de Evaluación de Impacto Ambiental y sin conocimiento alguno de los efectos
ambientales (y sobre las demás especies que habitan ese sistema marino) de los
productos químicos que usan para mantener vivos a los salmones cautivos.
En este sistema, los centros salmoneros han
reportado, mediante informes propios,
condiciones “anaeróbicas” en sus sitios de emplazamiento, es decir,
zonas donde las condiciones ambientales que generan sus producciones hacen
imposible la vida acuática, como lo define la propia Ley general de Pesca y
Acuicultura.
La Figura 3 muestra la evolución 2011 a 2015 de las
condiciones anaeróbicas que han reportado las empresas salmoneras, donde debe
destacarse que tanto en el saco del Fiordo (Puerto Aysén) como en el sector
donde, teóricamente, hay mayor recambio de aguas (Sector Isla Elena) se
concentran los reportes de anaerobiosis. Es decir, el Fiordo completo presenta,
de extremo a extremo, condiciones LIMITADAS para mantener viva a la fauna
acuática, silvestre e introducida. Una situación similar a la conocida desde el
año 2005 en el Estuario del Reloncaví, en la Región de Los Lagos, donde se
debía inyectar oxígeno en el agua del Estuario para mantener vivos a los
salmónidos.
Esta situación de anaerobiosis del Fiordo representa
la primera señal del estado de eutrofización avanzado en que se encuentra el
sistema, es decir, del exceso, por sobre sus capacidades de absorción e incluso
dispersión de los nutrientes, de materia orgánica de desecho que generan las
operaciones salmoneras.
La eutrofización de los sistemas acuáticos es,
precisamente, la condición necesaria para el desarrollo de un Bloom de algas
o de una “marea roja” tóxica. Y el sistema Fiordo Aysén está lo
suficientemente eutrofizado como para permitir el desarrollo de mareas rojas
o “cafés” … y Bloom de algas como el
actual, de Thalassiosira sp.
En consecuencia, atribuir a una diatomea la pérdida ocasional
de condiciones para sostener los cultivos de salmónidos (oxígeno disuelto en la
columna de agua) es una forma de desviar la atención acerca de una condición
que es PERMANENTE y no ocasional: el Fiordo Aysén está en una fase de
pérdida total de capacidades para sostener a la salmonicultura y a toda la vida
acuática.
La situación del SRS en el Fiordo Aysén es sumamente
conocida y no es distinta a la que atraviesa toda la Región de Aysén en cuanto
a esta enfermedad bacteriana, que es la principal causa de mortalidades entre
los cultivos y casi el 79% de las pérdidas de salmón atlántico en la
salmonicultura nacional durante el año 2014 [2]
Aunque el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) ha
denegado el acceso a la información respecto de los centros afectados por SRS
en las Regiones australes en el periodo 2013-2015 [3],
en el periodo 2011 a
2013 (datos provisorios) la situación de presencia de cultivo de salmónidos con
SRS en el Fiordo Aysén, es la que muestra la Figura 4
Como se aprecia, más de la mitad de los centros de engorda de salmónidos
emplazados en el Fiordo Aysén han reportado presencia de SRS en sus cultivos,
en algunas ocasiones durante los 4 años que considera este mapa (Sector Isla
Elena) y en consecuencia, no es veraz ni exacto hablar de un “brote de SRS”
en el Fiordo Aysén, sino que la infección por SRS es permanente y no sólo
en el Fiordo Aysén, sino en toda la Región, como lo muestra la Figura 5, con
una distribución de centros de engorda afectados por SRS al año 2011 y
distribuidos a lo largo y ancho del maritorio aysenino.
En otras palabras, la
“crisis” del SRS en el Fiordo Aysén, es una parte casi menor de la
crisis permanente en que se encuentra la salmonicultura en toda la Región.
Ni siquiera las mortalidades causadas por la presencia de SRS son
sorprendentes. Recientemente, en Noviembre de 2016, la Federación de Sindicatos
del Mar (FESIMAR) debió intervenir para proteger la vida de trabajadores
salmoneros que en el sector de Melinka retiraban, en ausencia de medidas de
seguridad laboral, mortalidades causadas por SRS en un centro de engorda de la
empresa Los Fiordos [4].
El evento no había sido informado a SERNAPESCA.
Un segundo “fenómeno”, tan inesperado para los
servicios públicos como la situación que se vive en el Fiordo Aysén, es la
marea roja que afecta al Golfo de Penas, que efectivamente carece de centros
salmoneros, pero que es lugar de tránsito obligado de wellboats (naves-tanques
para transporte de salmones) que recorren aproximadamente 2 mil kilómetros
lineales entre la Región de Los Lagos y los centros salmoneros ubicados en
Magallanes.
En el lugar donde se produjeron varamientos de más de
300 ballenas y que fueron detectadas a fines del año 2015 por particulares y
posteriormente por una expedición organizada por National Geographic, wellboats
que viajaban entre Puerto Montt y Magallanes registraron mortalidades por la
presencia del dinoflagelado Karenia
mikimotoi en el agua de transporte.
Al parecer, el recambio de aguas que hicieron ambas
naves en el sector del Golfo de Penas, introdujo el dinoflagelado a la carga
causando la muerte de los peces que uno de los wellboats llevaba desde Magallanes
para ser cosechados en Puerto Montt, mientras que la segunda nave perdió los
smolts que eran llevados desde Puerto Montt para ser sembrados en Magallanes.
Un cálculo de la “huella de carbono” asociada a la producción de salmónidos en
Magallanes sin duda que arrojaría resultados sorprendentes…
Pero este tráfico de salmónidos por estas distancias
también renuevan las dudas acerca de la
verdadera capacidad de la autoridad marítima y de SERNAPESCA para vigilar los
que hacen las naves que transportan salmones en los casi 2 mil kilómetros
lineales que separan a Magallanes de Puerto Montt?
Más aún, el dinoflagelado en proliferación es una
especie originaria de los mares de Asia, primeramente descrita en Japón y que
es definida como una especie “asesina de peces y de moluscos” [5].
¿Cómo llegó al Golfo de Penas?
Y más todavía, esta especie tiene una segunda
característica o propiedad que podría dar pistas sobre la forma en que llegó a
las costas del Golfo de Penas.
Según el artículo
de Phycologia ya citado, Karenia mikimotoi es un dinoflagelado
que se potencia ante la presencia de AMBIENTES MARINOS ANÓXICOS O ANAERÓBICOS,
es decir, ambientes como los que existen en los sitios de emplazamiento de
salmoneras en toda la Región de Los Lagos y en Magallanes, donde el 53% de
los centros de engorda de salmónidos ya está anaeróbico, como lo señaló la
Contraloría General de la República en
su Informe Final 211/2016 de Auditoría a SERNAPESCA.
Las Regiones de Los Lagos y de Magallanes hace mucho
rato que dejaron de ser regiones de mares prístinos por efecto de la actividad
salmonera, como pretende sostener alguna propaganda reciente.
Cientos de investigaciones se realizan ante cada
crisis ambiental que generan las salmoneras y por cada crisis sanitaria que
ella misma sufre. A pesar de los resultados empíricos de la operación
des-regulada de la Industria salmonera (porque las flexibles regulaciones
existentes, tampoco las respeta) se
sigue apostando por ella y poniendo en riesgo el Mar de la Patagonia.
Los únicos beneficiados con estas crisis son los que
ejecutan los estudios, los monitoreos, los análisis y las pruebas a
posteriori, cuando el mar, otra vez, se convierte en un vertedero de
salmones. Mientras tanto, los estudios de capacidad de carga que exige la Ley
General de Pesca y Acuicultura siguen sin ser ejecutados porque no hay
financiamiento para ellos: sólo lo hay para el trabajo “forense”.
Mantenemos, ciertamente, la esperanza de que el Mar
de la Patagonia recupere su carácter de bien nacional y no siga siendo
interpretado como el escenario ideal para campañas publicitarias o negocios mal
hechos que acabarán por destruirlo. Mantenemos la esperanza e informamos. Es lo
que podemos hacer… por ahora.
Peter Hartmann S.
Coordinador CODEFF- Filial Aysén
Héctor Kol
Programa Marino
CODEFF.
[1]
Ver, por ejemplo, Lembeye, G., 2006: Florecimientos algales nocivos en aguas
australes. En: Avances en el conocimiento oceanográfico de las aguas interiores
chilenas, Puerto Montt a Cabo de Hornos. N. Silva y P. Palma (Eds) Comité
Oceanográfico Nacional-Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
Valparaíso, pp. 99-103, 2006.
[2]
SERNAPESCA, 2016. En Salmonexpert.cl , 1 de abril de 2016.
[3]
SERNAPESCA a Fundación Pumalín, Ord. Nº 7264 del 6 de septiembre de 2016.
[4]
www.aysenahora.cl. Noviembre de 2016.
Disponible en http://linkis.com/www.aysenahora.cl/PXOyf?next=3
[5] Daugbjerg, N., Hansen, G., Larsen, J.
& Moestrup, Ø. (2000). Phylogeny of some of the major genera of dinoflagellates based on
ultrastructure and partial LSU rDNA sequence data, including the erection of
three new genera of unarmoured dinoflagellates. Phycologia 39: 302-317.