Neoliberalismo y Naturaleza: Cuarto Periodo.
SERNAPESCA, SUBPESCA Y LA ISLA DE LA FANTASÍA
Parte I: “El avión…El Avión!!”
Por Héctor Kol
Para
Sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com
Julio de 2017.
“La Isla de La Fantasía” fue una serie televisiva que
en los años ’80 alcanzó gran popularidad en la televisión chilena, cuando la TV
chilena aún era posible de soportar, al menos en sus emisiones destinadas a la
recreación.
La serie consistía en un territorio insular donde las
personas podían cumplir sus sueños más increíbles e imposibles de alcanzar en
la vida real. Tras el pago de una inscripción que nunca se explicitó en la
serie, los “fantasiosos” (como cualquier economista chileno que se cree el
cuento de que somos un país OCDE) eran trasladados en avión hasta la isla,
donde accedían a un montaje escénico y dramático que les permitía cumplir un
sueño específico, como ser General de alguna guerra, una estrella de cine o un
Diputado del Frente Amplio no blindado por la Nueva Mayoría.
En síntesis, la Isla de la Fantasía era una empresa
donde bastaba el dinero para que los soñadores de turno pudiesen cumplir algo
que jamás, sin el dinero y sin este escenario, hubiesen alcanzado. (Cualquier
parecido con la realidad política chilena es mera coincidencia).
En la serie, el gerente de la Isla, protagonizado por
el actor mexicano Ricardo Montalbán actuaba
como un anfitrión que contaba con un ayudante enano, el archiconocido Tattoo,
que anunciaba el arribo a la Isla del avión con los “fantasiosos”, tocando una
campana y gritando “¡¡El avión…El avión !!”…
En los mares australes de la Patagonia chilena, un
grupo de fantasiosos busca cumplir su propio sueño: crear la SALMONICULTURA
SUSTENTABLE. Y para ello, no se trasladan a una isla en avión, sino en buses o
en sus autos personales hasta Valparaíso, Chile, donde funcionan las oficinas
del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, (SERNAPESCA) y la Subsecretaría
de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) que operan como verdaderas y digitalizadas sucursales
de la empresa creada por la serie en comento.
Allí, a punta de planillas Excel y cartas marinas
debidamente incorporadas a un Sistema de Información Geográfico (SIG) estas
sucursales de la Isla de la Fantasía del enano Tattoo fiscalizan a las
salmoneras, las regulan, les permiten conseguir concesiones acuícolas en
unidades de superficie, decretan o terminan con las “mareas rojas”, calculan
las capacidades de carga de los sistemas acuáticos aunque no poseen ni una sola
lancha para acceder al mar o a un Lago….
Es decir, son…FANTÁSTICOS….
Pero para efectos del artículo presente, sólo basta
con decir que Chile tiene, como todo país que se precie de pertenecer a la
APEC, su propia Isla de la Fantasía, con dos oficinas en la V Región del país para cumplir un sueño
imposible en la vida real: crear la Salmonicultura Sustentable…
A la sucursal SERNAPESCA llegan, principalmente, los
fantasiosos como el Diputado Boric, Salmon-Chile, la WWF y PROCHILE, para solicitar
la “sustentable” fantasía. Y sin Tattoo de por medio, los “anfitriones” de
SERNAPESCA montan el escenario con toda suerte de declaraciones sobre los
avances de la tóxica Industria hacia el status deseado, aunque con esas
declaraciones contradigan los informes que ellos mismos poseen.
En efecto, desde esta sucursal sin Tattoo de la “Isla
de la Fantasía”, se ha llegado a declarar que el salmón producido en Chile
supera en calidad al que produce Noruega; se ha asegurado que en Noruega se
usan más pesticidas para combatir el “Cáligus” (piojo de mar) que los que se
usan en Chile y últimamente, que en Chile, durante el año 2016, SE HA REDUCIDO
EL CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS por parte de la piojenta Industria
Por supuesto, todo es sólo una fantasía…
El mismo SERNAPESCA señaló recientemente que casi el
90% de los antibióticos que se usan en la Industria Salmonera son para
tratamientos de los peces afectados por el
bacteriano Sindrome Rickettsial del salmón (SRS) especialmente en la
“fase de engorda” de los salmones cautivos en balsas-jaulas posicionadas en el
mar de la Patagonia [1].
Casi paralelamente a lo anterior, SERNAPESCA señaló
que la salmonicultura en Chile HABÍA DISMINUIDO su consumo total de
antibióticos, reduciéndolo en un 30% entre el año 2015 y 2016 [2].
Es decir, era esperable que un menor consumo de
antibióticos fuera el resultado de una disminución principalmente de centros de
engorda afectadas por SRS.
Nada de eso era así. No todas las fantasías se hacen
realidad, tal como ocurría en la isla de Tattoo y su campana…
El Mapa 1 muestra los centros de engorda de salmónidos
afectados por SRS durante el año 2010 en la Región de Los Lagos, según información
provista por SERNAPESCA a la Fundación Pumalín.
Como muestra el Mapa, en el año 2010 existían 40
centros de engorda afectados por SRS en la Región pionera en esto de destruir
el mar mediante concesiones acuícolas otorgadas EN METROS CUADRADOS.
El Mapa 2,
mientras tanto, muestra la situación al año 2015 respecto de la cantidad de
centros de engorda de salmónidos afectados por SRS en la Región de Los Lagos.
Como se ve, el número de centros afectados por SRS alcanzó a 205, es decir, SE
QUINTUPLICÓ EL PROBLEMA EN UN PERIODO DE 6 AÑOS…
¿Dónde está la
eficiencia en esto de intoxicar al mar, a la pesca silvestre y a los recursos
bentónicos con medicamentos? …¿Para qué se sigue arriesgando la salud humana
con el consumo de productos del mar contaminados con antibióticos?...¿QUÉ ES LO
QUE CELEBRAN SERNAPESCA y SALMON-CHILE?... ¿Acaso CORFO y PRO-CHILE van a abrir
un nuevo negocito neo-liberal: la exportación de genes de resistencia a los
antibióticos?...
La disminución de
un 30% en el consumo de antibióticos durante el año 2016 y que reportó
SERNAPESCA en el artículo de prensa citado, fue aclarado por ATARED, una asociación
prestadora de servicios a la propia Industria. Si la producción de salmones
disminuyó en más de un 20% por la crisis sanitaria y ambiental que vivió la
Industria durante ese mismo año, es lógico que el consumo de medicamentos
disminuya: “La reducción de 31,4% recién difundida,
obedece a un 23% de menor producción; la reducción neta de antibióticos en
realidad fue de 8,4%”…[3]
Es decir, nada ha cambiado en el mundo real. Los
únicos cambios provienen de la sucursal de la Isla de la Fantasía que funciona
en Valparaíso, detrás del Congreso Nacional. El consumo de antibióticos
permanece estable y es directamente proporcional a la producción y al SRS
presente en ella.
Así y llevando al límite los datos (y no las
“declaraciones”) existe una manera de eliminar el uso de antibióticos en la
salmonicultura: ELIMINANDO LAS SALMONERAS
y eso en este país, el más capitalista neo-liberal del mundo, eso también es
una fantasía.
La salmonicultura es una caja pagadora de campañas
políticas que la sostienen y ni hablar de la cantidad de puestos de trabajo que
entrega a quienes la “fiscalizan” y los fondos públicos que reciben las ONGs y
Fundaciones defensoras del medioambiente que las “certifican” o inventan
informes para evitar que respondan por
los daños que producen. El listado y los montos en dinero fiscal que reciben
las Universidades por “innovaciones” en salmonicultura dan cuenta del tamaño
del soborno nacional que opera detrás de la Industria Salmonera.
Y aunque eliminar las salmoneras es más que una
“fantasía” y es más bien una Utopía, las
Utopías sirven precisamente para eso: para
tratar de alcanzarlas y correr detrás de ellas…. hasta que dejan de serlo.
Es, precisamente, lo que haremos.
Héctor Kol
Patagonia Chilena Sin Represas… Sin Salmoneras
Julio de 2017.