viernes, 1 de junio de 2012

SALMONICULTURA CHILENA: LA AGONÍA 2.0

Primera Parte: El milagro no existe

Por Héctor Kol
Para sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com
Mayo 2012

A través de los medios de incomunicación de masas más reputados, incluso por CNN-Chile, la industria salmonera sobreviviente de la crisis del virus ISA del 2007-2008 ha estado promocionando su “resurgimiento”, su “resurrección”, su retorno “desde las cenizas”… su propio milagro.

Nada más ajeno a la realidad.

La Industria salmonera, una vez más y tal como ha ocurrido en los últimos 15 de sus 22 años de existencia, se debate entre la vida y la muerte producto de su incapacidad para controlar las enfermedades que atacan a sus maltratados peces, hacinados en un ambiente acuático donde jamás se ha probado aptitud para la producción de salmones… JAMÁS.

Así, a las condiciones naturales adversas para la salmonicultura que existen en los mares australes (¿hay alguna duda sobre ello?) se suma la incapacidad de los servicios públicos y del Parlamento para generar leyes y reglamentos útiles para una gestión ambiental y sanitaria siquiera razonable de la Industria Salmonera. Los servicios públicos han sido incapaces de hacer cumplir, siquiera, aquellas normas inútiles que la propia industria salmonera genera a través de su red de influencias encabezada por el Eco-Senador Horvath en el Congreso Nacional o de los ex funcionarios de Salmon-Chile que ahora cumplen funciones de ordenamiento territorial o de fiscalización en los servicios públicos con competencia en las actividades acuícolas.

La Ex COREMA de Aysén, hoy Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) inspecciona POR ENCUESTAS a los centros salmoneros, es decir, envían un cuestionario (“Cuestionario de Seguimiento Ambiental”) que llenan los propios jefes de centro; las faltas descubiertas por los Comités Operativos de Fiscalización (COF) integrados por los servicios públicos más la Armada de Chile, sancionan con AMONESTACIONES las ocupaciones ilegales de agua, la falta de recintos para que vivan los trabajadores de los centros, la ausencia de plantas de tratamiento de aguas servidas en los pontones flotantes, las acumulaciones de mortalidades sobre los pasillos de las balsas-jaulas.

SERNAPESCA, en las tres regiones australes, sigue siendo un servicio que no posee embarcaciones propias para efectuar sus labores y debe “programar” con las propias empresas salmoneras sus visitas a los centros de producción. SERNAPESCA es el típico caso del árbitro sin pito.

Y el resultado de todas estas prácticas tenía que ser el esperado: hoy, existe MAS superficie de mar contaminada con virus ISA que en los años 2007 y 2008 y el Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) se ha convertido en una patología aún más aguda y mortífera que el propio virus ISA, a pesar de que se ha permitido el uso de productos cada vez más mortíferos para el ambiente acuático, como las balsas-jaulas de cobre que no sólo son bactericidas, sino BIO-CIDAS y desinfectantes como el VIRKON-S, que su propio fabricante califica como “nocivo para organismos acuáticos” (Figura 1)


El criollo Caligus sp, que hizo de la industria salmonera una industria piojenta, mantiene al “chiche” de los Gobiernos de la Concertación en esa condición: la salmonicultura chilena sigue siendo una industria piojenta, obligando al cierre de sectores por caligidosis (es decir, exceso de piojos) en los barrios salmoneros del borde costero de la Isla Grande de Chiloé.

En síntesis, no hay tal “milagro de la resurrección” de la Industria salmonera. Lo que efectivamente hay, es especulación financiera, la creación de un nuevo negocio inmobiliario (el de la compra-venta de concesiones acuícolas) y la precarización del empleo en la industria salmonera.

Hoy, los trabajadores salmoneros están en condiciones PEORES que antes de la crisis del ISA, trabajando “a trato” y sin sindicatos o Federaciones que defiendan sus derechos laborales y humanos. En el terreno laboral, el “milagro” salmonero se sustenta en el trabajador salmonero “temporero”, sin derechos, siquiera, a participar de los simulacros ante un eventual Tsunami, como el organizado en el año 2011 en Quellón, donde los únicos que no paralizaron sus faenas para este ensayo de sobrevivencia fueron las plantas de proceso de salmones, ubicadas TODAS en el borde costero de la comuna de Quellón.

Un filete de salmón sigue siendo, para los empresarios salmoneros y para los servicios públicos (para el Estado chileno, en definitiva) más importante que la vida humana y mucho más importante que un ambiente acuático por el que los salmoneros siguen pagando 20 pesos chilenos por metro cuadrado al año y que ahora pueden hipotecar gracias a la generosidad de la Ex Presidenta Bachelet.

Los hechos…los porfiados hechos

La Figura 2 a continuación no es la imagen de un salmón víctima del GOPE de Carabineros, sino un salmón atlántico (Salmo salar) afectado por SRS, que fue producido en Chile en plena resurrección de la industria. Esta es la condición en que se encuentran los peces de decenas de centros de la “milagrosa” industria, tal como este ejemplar muestreado en la Región de Los Lagos en el año 2011. Cuando los brasileños y los chinos comen salmón chileno… ESTO es lo que se comen…

El SRS, a diferencia del ISA, es una patología bacteriana, que no sólo ha atacado a los salmones, sino a todo el ambiente ocupado por el “milagro” austral. En efecto, imposibilitados de detener la enfermedad a través de prácticas sanitarias racionales, como se mostrará más adelante, la milagrosa industria ha recurrido a la obtención de autorizaciones para ocupar cantidades impresionantes de antibióticos como fórmula de combate a la enfermedad.

Así, en el sector Rada Potreros de Cholgo, en la Comuna de Hualaihué (X R) la empresa salmonera alemana VENTISQUEROS S.A. ha conseguido que para su producción de 15 mil toneladas de salmón a obtener tres concesiones separadas entre sí por apenas 90 y 140 metros (Figura 3) el Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Los Lagos (SEA – Los Lagos) emitiera Resoluciones de Calificación Ambiental que habilita a esta empresa a usar hasta 5 KILOS de antibióticos como droga pura por cada tonelada de salmón producida en cada una de sus concesiones.

El suministro de antibióticos por vía “oral” (a través del alimento entregado a los peces) alcanzaría a 75 TONELADAS de antibióticos (como droga pura) por ciclo productivo en los tres centros de producción en conjunto, según cálculos del Programa Marino de la Fundación Pumalín (Figura 4). De estas, 55 TONELADAS serían descargadas al medio acuático ocupado, con consecuencias ambientales y especialmente sobre la salud humana que ni al SEA-Los Lagos ni a la empresa VENTISQUEROS les importó evaluar. No hay normas que la obliguen a ello. La locura, en este “milagroso” país, no está normada…

Así como el SRS, el virus de la anemia infecciosa del salmón (ISA) no ha dejado de presentarse en decenas de centros de la Industria Salmonera en Chile, generando mortalidades y obligando a cosechas anticipadas. Los indicadores de mortalidades nuevamente se han disparado por la gestión ambiental y sanitaria deficiente de las empresas salmoneras. a pesar del “milagro” y del siempre optimista discurso de la agencia publicitaria Salmon-Chile:

“Hemos visto un cambio en la tendencia de algunos indicadores, especialmente en lo que se refiere a mortalidad. La mortalidad mensual registrada en los primeros meses del año era superior a los dos dígitos, cercana al 12 o al 13%. Y eso cambió significativamente durante el mes de agosto, que es el último dato que nosotros registramos. La industria registra una mortalidad menor al 1% mensual. Y eso es una muy buena noticia”

Carlos Odebret, Gerente General Salmon-Chile. Revista Mundo Acuícola, Octubre 19, 2009.

Dos años después, las mortalidades volvieron a sus magnitudes de dos dígitos. Habían “resucitado”, también, los piojos, las bacterias y los virus. En sus distintas cepas, el Servicio Nacional de Pesca señaló en diciembre del 2011, en carta respuesta a Juan Carlos Navea, representante de la Comisión Nacional de Pesca en Aysén, que más de 60 centros de engorda de salmónidos se encontraban afectados por el virus ISA entre Hornopirén (X R) y Capitán Aracena (XII R) como muestra la Figura 5. Es decir, unos 2300 kilómetros lineales de Mar Austral chileno siguen contaminados por un virus que introdujo la milagrosa industria.




Más aún, como muestra el mapa a la derecha de la Figura 4, la mayoría de estos centros con presencia del virus ISA se encuentran en la Región de Aysén, la Región adonde emigró la Industria Salmonera, en un éxodo iniciado en el 2007, para emplazarse en aguas libres del virus.

Y cómo reafirmación del dicho popular “en todas partes se cuecen habas”, la empresa con mayor número de centros salmoneros afectados por virus ISA en la Región de Aysén es LOS FIORDOS, filial de AGROSUPER, la misma propietaria del foco infeccioso que se instaló en Freirina (III R) donde los cerdos estaban en condiciones aún más aceptables que las que deben enfrentar sus salmones en los canales australes.

Ese es el resultado neto de la gestión del Zar de las Ictiopatologías, Felipe Sandoval, cuando comandó (antes de ingresar a la planta funcionaria de AQUACHILE) la Mesa del Salmón que generó las medidas administrativas y los nuevos reglamentos sanitarios que impedirían que se produjera lo que los mapas de la Figura 4 muestran. Simplemente, el virus ISA no es susceptible al tráfico de influencias ni respeta los límites “geométricamente armónicos” de los llamados Barrios Salmoneros.

Sin embargo, no es sanitario el problema que sigue afectando a la industria salmonera, sino que su principal problema es FINANCIERO. Las medidas sanitarias pos-ISA fueron impuestas por la Banca privada, con criterio bancario y sustentado en un informe económico: el informe de Claro y Asociados. El que sean los abogados y los economistas los planificadores de la salmonicultura en Chile, es otra fuente de la situación penosa del Último Mito Chilote. Ni el Capitalismo Globalizado fue capaz de resistir los “aciertos” de los economistas… Mucho menos lo iba a hacer una Industria que debiera ser el símbolo del maltrato animal y un museo abierto para los estudiosos de cómo NO se deben hacer las cosas.

Pero a diferencia del año 2007, cuando las salmoneras no tenían NADA con qué responder a las deudas contraídas con la Banca Privada, porque TODO lo debían, hoy responderán a la quiebra con las concesiones acuícolas que operan. Ese es el Plan Maestro diseñado a fines del año 2007 para “salvar” a la salmonicultura chilena y esa es la razón por la que una industria sepultada por todas las plagas de Egipto y más, sigue solicitando concesiones acuícolas y mantiene sus infecciones dispersas por los canales y fiordos australes. Ese será el tema de la Segunda parte de esta serie.

Héctor Kol
Patagonia sin represas… sin salmoneras
Mayo 2012.