SÚNICO: LA CAÍDA DEL HALCÓN NARANJA 2.0
Por Héctor Kol
Para
Sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com
Enero 2017.
La renuncia de Raúl Súnico a la Subsecretaría de
Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) producida aparentemente por sus vínculos
profesionales, políticos y hasta familiares con la Industria pesquera a través
de ASIPES, ha sido minimizada y reducida casi a un acto de honor que el ex
Diputado del Partido Socialista asumió para defender a su esposa, que tenía a
ASIPES entre su clientela mientras se tramitaba la Ley de Pesca conocida como
Ley Longueira, la misma Ley que después administraba su esposo…
Súnico no sólo fue el funcionario de turno que tenía
la responsabilidad de administrar los peces de todos los chilenos y que
se le desaparecían o entraban en colapso poblacional uno tras otro, sino que
fue, antes que nada, el protector de la Ley Longueira y fundamentalmente de la
Industria Salmonera.
Súnico hizo de la SUBPESCA una entidad que, bajo su
administración, completó 6 años sin hacer su tarea de ente regulador de la
Industria Salmonera, como lo señaló explícitamente la Contraloría General de la
República a través de su Unidad de Auditorías en Medioambiente en Septiembre
del año 2016. Y allí, en ese mismo instante, Súnico debió ser destituido, como también
debió serlo el Director Nacional del Servicio Nacional de Pesca, José Miguel
Burgos, por el que pasaron todas las irregularidades que detectó la Contraloría
cuando ejercía su cargo de Subdirector de Acuicultura de la SUBPESCA.
“…La Subsecretaría no ha
implementado el control en línea que
registre los indicadores de conductividad, salinidad, temperatura, profundidad,
corrientes, densidad, fluorescencia y turbidez, ni ha dictado el reglamento
específico sobre la materia…
La entidad no ha dictado el
reglamento específico que establezca las condiciones sobre el tratamiento y
disposición final de los desechos sólidos y líquidos, orgánicos e inorgánicos
de la acuicultura, habiendo transcurrido 6 años desde la publicación de la
citada ley…”
Contraloría General de la República,
Unidad de Auditorías en Medioambiente,
Informe Final 211/2016.
Pero Súnico siguió en el cargo, tal como aún
permanece en el suyo Burgos.
Por qué?
Porque era Súnico el vínculo con las organizaciones
“medioambientalistas” que siguen apoyando la Ley Longueira a pesar del derrame
de querellas y denuncias que aparecen en la prensa día tras día sobre la
corrupción que existe en el sector pesquero chileno. Con Súnico debía tratar
OCEANA para conseguir los decretos para los Parques Marinos a crearse y creados
en Chile; con Súnico trataba la WWF para asegurar proyectos de Áreas Marinas
protegidas para “salvaguardar la ballena azul” en sitios invadidos por
salmoneras, como el presentado recientemente en el marco del IX Congreso
Nacional de Antropología celebrado en Castro.
Con Súnico trataban las Comunidades Indígenas para
obtener sus Espacios Marinos en el marco de la Ley Lafkenche, algunos de
dimensiones ridículas, de sobre las 200 mil hectáreas de superficie, como el
solicitado en la Comuna de Hualaihué (Región de Los Lagos) por una asociación
indígena que se opuso a un Área Marina Protegida de Múltiples Usos (es decir,
una zona de protección ambiental) para cuidar el medio marino en el Canal
Cholgo y el Fiordo Comau, en el año 2013. Y era la SUBPESCA de Súnico la
encargada de aprobar o no los “planes de administración” que elaboraran las
organizaciones indígenas que demostraron usos consuetudinarios sobre
superficies que triplican la del Área Metropolitana. Toda una proeza…
Los proyectos de repoblamiento de algas (que por su
inconsistencia técnica fueron despedazados por los propios algueros en una
reunión de la CONDEPP realizada en Corral durante el año 2014) proyectos que sólo
garantizan otro desperdicio de recursos públicos en una pesca artesanal que en
la Zona Austral apoya mayoritariamente a la Ley Longueira, también dependían de
la SUBPESCA de Súnico….
Pero su rol fundamental era la defensa de la
Industria Salmonera.
La Ley Longueira, como lo he repetido hasta el
cansancio, tiene por principal propósito asegurar el abastecimiento de peces
silvestres a las fábricas de alimentos para salmones. De las 7 familias
favorecidas con esta Ley Corrupta que apoyaron OCEANA, Green-Peace y la WWF,
CINCO FAMILIAS tienen salmoneras. La fabricación de harina de pescado con pesca
ilegal, capturada por barcos fantasmas, barcos que no existen y que sin embargo
tenían cuotas de pesca asignadas por la SUBPESCA de Súnico, tienen involucradas
a empresas que mantienen salmoneras: Salmones de Chile, BLUMAR, CAMANCHACA… Y a
pesar de los pronunciamientos de la propia Contraloría acerca de la ilegalidad
de las “pescas de investigación”, estas se mantuvieron porque, al fin y al
cabo, los salmones tenían que comer….
SUBPESCA acogió solicitudes de ampliación de producción
de salmoneras QUE JAMÁS FUNCIONARON, o que operaban fuera de sus concesiones
acuícolas y teniendo la documentación que lo probaba a la vista, como lo señaló
la Contraloría General en su Informe de Auditoría a este servicio público que
administraba la desaparición de los peces en el mar.
“…La Subsecretaría se
pronunció conforme y otorgó el permiso ambiental sectorial al titular Glaciares
del Pacífico del centro Nº 100649, en circunstancias que disponía de la
Información Ambiental, INFA, que evidenciaba que aquel se encontraba
operando fuera del área concedida…”
Contraloría General de la República,
Unidad de Auditorías en Medioambiente,
Informe Final 211/2016.
Súnico hacía de promotor de la Industria Tóxica en
cuanto evento internacional se acogiera a Salmon-Chile, en compañía del
Director de la entidad fiscalizadora, SERNAPESCA, a pesar de las denuncias, de
las pruebas, de las evidencias de que la Industria no sólo violaba cuanto
reglamento emitía SUBPESCA y que aportábamos desde distintos frentes para
reestablecer en el Mar Austral algo del derecho a vivir en un ambiente libre de
contaminación.
Hasta los opositores de la Ley Longueira trataban con
Súnico y quizás si hasta personalmente influyó para que la campaña nacional levantada
por el Consejo de Defensa del patrimonio Pesquero (CONDEPP) contra la Ley Longueira, que reunió a 300 mil firmantes,
terminara en las manos de un partido político del Gobierno que nombró a Súnico,
sin desmerecer en ello la “asesoría” que prestaron para ese efecto la Izquierda
Libertaria en su alianza con las Juventudes Comunistas. Las firmas quedaron en
manos de un Partido del Gobierno de Súnico y ese mismo Partido se encargó de
reemplazar rápidamente a los abogados que tramitaban originalmente las
querellas por corrupción en torno a la Ley Longueira… Un aporte genial, lleno
de sabiduría política de la IL…
En definitiva, la caída del Halcón Naranja, que
reunió para la defensa de la Industria Salmonera a “defensores del
medioambiente”, a “revolucionarios” que creen que la Historia del país comenzó
en el año 2011, a
una pesca artesanal QUE NO TIENE NI UN SOLO PESCADO porque la miserable cuota
global que les asignaron sólo es propiedad de los “armadores” (dueños de las
lanchas) no es un asunto trivial.
Quien reemplace a Súnico deberá asumir, además de la
tarea de no-cumplir con sus obligaciones legales, la coordinación de todas las
entidades que no tuvieron problemas para seguir sentándose a su mesa o
recibiendo sus “proyectos” a cambio de no estorbar el flujo de pesca silvestre
hacia la Industria Salmonera. Deberá seguir negociando parques marinos en
sitios infestados de salmoneras a cambio del silencio respecto a las salmoneras
y a la propia Ley Longueira; deberá seguir apoyando proyectos de innovación
destinados a la Industria tóxica, deberá seguir manteniendo reglamentos que
atentan contra el sentido común y la matemática universal, como el que fija las
“densidades de crianza” de salmones… y donde la densidad se ha re-definido como
unidad de masa por unidad de ÁREA … Arquímedes, sacúdete en tu cripta….
La administración de una Ley Corrupta, como lo es la
Ley Longueira, no admite “honestos” ni “incorruptibles” como lo ha solicitado
la pesca artesanal del Bío- Bío en una ingenuidad que inflama el alma... Es imposible que un honesto se haga cargo de
tantas tareas torcidas y en consecuencia, no importa a quién se nombre como
Subsecretario de Pesca y Acuicultura: lo importante es que ya sabemos a lo
que viene.
Héctor Kol
Patagonia Sin represas… Sin salmoneras.
Enero de 2017.
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