miércoles, 22 de abril de 2020

La Contraloría II: Una Moratoria "a la SUBPESCA"


LA CONTRALORÍA TIENE LA PALABRA (II) :
UNA “MORATORIA” A LA “SUBPESCA”.

Por Héctor Kol
Para Sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com
Abril de 2020.

A sólo una semana de publicados el clip de Radio Trapananda[1]  referido al retardo de la Contraloría General de la República en su pronunciamiento sobre estudios de capacidad de carga para la salmonicultura y la columna “La Contraloría Tiene La Palabra” [2], la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) dictó una Resolución para decretar la “moratoria” definitiva (congelamiento)  para la entrega de nuevas concesiones acuícolas para salmonicultura en la Región de Aysén, declarándola saturada o “sin espacios” para nuevas instalaciones destinadas a la producción de salmón de cultivo, quizás si el alimento más tóxico del planeta.

Pero como debieran ya estar acostumbrados los chilenos cuando de SUBPESCA se trata, la “moratoria” es “a la chilena”, o para ser más precisos, es “a la SUBPESCA”. Esto es, insuficiente y mediocre, puesto que no resuelve ninguno de los desastres ambientales que genera esta Industria y ni siquiera los previene.

En el año 2007, alegábamos ante la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara de Diputados, donde se reunía parte de la Bancada Salmonera existente en el Congreso Nacional y presidida entonces por el DC Patricio Vallespín, que resultaba absurdo que un  proyecto de acuicultura de mitílidos (choritos) fuera evaluado ambientalmente con el mismo instrumento de evaluación que un proyecto de cultivo de salmónidos: una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) dado que mientras el primero no usa alimentos artificiales, antibióticos, vacunas, pesticidas, desinfectantes ni pigmentos, el segundo usa todo eso y más.

Alegábamos, también, que las llamadas Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) en la Región de Los Lagos se definieron en base a un “estudio técnico” elaborado por SUBPESCA que consistió en una encuesta a 4 Municipalidades y una Federación de Pescadores Artesanales, resultando en un documento de apenas DOS PÁGINAS. Es decir, un estudio técnico “a la SUBPESCA”.

Finalizamos aquella vez nuestros alegatos agregando que, por añadidura, en ninguna de estas AAA  se había definido la Capacidad de Carga de estas Áreas, es decir, el monto máximo de salmones o de cualquier otro recurso hidrobiológico que se cultivara de manera programada, para evitar la generación de condiciones anaeróbicas en el medio acuático intervenido, esto es, condiciones que impiden la mantención de la vida acuática, como ya lo demandaba la Ley de Pesca entonces vigente, en su Artículo 87º, que sigue vigente incluso en la actual Ley Longueira.

Dábamos como ejemplo ante esa Comisión de Pesca y Acuicultura, que para SUBPESCA,  una misma hectárea de mar era “apta” para una producción de una tonelada (1.000 kilos) de choritos o mil toneladas (1.000.000 de kilos) de salmónidos…. No habían estudios de capacidad de carga… no habían límites productivos…. Nuestro planeta tenía y aún tiene, para SUBPESCA, infinitas capacidades para su explotación y envenenamiento…

Como era de esperarse, el alegato en la Comisión de Pesca y Acuicultura de Vallespín, Recondo y Marisol Turres, no sirvió para nada útil… Sólo meses después, se produjo la llamada “crisis del Virus ISA”, que duró cuatro años y que culminó con un regalo de la entonces Presidenta Bachelet de  US$ 450 millones (450.000.000 de dólares) para salvar a la “exitosa” Industria de la ruina, además de permitirle constituir hipotecas sobre sus concesiones acuícolas a fin de que pudieran respaldar los préstamos bancarios que solicitaban y que, en definitiva, pagamos todos los chilenos, con nuestro dinero y con nuestro mar… Así de generosa la Presidenta…. Así de exitosos los salmoneros…

Sin límites de producción y con AAA definidas con estudios técnicos “a la SUBPESCA”, el Mar de la Patagonia fue invadido por la Industria tóxica en apenas 5 años, pues para instalarse en Chile, la Industria Salmonera NO TIENE RESTRICCIÓN ALGUNA, tal como lo señalaba Felipe Sandoval, también DC y Subsecretario de Pesca (luego, Presidente de Salmon- Chile) en entrevista dada a CEIBO Producciones para el documental “Las Jaulas en el Mar” del año 2006, quizás si el primero que aborda la destrucción ambiental que generan los salmoneros.

NINGUNA restricción…

Así, decenas de centros de engorda de salmónidos se instalaron, por ejemplo, en la Región de Aysén, después de sesudos y complejos “estudios” hechos por SUBPESCA de los Proyectos Técnicos que presentaban los salmoneros antes de aprobarlos, ordenando después el ingreso de cada proyecto a evaluación ambiental, donde SUBPESCA los volvía a aprobar, entregando su Permiso Ambiental Sectorial (PAS) para cumplir con la Ley de Bases del Medioambiente. Sólo para eso.

Y así quedó Aysén, su Reserva Nacional Las Güaitecas, sus canales aledaños al Parque Nacional Isla Magdalena, sus Santuarios de la Naturaleza… Así quedaron, como muestra la Figura 1, las Áreas SNASPE gauchas después de los estudios técnicos mandatados por la Ley de Pesca a SUBPESCA.

Sobre esta imagen, que muestra la invasión de nuestro Mar de la Patagonia por parte de una Industria que abandona a sus trabajadores enfermos en un camino lejano a todo, es que SUBPESCA dictó su “moratoria”… ¿Hay algo para celebrar, entonces?...

Pero eso no es todo. El problema principal de esta falta de servicio de SUBPESCA, que ya detectara y verificara la Contraloría General de la República en el año 2016, no es el número de instalaciones, sino que en cada una de ellas se puede producir lo que la empresa salmonera decida, sin límites, porque NO EXISTEN LOS ESTUDIOS DE CAPACIDAD DE CARGA… y SUBPESCA se niega a hacerlos, como lo señalábamos en el primer artículo de esta saga.

Así, si oficialmente se producen 600 mil toneladas de salmónidos en la Región de Aysén con este número de instalaciones que muestra la Figura 1, perfectamente en ese mismo número se pueden producir 2 millones de toneladas, puesto que no está limitada la producción en ninguno de estos centros. La “moratoria” que aplaude el Ambientalismo V.I.P. con sede en Santiago, sólo congela el número de centros… pero no su insustentable y degradante producción.

Ejemplo de este total abandono de funciones y falta de servicio de los servicios públicos del Estado Salmonero, se muestra en la Figura 2, donde se muestra el centro de engorda de salmónidos número de Registro Nacional de Acuicultura (RNA) 110129, de MOWI-Chile (Ex Marine Harvest) ubicado en el Santuario de la Naturaleza “Estero Quitralco” de la Región de Aysén.

La imagen corresponde a una captura de pantalla del Visualizador de Mapas de SUBPESCA y muestra que 10 de las 30 balsas jaulas conque opera este centro, están FUERA de la concesión otorgada y donde obligatoriamente debe operar.

En el Visualizador de Mapas de SUBPESCA, entonces, hay una infracción EXPLÍCITA a la Ley General de Pesca y Acuicultura… ¿La denunció SUBPESCA?...

Este centro de engorda estaba autorizado para producir 540 toneladas de salmónidos por ciclo productivo  (540.000 kilos) hasta el 12 de diciembre de 2011, cuando la Comisión Regional del Medioambiente de Aysén (COREMA- Aysén) aprobó, mediante la Resolución de Calificación Ambiental Nº 556 de la fecha indicada, que este centro de engorda, en sus mismas  23,77 hectáreas que ocupa en un Santuario de la Naturaleza, pueda producir ahora 4.748 Toneladas de salmónidos/ciclo productivo (4.748.000 kilos) es decir, un 900% más que la producción original…. 9 VECES MÁS….EN LA MISMA SUPERFICIE  CONCEDIDA…..

Por supuesto, la entonces Marine Harvest cumplió la ley: presentó a SUBPESCA un Proyecto Técnico, que SUBPESCA aprobó y luego una Declaración de Impacto Ambiental,  que SUBPESCA volvió a aprobar, cumpliendo, así, la Ley…

Quizás si porque se trata de un Santuario de la Naturaleza el que está invadido por MOWI  (sucesor de Marine Harvest) con otros 8 centros de engorda, en este centro en particular se produjo un milagro….

En efecto, según la Nómina de Informes Ambientales, INFAs, que publica el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) en su página web, este centro generó condiciones ANAERÓBICAS (que impiden la mantención de la vida acuática) en su sitio de emplazamiento en mayo de 2011, es decir, ANTES de que se le aprobara la ampliación de un 900% de su producción original de sólo 540 toneladas/ciclo productivo.

En otras palabras, el centro RNA 110129 generó una degradación ambiental CON SÓLO 540 TONELADAS DE PRODUCCIÓN…. Y aunque luego podía producir un 900% más que la cifra señalada, nunca más generó tales condiciones.

En consecuencia, según SUBPESCA, SERNAPESCA y la COREMA- Aysén, el sitio de emplazamiento del centro RNA 110219 que era INCAPAZ de soportar 540 toneladas de producción, SI ERA CAPAZ de soportar 4.748 toneladas… 9 VECES MÁS…

Simplemente, un milagro

O puesto de otro modo para una mejor comprensión en la lectura: si en una casa NO CABEN 20 personas, pero SI CABEN 180 personas, no es un chiste….ES UN MILAGRO…. Se lo redacta una Consultora Ambiental, se lo certifica SUBPESCA, se lo acredita la COREMA (o el SEA) de Aysén, se lo fiscaliza SERNAPESCA… y se lo agradece El Vaticano…

Pero como los milagros son también un “recurso escaso”, en el resto del Mar de Aysén no se producen.

La Figura 3 repite lo ya mostrado en el artículo anterior: la distribución de decenas de centros de producción de salmónidos que han liquidado sus sitios de emplazamiento en la Región gaucha por producciones que en su mayoría SUBPESCA aprobó dos veces

Así, el anuncio de SUBPESCA acerca de esta moratoria no es más que otro efecto especial gatillado por el Estado Salmonero y que no tiene importancia alguna, pues si no se limita la producción salmonera según las capacidades de carga de los sistemas acuáticos, es decir, si no se hace cumplir lo que señala la Ley de Pesca, cualquier anuncio que no las considere, es paja…

Y más aún, el proceso de “relocalizaciones” que ya se realiza (también, sin estudios de capacidad de carga de por medio) le permitirá a estos destructores del mar de la Patagonia cambiar de posición y ocupar nuevos sitios que aún no han liquidado, SIN TENER QUE PEDIR UNA NUEVA CONCESIÓN, es decir, SE HACE AL MARGEN DE ESTA MORATORIA porque las nuevas posiciones se consideran como “concesiones ya otorgadas”, según las modificaciones hechas para tal efecto a la Ley de Pesca de Longueira. Y no se atreva usted a preguntar quién y para dónde se quieren realizar los tóxicos: ya lo hizo el Comité de Defensa del Borde Costero de Puerto Montt y era que no, SUBPESCA se negó a responder…

Ello es lo que explica la necesidad URGENTE de que la Contraloría General de la República se pronuncie, de una vez por todas, acerca de si deben existir o no tales estudios de capacidad de carga que venimos demandando desde hace 13 años.

No puede alargarse este tiempo de espera, que ya alcanza los 21 meses, para que se pronuncie la Contraloría a la consulta que se le hiciera hace tanto tiempo ya, pues el Estado Salmonero y sus oficinas, tal como lo ha hecho SUBPESCA ahora, seguirá entregando placebos y no soluciones reales para detener esta dramática destrucción que, a diario, la Industria Salmonera genera en nuestro Mar Austral.

La Contraloría debiera entender que, así como a la Industria salmonera sólo le importan los salmones y no sus trabajadores, a los servicios públicos que operan en la mantención del Estado Salmonero al sur del paralelo 42º Latitud Sur, tampoco les importa el Mar de la Patagonia y sólo le importan los intereses de la Industria, como ya lo verificara en sus auditorías del año 2016 a SUBPESCA y a SERNAPESCA.

En definitiva, entonces, la Contraloría sigue teniendo la palabra para detener o no, la Destrucción del Mar de la Patagonia.

Héctor Kol
Patagonia Sin Represas… Sin Salmoneras
Abril de 2020.