¿Es el Mar Austral de Chile apto para el cultivo intensivo de salmones?
EL CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS EN LA SALMONICULTURA INTENSIVA EN CHILE.
http://www.patagonjournal.com/es/blogs/salmonero-watch/478-el-consumo-de-antibioticos-en-la-salmonicultura-intensiva-en-chile
Por Héctor Kol
Programa Salmonicultura
AGO-Pescadores Artesanales de Aysén
Octubre, 2009.
e-mail intervenido: kolhector2@gmail.com
(Dedicado “voluntariamente” al Fiscal ad-junto SERGIO CORONADO ROCHA
del Ministerio Público de Los Lagos)
En carta fechada 14 de Julio de este año, el Ministerio de Economía respondió a consultas efectuadas por la Fundación OCEANA-Chile respecto al consumo de antibióticos en la salmonicultura intensiva transnacional que opera en Chile.
Para la organización ambientalista, las cifras contenidas en la respuesta del Ministerio de Economía superaban las peores estimaciones de las organizaciones defensoras del medioambiente que se han preocupado del tema. Sin embargo, de la revisión de esas mismas cifras se desprenden más incertezas que respuestas claras a lo consultado por OCEANA-Chile.
En efecto, en dos cuadros entregados por el Ministerio de Economía en su carta, aparecen cifras de consumo de antibióticos referidas a los años 2007 y 2008, pero las correspondientes al año 2007 son apenas “estimaciones”, como se aprecia en la Figura 1, en la que aparece el Cuadro 1 del documento entregado por el Ministerio a OCEANA-Chile:
La primera pregunta que surge es ¿cómo “estimaron” estos datos en el Ministerio de Economía? .
La carta no lo señala, pero más preocupante que eso es lo que se desprende de esta primera aseveración del Ministerio del que dependen los organismos fiscalizadores de la gestión ambiental salmonera (Subsecretaría de Pesca y SERNAPESCA) : el Ministerio evidentemente DESCONOCE cuántas drogas se usaron para producir salmones en el año 2007 y posiblemente en los años anteriores al señalado y, además, la única certeza de la respuesta del Ministerio de Economía es una cifra (325 toneladas de antibióticos) que fue reportada por las propias empresas.
Es decir, el Ministerio de Economía sigue dependiendo de la política de auto-regulación que posibilitó la crisis sanitaria que liquidó a la propia Industria Salmonera y causante de un desastre ambiental aún incalculable, especialmente en el Mar interior de Chiloé.
Para explicar, además, por qué el Ministerio no se encuentra en condiciones de desagregar por empresas el consumo de drogas como lo solicitaba OCEANA-Chile en su consulta original, la carta ministerial señala que “… no le es posible informar en dicho sentido…” por no contar con esa información:
“3. Respecto de la información desagregada por empresas solicitadas, cabe señalar que, lamentablemente no es posible informar en dicho sentido, por no contarse con ella actualmente en este Ministerio, sin perjuicio de haber sido solicitada al Servicio Nacional de Pesca…”
(Carta del Ministerio de Economía a Fundación OCEANA-Chile. 14 de Julio, 2009)
¿Cómo estimaron, entonces, las cifras correspondientes al año 2007? ¿Sigue siendo Salmon-Chile, una agencia publicitaria, la fuente de datos del Ministerio de Economía? ¿Cuál es el rol que juega, en consecuencia, el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA)?
La base farmacológica que soportó a la hoy arruinada Industria Salmonera seguirá siendo un secreto para todos los chilenos y especialmente para la Pesca Artesanal Austral, en cuyo territorio marítimo, aquel que le reserva la propia Ley General de Pesca y Acuicultura, se han vertido cantidades insospechadas de productos químicos, desde pesticidas a antibióticos, arruinando la producción orgánica que desde milenios sustentaba a la Cultura de la Pesca Artesanal.
Si se consideran las 325 toneladas y fracción de antibióticos que la carta ministerial señala como el consumo total de drogas en la salmonicultura intensiva transnacional durante el año 2008, la tasa de consumo de drogas (estos es, la cantidad de medicamentos usados por cada tonelada producida de salmón) alcanza a alrededor de 500 gramos de drogas por tonelada de pez. Una tasa de consumo aproximadamente igual se habría registrado durante el año 2007 en Chile, de acuerdo a la información “estimada” que entrega el Ministerio.
Dos fuentes de información contradicen fuertemente estas cifras entregadas por el Ministerio de Economía: el Reporte de Sustentabilidad 2008 publicado por la empresa noruega MARINE HARVEST (Sustainability Report 2008) y las propias Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) que entregaron las empresas salmoneras en Chile a las Comisiones Regionales del Medioambiente (COREMAs) para obtener los permisos ambientales de funcionamiento para distintos proyectos de engorda de salmónidos (CES).
En la Figura 2 aparecen las tasas de consumo de antibióticos (como “droga pura”) que MARINE HARVEST, en su reporte mencionado, consigna para sus distintas filiales en los países donde opera, entre ellos Chile, para los años 2007 y 2008.
En el año 2007, MARINE HARVEST informa, a través de este gráfico, que consumió 732 gramos de antibióticos por cada tonelada de salmón que produjo en Chile, mientras que en Noruega sólo ocupó 0,02 gramos de droga. En consecuencia, en el año 2007, Marine Harvest ocupó unos 200 gramos más que lo informado por el Ministerio de Economía a OCEANA-Chile como consumo global de medicamentos en la salmonicultura en nuestro país.
En el año 2008, mientras tanto, MARINE HARVEST ocupó en Chile 560 gramos de antibióticos por tonelada de salmón producida en Chile y sólo 0,07 gramos en Noruega, esto es, para Chile informa un consumo cercano al entregado por el Ministerio de Economía a la ONG ambientalista ya citada.
Sin embargo, estas cifras oficialmente entregadas por MARINE HARVEST a través de su reporte dan cuenta de un hecho esencial: que en Chile, durante el año 2007, MARINE HARVEST ocupó 36.600 veces más antibióticos que en sus cultivos en Noruega y que en el año 2008 ocupó 8.000 veces más antibióticos en Chile que en Noruega.
En otras palabras, MARINE HARVEST da cuenta de cómo el territorio marítimo chileno ha sido bombardeado con drogas de manera ilimitada, des-regulada e irracional por la sola existencia de un Estado que sólo parece preocupado de la rentabilidad de las empresas salmoneras y totalmente indiferente a las graves consecuencias médicas y ambientales que tiene este uso descabellado de antibióticos en la salmonicultura transnacional que opera en Chile.
MARINE HARVEST no ha hecho más que ceñirse a las regulaciones existentes en Chile para el consumo de antibióticos en la salmonicultura intensiva, es decir, a la NULA regulación. Nadie está, ciertamente, fuera de la Ley … cuando la Ley no existe.
La segunda fuente de información citada, las Declaraciones de Impacto Ambiental construidas y presentadas por las propias empresas salmoneras, están disponibles en la página web de la CONAMA.
En base a estas “declaraciones”, el Programa Salmonicultura de la AGO-Pescadores Artesanales de Aysén y el Programa Fiordos de la Fundación Pumalín se encuentran calculando el monto de antibióticos (como “droga pura”) que las empresas salmoneras han consignado como dispuestas a usar en caso de eventos sanitarios negativos, por ejemplo, la epidemia viral del ISA o la bacteriana del Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS).
En sus primeros resultados, el estudio en ejecución por ambos Programas han calculado que la tasa de consumo de antibióticos en Chile para la producción salmonera podría superar largamente los 2.000 gramos (2 KILOS) de droga por cada tonelada producida de salmón, de acuerdo a los consumos potenciales que han consignado las empresas salmoneras en las DIA de sus distintos proyectos de engorda de salmones.
En las DIAs de 15 “centros de engorda de salmónidos” (CES) con proyectos vigentes y aprobados por la COREMA-Los Lagos que se encuentran distribuidos en los Fiordos Reñihué y Comau (Chiloé Continental) los consumos de antibióticos por vía oral (drogas disueltas en los alimentos) que las empresas han declarado como disponibles para enfrentar eventos sanitarios negativos, arrojan los siguientes resultados globales que muestra el siguiente Cuadro 1-
Según este Cuadro, para una producción total de casi 43 mil toneladas de salmones, las empresas han declarado estar dispuestas a usar sobre las 187 toneladas de antibióticos (fórmulas comerciales). Si se consideran a estas drogas con una concentración del 80% de “droga pura” (o principio activo) el consumo de drogas total en este sector de Chiloé Continental se estima en casi 150 toneladas/año, de acuerdo al Cuadro superior. Para una concentración de 50% de principio activo, el consumo total de drogas alcanzaría a las 93,7 toneladas/año.
Luego, las tasas de consumo, para una concentración de 80% de droga pura, corresponderían a 3,4 KILOS de antibióticos por cada una de las 42.968 toneladas producidas. Para una concentración de 50% de principio activo, la tasa de consumo de antibióticos sería de 2,18 KILOS por cada tonelada producida de salmón en este sector.
Esa es la tasa de consumo que el Estado chileno, administrado por un Gobierno que encabeza una profesional de la medicina, aprobó al aprobar las DIAs presentadas a la COREMA-Los Lagos: el uso, en promedio, de entre 3,5 y 2,2 KILOS de antibióticos en la producción de una tonelada de salmón.
Estas cifras son entre 4 y 6 veces superiores a las consignadas por el Ministerio de Economía en su carta-respuesta a OCEANA-Chile y la única posibilidad de que sea verdadero lo afirmado por este Ministerio, reside en que las empresas sólo ocuparon, en medio de una crisis sanitaria que terminó por liquidarlas, entre un 15 y un 25% de los montos de medicamentos que tenían autorizados por COREMA. Un escenario totalmente improbable.
La literatura científica señala que hasta un 70% de los antibióticos que se suministran por “vía oral” a los peces en cautiverio, se inyecta directamente en el medio acuático, con consecuencias altamente degradantes tanto para el estado ambiental del sistema intervenido por la acuicultura intensiva como para el propio ser humano: académicos de la Universidad Austral de Chile han alertado de la presencia de genes de resistencia a los antibióticos (una suerte de inmunidad a los medicamentos) con una tasa elevada en los habitantes de la Región de Los Lagos, que atribuyen al consumo crónico de antibióticos que han contaminado a los productos del mar que forman parte de sus dietas.
La misma Fundación OCEANA-Chile, en el año 2006, publicó los resultados de un muestreo de peces silvestres del Estuario del Reloncaví donde el 40% de la fauna pelágica analizada estaba contaminada con antibióticos. La Pesca Artesanal NO USA antibióticos…
En las reformas a la Ley General de Pesca y Acuicultura que impulsa precisamente este desinformado Ministerio de Economía, no existe una sola limitación al consumo de antibióticos en la “Salmonicultura 2.0” que pretenden instalar en Chile en reemplazo de la que ya desapareció. Por el contrario, en esta “nueva salmonicultura” el Estado insiste en la auto-regulación empresarial en el uso de productos químicos, la mayoría de ellos tóxicos para el ambiente acuático, como lo ha denunciado permanentemente la AGO-Pescadores Artesanales de Aysén.
Que Marine Harvest se vea obligada a ocupar en Chile hasta 36 mil veces más antibióticos que en su propio país y para igual producto, a mi entender es un síntoma de una enfermedad mayor: que en Chile no se pueden cultivar salmones. Si para vivir en su país usted ocupa una cápsula de aspirina en el año y en un segundo país ocupa 36 mil cápsulas de aspirina en igual periodo, evidentemente en este segundo país no puede vivir, por muy barato que le cuesten los medicamentos o por mucha tolerancia que a su consumo demuestren sus tercermundistas gobernantes y autoridades sanitarias.
La información entregada por Marine Harvest en su reporte de Sustentabilidad 2008 es otra señal de que lo que trata de salvar el Gobierno Socialista a través de la Privatización del Mar no es sino un mito, el Último Mito Chilote… pero el primero en desaparecer.
Los Mitos sólo sobreviven mientras sobreviva la ignorancia.
Héctor Kol
Programa Salmonicultura
AGO-Pescadores Artesanales de Aysén
Octubre del 2009.
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