Globalismo
y Naturaleza. Número 5. Junio 2024.
ELYSIUM
PARTE II:
…Y con piscina de agua salada.
Por
Héctor Kol Z.
Para
patagoniasinrepresassinsalmoneras.blogspot.com
Cuentan los navegantes de los canales y fiordos de la
Patagonia chilena que El Fantasma se les cruzó en la ruta y que mientras pulía
el anillo, reflexionaba: “La Campaña
‘Patagonia Sin Represas’ le dejó limpiecitos los patios a los latifundios de
los gringos que se adueñan de la Patagonia. Y ahora quieren que les limpiemos
la piscina…”
El Fantasma es un tipo informado porque vive allá y no
en Santiago, como todos los que quieren “limpiar la piscina” por internet.
Y tenía razón si sus reflexiones se referían a las
campañas por internet de las ONGs en favor de los Espacios Costeros Marinos-
Ley Lafkenche para que sean usados quizás por quién o a las campañas (también
por internet) para erradicar a las salmoneras del mar que el Neo- Colonialismo
Verde quiere NO PARA CUIDARLO, sino que PARA QUEDARSE CON ÉL.
Porque esos Comités de Aseo y Ornato con
financiamiento gringo y/o de la ONU y con nombres ampulosos y en inglés, son los mismos que apoyaron y siguen
apoyando a la ley más corrupta que han generado los Gobiernos (también
corruptos) de la pos-Dictadura: la Ley Longueira, que tenía por principal
objetivo asegurar, a las empresas salmoneras, el pescado necesario para la
fabricación de alimentos… para salmones.
Estas mismas ONGs “protectoras” del océano, además, quisieron
consagrar Constitucionalmente el despojo del Mar Chileno, en la más que
fracasada Convención Constituyente de Boric, que fue intensamente intervenida
por ONGs extranjeras y chilenas de todo tipo y que pusieron sus propios
“Convencionales” dentro de ella, como FIMA y Fundación TERRAM [1],
para conseguir precisamente eso: que les entregáramos en bandeja El Mar Chileno
a las ONGs de los Kennedy y de los Rockefeller, un despojo que llaman “Política
Turquesa” y que al fracasar la Convención, gatilló nuevas estrategias para
conseguirlo.
En efecto, un Primer
Borrador de la Constitución propuesta por la Convención
“refundacional” señalaba, en su Literal 194, Art. 26°, que dos de los Parques
Marinos entonces constituidos (“Motu Motiro” o Rapa Nui y el Parque Marino
sobre el Archipiélago Juan Fernández) que sumaban una superficie de 41 millones
de hectáreas (casi 60 VECES LA SUPERFICIE DEL ÁREA METROPOLITANA) pasaban a
denominarse “Territorios Especiales” y que tendrían “estatuto propio”, es decir
DISTINTO al estatuto que rige al resto del territorio Nacional:
“
194.- Artículo 26.- Territorios especiales. Son territorios especiales Rapa Nui
y el Archipiélago Juan Fernández, los cuales estarán regidos por sus propios
estatutos.
Sin
perjuicio de lo establecido en esta Constitución, la ley podrá crear
territorios especiales en virtud de las particularidades geográficas,
climáticas, ambientales, económicas, sociales y culturales de una determinada
entidad territorial o parte de esta”.
¿Y quién iba a elaborar esos especiales “estatutos”?
Las ONGs que controlan ese maritorio nacional, ambas estadounidenses.
Tal Borrador fue RECHAZADO al interior de la propia
Convención y lo que se sometió a Plebiscito Nacional fue una nueva versión de
este intento por entregar a las ONGs no sólo estos dos Parques Marinos
señalados, sino también otros dos ya conformados y que en conjunto suman 85,2 millones de hectáreas de superficie de
Mar Chileno, una superficie mayor a la de Chile Continental, sin el
Territorio Antártico Chileno (76 millones de hectáreas).
En efecto, en la segunda propuesta de la Constitución “refundacional”
finalmente plebiscitada, esta disposición fue acogida en su totalidad en el
Art. 236° de la misma, donde se dotaba de más “autonomía” respecto del Estado
chileno a estos Parques Marinos, permitiéndoles tener “regímenes económicos y
administrativos diferenciados” :
“ Artículo 236. Territorios Especiales.
1.- Son territorios especiales Rapa Nui y el Archipiélago Juan Fernández,
los que se rigen por sus propios estatutos.
2.- En virtud de las
particularidades geográficas, climáticas, ambientales, económicas, sociales y
culturales de una determinada entidad territorial o parte de esta, la ley podrá
crear territorios especiales.
3.- En los territorios especiales, la ley podrá establecer regímenes
económicos y administrativos diferenciados, así como su duración, teniendo en
consideración las características propias de estas entidades.
Cuando los chilenos rechazamos este invento en TODAS
las regiones del país en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022, lo que
hicimos fue evitar que, instantáneamente, ONGs estadounidenses se quedaran con
los 41 millones de hectáreas de los Parques Marinos “Rapa Nui” y “Juan
Fernández”, aunque sólo algunos lo supiéramos.
Y en efecto, en TODAS las Regiones del país fue
derrotada esta Constitución “refundacional”,
también en la Región de Valparaíso,
excepto en dos Comunas: en Rapa
Nui y en Juan Fernández [2].
Así, se cumplía una máxima del establecimiento del
Colonialismo de cualquier color: no sólo se trata del control territorial,
sino, principalmente, del control ideológico de los colonizados.
El “peñi” Peter Hartmann, lonko de la “Comunidad
CODEFF- Aysén”, se equivoca cuando asegura, en un medio de prensa radicado en
el borde costero de Santiago, que en la resistencia masiva y multipolar a la
entrega de extensas superficies marinas a “comunidades indígenas” (hasta
Se equivoca el “peñi” Hartmann porque la “Republiqueta
Salmonera” ya no existe y en cambio
el Neo- Colonialismo Verde no sólo existe, sino que él mismo es uno de los que
lo promueve, porque de eso ha vivido SIEMPRE.
En 2007, ya viviendo en la Patagonia y antes de que se
iniciara la Crisis del Virus ISA, patenté la expresión “Estado Salmonero” que
una década después sirvió para titular un documental sobre el desastre
ambiental causado por la Industria Salmonera y en el que también fui
entrevistado, pero no invitado a su estreno.
Me refería con esa expresión a las facilidades
institucionales y administrativas que tenían las salmoneras para hacer pedazos
el maritorio austral, con una ausencia de legislación y Reglamentos que, a
partir de 2015, comenzamos a implementar mediante las primeras solicitudes de
pronunciamientos a la Contraloría General de la República, siguiendo la
estrategia diseñada por Fernando Siebald, abogado de la Ex Fundación Pumalín,
ya fallecido, y actuando bajo la cobertura
de los Comités de Defensa del Borde Costero, organizaciones comunitarias
funcionales similares a una Junta de Vecinos o a un Club de Rayuela. Así de
“empoderados”.
Fue con esa legislación completada y aclarada que en
2018 sacamos las salmoneras ilegales del Lago Chapo en Puerto Montt y en 2019
ayudamos a detener los proyectos acuícolas en Cobquecura (y por extensión, en
el Golfo de Arauco).
Ya en 2017 habíamos respaldado, en esa
institucionalidad reforzada, las primeras denuncias para revocar las
Resoluciones de Calificación Ambiental de decenas de centros de producción de
salmones en las tres Regiones Australes, además de las denuncias, por
sobre-producciones de salmones, contra las empresas Los Fiordos, AQUACHILE,
MULTIEXPORT (Multi X) AUSTRALIS, INVERMAR y varias otras. En 2018 elaboramos y
presentamos las denuncias contra NOVA AUSTRAL, en Magallanes, por generación de
condiciones anaeróbicas en sus sitios de emplazamiento y sobre-producción de
salmones, que llevaron a la empresa a la quiebra cuando obtuvimos, en julio de
2022, tres Revocaciones de Resoluciones de Calificación Ambiental en la
Superintendencia del Medioambiente. Un fallo “histórico”, tituló la prensa,
porque NUNCA se había conseguido. Y eso lo hicimos sin yates…
Entre el 2017 y el 2022 elaboramos, además, casi 400
solicitudes de caducidad de concesiones acuícolas operadas por salmoneras en
las tres Regiones Australes, de las cuales se han materializado cinco... por
ahora.
Hicimos nosotros, los Comités de Defensa del Borde
Costero, sin financiamiento ni dependencia extranjera y sin yates, que la
Industria Salmonera fuera LA MÁS FISCALIZADA de todas las industrias existentes
en Chile [3].
Es decir, existe ahora SUFICIENTE LEGISLACIÓN Y NORMAS
para detener la masacre del Mar Austral que causan las salmoneras y si las ONGs
Colonialistas- Verdes no son capaces de hacer ese trabajo, es porque no saben
hacerlo o porque sus especialistas se les van porque no les pagan los sueldos.
Y de lo último, el “peñi” Hartmann sabe mucho.
Al fin y al cabo, lo único que queda de la “Republiqueta
Salmonera” son las ONGs que se oponen a ellas y que se han infiltrado en los
servicios públicos tal como se infiltraron en la Convención Constituyente de
Boric, para hacer de Chile un “Territorio Especial”: Un ELYSIUM con mar propio.
En síntesis, tenemos un Estado suficientemente dotado
de todo lo necesario para gestionar el comportamiento ambiental de las
salmoneras, que hace innecesaria una nueva Ley de Acuicultura ya anunciada y
que, probablemente, tenga otros objetivos.
El problema actual puede y ha sido controlado por
organizaciones ciudadanas, como se ha resumido más arriba y lo que persiste es
la amenaza a la Soberanía Alimentaria que representan las salmoneras y la
corrupción en los servicios públicos, que abandonan sus funciones reguladoras y
fiscalizadoras mandatadas por la legislación vigente, la legislación que
perfeccionamos y completamos sin tener que hacer lobby en la casa de Zalaquett.
Pero respecto al Neo- Colonialismo Verde, que él mismo
promueve, el “peñi” Hartmann tiene razón. Ése efectivamente existe.
El fracaso en la Convención Constituyente de 2022
obligó a las ONGs dependientes de los Kennedy, de los Rockefeller y de los
Bancos de Wall Street, a buscar nuevas alternativas para apropiarse de un bien
nacional de uso público, que les pertenece a todos los chilenos: el Mar Chileno
Austral, en particular.
Y entre esas alternativas escogieron dos vías
principales: La Ley Lafkenche y los Planes de Manejo de las Reservas
Nacionales. Una tercera vía, probablemente, será la Ley de Acuicultura que será
tan inútil como la Nueva Ley de Pesca (Ley Zalaquett) que ya están discutiendo [4].
Las reflexiones del Fantasma, respecto a las
“piscinas” que los Neo- Colonizadores del Ambientalismo V.I.P. le quieren
agregar a sus fundos, son ciertas y
van de la mano con las solicitudes de Espacios Marinos- Ley Lafkenche que
defiende el “peñi” Hartmann.
Y para muestra, un botón.
La Figura 2 muestra el Parque Nacional Cabo Froward en
el Estrecho de Magallanes, con una superficie de 121 mil hectáreas de las cuales
28 mil hectáreas corresponden a dos predios fiscales y 93 mil hectáreas son un
territorio “donado” por Tompkins Conservation (hoy REWILDING) y que antes
también eran territorios fiscales.
El Parque fue votado favorablemente en la Sesión
Extraordinaria 2/2017 celebrada por el Consejo de Ministros para la
Sustentabilidad el 10 de abril de 2017, sesión que fue encabezada por el
entonces Ministro de Medioambiente, Marcelo Mena. Sólo siete años después, en
marzo de 2024, se firmó el Protocolo para implementarlo [5].
La Figura 3, por su parte, muestra la solicitud de
EMCPO “Tawokser” ingresada por las Comunidades Indígenas Kawésqar “Nómades del
Mar” y “ATAP”, sobre una superficie de 12.141 Hás. de mar AL ESTE DE ESTE NUEVO
PARQUE NACIONAL “CABO FROWARD” y aledaño al mismo.
La solicitud de EMCPO, según indica la gráfica de la
Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) se presentó el 13 de febrero de
2023 y fue acogida a trámite en octubre de ese año, apenas cinco meses antes de que se firmara el Protocolo para la
creación del Parque Nacional Cabo Froward.
Así, REWILDING no sólo tiene ahora un predio con un
status que incrementará sus ingresos por el Turismo de Intereses (o Ingresos)
“Especiales” que desarrollará en la porción que no “donó”, sino que tendrá
acceso, cuando sea aprobada la solicitud de EMCPO “Tawokser”, a un bien nacional de uso público que no
podía comprar: el mar de Cabo Froward.
Tendrá, entonces, una atracción turística “prístina”
(sin personas) … y con piscina de agua
salada.
¿Quién elaborará el Plan de Manejo de este EMCPO?...
Adivinen.
Los hechos son los hechos.
Detrás del Plan de Manejo de la Reserva Nacional
Kawesqar (2,6 millones de Hás. en la Región de Magallanes) ya está una de las
agencias del Neo- Colonialismo Verde: PEW, mientras que WWF y también PEW están
detrás del EMCPO “Desertores”, en la Región de Los Lagos. Eso, entre otros
casos que exhibiremos en otras publicaciones.
El fracaso en la Convención Constituyente de las ONGs
del Neo- Colonialismo Verde, en definitiva, ha sido reemplazado por el uso de
la Ley Lafkenche y la manipulación de las Comunidades Indígenas para acceder al
control del Mar Chileno austral. Las comunidades, sin embargo, no son el
“enemigo”, sino también parte de las víctimas, porque por sus Espacios Marino-
Costeros transitarán y sobrevivirán sólo si se ajustan a los planes de manejo
que OTROS elaborarán… No ellos.
La pelea, entonces, es contra los financistas del
Ambientalismo V.I.P. y sus ONGs colonizadoras y contra las Universidades
nacionales que colaboran contra un despojo al patrimonio nacional. Esa es la
pelea. Una pelea por la Soberanía.
Tiene razón, entonces, el Fantasma cuando pule su
anillo para enfrentar nuevas aventuras.
En el ELYSIUM que construyen en la Patagonia Chilena,
ya les dejamos limpiecito el patio del fundo y ahora lo quieren con una piscina
de agua salada, para que Chile y su mar terminen siendo una “Republiqueta”
Verde, donde los chilenos tendríamos que pagar una entrada para circular y
navegar por territorios y maritorios que nos pertenecen.
Y eso no ocurrirá.
No ocurrirá, porque tal como lo demostramos en el
Plebiscito de Septiembre de 2022, les faltan ONGs y “peñis” Hartmann para
conseguir eso.
Héctor
Kol Z.
Patagonia
Chilena.
Junio
de 2024.