viernes, 1 de diciembre de 2017

Ley Longueira: Los Objetivos de una Ley Corrupta

LEY LONGUEIRA: LOS OBJETIVOS DE UNA LEY CORRUPTA

Por Héctor Kol
Comité de Defensa del Borde Costero Puerto Montt

Presentación en Casa de la Cultura de Calbuco, Región de Los Lagos, el  1 de Septiembre de 2017.
Organizada por el Comité de Defensa del Borde Costero “Calbuco Emergente”
y con la participación de Gerardo Díaz, el Pescador Caminante.





En los tiempos del Pos-Modernismo y de los posmodernistas, es decir, en los tiempos del “Chamullo” y de los “Chamulleros”, todo comenzó en el año 2011…

Fue en ese año que “Chile cambió”, los pueblos “se empoderaron”, la gente “se indignó”, aparecieron los “movimientos sociales” e INCLUSO…fueron escuchados… Se descubrió, en esta Nueva Era, que nuestro planeta giraba en torno al Sol; que cuando llovía, lo hacía de arriba para abajo y que dos más dos son cuatro… El 2011 Colo-Colo ganó la Copa Libertadores, el Hombre llegó a la Luna, Colón a América…. Y Marine Harvest a Chile…

Así, para los “Chamulleros”, existe un Pre- 2011 y un Pos -2011…Adiós al fastidioso “Antes y Después de Cristo”, porque antes del 2011 ni siquiera hubo un Big-Bang y sólo  después del 2011, se hizo la luz en la Tierra…
  
De esa manera se distorsiona la Historia más reciente de nuestro país, para justificar y para no abordar en su raíz los desastres que se acumulan en todo el territorio nacional tras 45 años de aplicación de un Modelo Económico Capitalista Neo-liberal que, entre otras cosas, es el Creador de los “pos-modernistas”, de varios de los cacareados “movimientos sociales”… y de la actual Ley de Pesca y Acuicultura: la Ley Longueira, la ley más corrupta que ha tramitado el Parlamento tras su reinstalación en el año 1990 de la Era Pre-Modernista y tras ganarle la batalla “con un lápiz” a la Dictadura Militar.

En efecto, no fue en el Gobierno de Piñera (2010-2014) donde se gestó y se pensó en cómo volver a cogotear al pueblo chileno para quitarle algo más de lo poco que habían dejado los saqueadores con uniforme y luego los que los reemplazaron, sino que fue en el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006, Era Premodernista).



En el año 2002, en el marco de las negociaciones para celebrar un TLC con la Unión Europea y ante la amenaza de ser destituido de su cargo de Presidente de la República por múltiples caso de corrupción que protagonizó como Ministro de Obras Públicas del Gobierno de Frei Ruiz-Tagle (1994-2000, Era Premodernista) RICARDO LAGOS ESCOBAR recibió el apoyo incondicional de la UDI (ultraderecha) para desactivar la amenaza de destitución. A esa reunión corresponde esta foto publicada, a todo color, por el Diario El Mercurio de la época. Las dos caras de la misma moneda…

Allí, el entonces Diputado Pablo Longueira, no sólo le entregó un respaldo político, sino también ideológico al posteriormente designado, por su defensa irrestricta del medioambiente, como “Capitán Planeta” por el Diario Las Últimas Noticias, otro baluarte de la Libertad de Expresión en Chile.

Y ese apoyo ideológico se manifestó a través de la donación de un Plan de Modernización del Estado que incluía lo que se llamó la “Ley Corta de Pesca” y que, en esencia, era la misma Ley Longueira actual y que tenía el mismo propósito: entregarle la mayor parte de la biomasa pesquera en aguas nacionales a 7 familias (6 de la UDI y una de la Concertación, la familia Angelini).

Aunque la Ley tenía una duración también de 20 años renovables, la resistencia de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH) de Cosme Caracciolo y de ECOCEANOS (la única ONG ambientalista del sector marítimo que no pertenece al Club del Ambientalismo V.I.P.) consiguió que este “cogoteo” al pueblo chileno sólo durara 10 años.

Es decir, la “Ley Corta” de Lagos duró hasta el año 2012, cuando el ahora Senador  Longueira fue investido como Ministro de Economía del Gobierno de Sebastián Piñera y en consecuencia, a cargo de elaborar una Nueva Ley de Pesca y Acuicultura: ESTA Ley, la que lleva su nombre y su prontuario, la Ley “Longueira”.

Ya insertos en la Era Pos-modernista, apareció el primer “chamullo” producto de la Ley: el pescador artesanal y el buzo mariscador que no pueden pescar ni bucear… Es decir, el taxista que no puede manejar taxis y el campesino que no puede sembrar, el médico que no puede atender enfermos y el sicólogo que no puede leer a Freud…



Y a pesar de semejante tontera, la pesca artesanal, en su inmensa mayoría, ha apoyado este cogoteo legalizado por la Ley Longueira, tal como lo hicieron Green-Peace, la WWF y OCEANA, entre otros….[1]

No le importó a los dirigentes de la Pesca Artesanal que sus “representados” tengan ahora una credencial donde se les impide pescar después de 3 mil años de estar haciéndolo; no les importó que sus buzos no puedan efectuar “maniobras de buceo” porque su credencial así lo indica… Es decir, no les importó (ni les sigue importando) que el pescador obtenga un zarpe para ir a pescar en la Capitanía de Puerto de la misma Armada de Chile que dice que NO PUEDE PESCAR ni bucear….

Ni tampoco les importa que SERNAPESCA le vise lo extraído a pesar de que es una pesca ilegal, efectuada por alguien que NO TIENE AUTORIZACIÓN para hacerlo….



El “gran logro” de la pesca artesanal (que no puede pescar) que  menciona la actual Presidenta de la CONAPACH, corresponde a que los peces fueron privatizados en el año 2002 con la Ley Corta de Pesca y se asignaron A LAS EMBARCACIONES, como ocurre hasta hoy.

Efectivamente, las cuotas de pesca se entregan a la herramienta de trabajo, a la lancha y por lo tanto su administración y PROPIEDAD es sólo de los “armadores”, es decir, de los dueños de las lanchas y buques industriales. De esa manera, la flota pesquera extranjera puede acceder, desde esa Ley Corta de pesca en adelante, a Cuotas de Pesca en Chile por la vía de la compra de barcos CON CUOTAS…  ¿Puede haber algo más “patriótico” que eso?

Un barco pesquero sin cuota no tiene valor alguno y allí están los cementerios de naves en España y en Valdivia que dejaron de tener utilidad porque no recibieron cuotas… Y allí están las “naves fantasmas” a las que SUBPESCA les sigue asignando cuotas a pesar de que no existen, para mantener la especulación financiera que rodea, también, a esta actividad.

¿Por qué la pesca artesanal apoya este sinsentido, esta eliminación de su propia actividad milenaria? Porque en el sector pesquero artesanal los “armadores” son los dirigentes. Es decir, son los dueños de las lanchas a las que se asignan las cuotas que corresponden a la pesca artesanal. El resto de los pescadores NADA TIENEN…ni un solo pescado, excepto en la Región de Aysén, donde cada pescador tiene  su cuota porque allá (y sólo allá, en Aysén) la pesca artesanal pesca y tiene, además, poder político.

Esta Ley Longueira es defendida por los “armadores” de la pesca artesanal (es decir, los dirigentes) porque les asegura, en conjunto con otro cuerpo legal que abordaremos más adelante, grandes fortunas sin tener que moverse de sus camionetas 4X4 y sin mojarse ni las pestañas y no ha sido anulada como debiera porque fue aprobada por un Parlamento Corrupto, que aunque sigue desfilando en Tribunales por múltiples casos de corrupción, no tiene el más mínimo interés de modificar la “institucionalidad pesquera” que tanto aplauden, además, la WWF, Green-Peace y OCEANA porque, según ellos, “asegura la sustentabilidad de la actividad”, de acuerdo a los argumentos que esgrimen desde sus oficinas en Santiago, completamente ajenos al desastre ambiental y social que esta institucionalidad corrupta ha creado


  


Las Diapos 4 y 5 muestran los “aportes” monetarios a las campañas parlamentarias de varios “próceres” del Pre-Modernismo que hicieron las 7 familias favorecidas con la Primera Ley Longueira, según los registros del Servicio Electoral (SERVEL).

Y los aportes se distribuyeron indistintamente de las “ideologías” que predicaban los favorecidos, porque para el Sistema Capitalista NO EXISTEN LAS IDEOLOGÍAS ni las religiones y porque para un barrido o un fregado, sirve tanto un Socialista como Escalona como una ultraderechista como Ena Von Baer… Da lo mismo: todo hombre (y mujer) tiene su precio…

La Región de Los Lagos no iba a ser la excepción a la regla y entre los favorecidos con la generosidad pesquera industrial  estaban el Presidente de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados, Patricio Vallespín y el actual Director Regional de Corfo, Adolfo Alvial. Más al norte, el actual Ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, a cargo de la construcción de puertos (Diapo 5)… Todos de la Democracia Cristiana (DC). Entre los Socialistas favorecidos, el actual Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico….

Y por supuesto, entre los más favorecidos por este derroche de generosidad y de Responsabilidad Social Empresarial, el posteriormente electo SEBASTIÁN PIÑERA, que nombró a Longueira en el Ministerio de Economía para que terminara un trabajo pendiente…

Tanta generosidad no ha quedado impune y aunque no se ha tocado ni un pelo de la “sustentable institucionalidad pesquera” nacida del cohecho y del soborno, al menos ha quedado revelada en parte la institucionalidad de marras.

Unos 500 millones de pesos de CORPESCA (Grupo Angelini) se habrían repartido los 5 integrantes de la Comisión de Pesca del Senado durante la tramitación de la Ley Longueira y otros 53 diputados habrían recibido también dineros de CORPESCA a partir del año 2009, al menos.

 Y la pesca industrial siguió sobornando Senadores y Diputados para evitar que prosperara cualquier modificación a esta “sustentable” Ley de Pesca que fuese inconveniente para sus intereses aún después de ser promulgada… 
  


Pero había un inconveniente no menor respecto de la biomasa pesquera de las llamadas “aguas interiores”, a la que la pesca industrial no podía acceder porque, según la Ley de Pesca entonces vigente (la primera Ley Longueira) sólo podían efectuar extracciones los pescadores artesanales.



Para solucionar ese problema, usaron a Iván Fuentes, el primer gran dirigente de los “Movimientos Sociales” y presidente de CORFAPA, una organización dedicada a la compra y venta de pescados en la Región de Aysén, para que por su intermedio se instalara un discurso pos-modernista: que la pesca artesanal austral no podía pescar sus cuotas porque el mar era muy peligroso y debía permitirse a estos hombres en peligro que las vendieran AL SECTOR INDUSTRIAL.

Así, después de 3.500 años de pescar en canoas y con lanzas y de estar calando espineles embarcados en “Tucu-tucus”, el mar austral se puso peligroso para los pescadores en el año 2012, según el notable descubrimiento de este comerciante de pescados que inmediatamente fue electo Diputado en representación de…la Democracia Cristiana.

Y fue en el escenario de una protesta social que resultó infructuosa para todos los aiseninos, excepto para él y todos los dirigentes de la pesca artesanal austral, que se pusieron en la mesa de negociaciones del Movimiento Social de Aysén las llamadas Leyes Misceláneas, que permiten, hoy, que las cuotas asignadas a los armadores artesanales puedan ser vendidas a la pesca industrial, principalmente a GRANEROS S.A. o EMDEPES (de capitales japoneses) y otras que abastecen de pescado…. a las fábricas de alimentos para salmones [2]

Así relata el Diario “La Tercera”  los resultados del pos-modernista descubrimiento del ahora Diputado Fuentes y las Leyes Misceláneas que infiltró en medio de un conflicto social: 


De ESO viven los dirigentes de la pesca artesanal austral desde el paralelo 42º Latitud Sur y hasta el Cabo de Hornos: de vender las cuotas que se les asignan al sector industrial, para que este pesque no para alimentar personas, sino para alimentar SALMONES…

He allí la razón de por qué, por  las barricadas que manejó la pesca artesanal en Chiloé durante el año 2016 durante las protestas sociales aún más infructuosas que las de Aysén, no podían pasar camiones con alimentos… pero SIEMPRE PASARON los camiones salmoneros y eso es porque hoy la pesca artesanal austral es un proveedor más de la Industria Salmonera.

Por lo demás, de las 7 familias favorecidas con esta cascada de corrupciones, CINCO tienen salmoneras. La Ley Longueira y las Leyes misceláneas se hicieron para eso: para asegurarle a las salmoneras la disponibilidad de pescado para fabricar sus alimentos artificiales. La pesca industrial ya no necesita un mercado externo para vender harina y aceite de pescado. Ahora tienen su propio consumo interno, esto es, sus propias salmoneras.

Y aunque tienen toda la “sustentable” institucionalidad pesquera a su favor, estas 7 familias siguen violando su propia Ley, por la que entregaron aportes legales e ilegales a los parlamentarios y dirigentes de la pesca artesanal que aspiraban a su propio “raspado de olla”.
  



En síntesis, hoy se pesca para alimentar salmones que se exportan y no para alimentar  personas y ese atentado a la Soberanía y Seguridad Alimentarias nacionales no sólo tiene a un Parlamento corrupto a su favor, sino también a los ambientalistas V.I.P. de Green-Peace, WWF y OCEANA y a la pesca artesanal de prácticamente toda esta Región de Los Lagos, donde se concentra más del 50% de los pescadores artesanales de Chile.

La inducción a la sobre-explotación pesquera (y a la corrupción) que genera la salmonicultura intensiva, se aprecia en los siguientes gráficos de la Organización de Ingredientes Marinos (IFFO, en inglés) que mantiene estadísticas acerca de la producción y uso de la harina/aceite de pescado que se fabrican en el mundo.




En el año 2002, como muestra la gráfica de la Diapo 11, la IFFO estimaba que al año 2010 (casi al comienzo de la Era Pos-Modernista) casi la totalidad del aceite de pescado producido en el mundo estaría destinado a la acuicultura intensiva de camarones y salmones. Es decir, ya en ese año 2010 se estaría pescando sólo para alimentar salmones y camarones… y no personas.

Las tasas de conversión de pesca silvestre a “salmones” dan una idea de cómo para mantener a esta industria tóxica en el mundo es necesario arrasar con la biomasa pesquera planetaria: para una producción salmonera de 600 mil toneladas anuales, es necesario “invertir” entre 3 y 5 MILLONES DE TONELADAS de pesca silvestre para fabricar los alimentos artificiales que necesita tamaña producción.


Ese es el propósito de la “institucionalidad pesquera”, asegurar los peces y los espacios que necesita la salmonicultura, que ocupó sin piedad las “aguas interiores” reservadas por ley a la pesca artesanal y que ahora están convertidas en “barrios salmoneros”, como muestran las Diapos 13 y 14 siguientes:






En esas aguas que le estaban “reservadas”, la pesca artesanal, la única producción orgánica masiva de alimentos que existía en este país, cultiva sus “choritos” filtradores de excremento de salmones y partículas de pellets con antibióticos, colorantes y pesticidas que se suministran a los salmones; allí mantiene sus áreas de manejo de locos y caracoles y allí captura sus merluzas australes, como la que se muestran en la Diapo 15.



Como muestra la Diapositiva, ahora la merluza austral no siempre es de carne blanca, sino naranja, por el consumo de alimentos para salmones que llevan pigmentación artificial. A la derecha de la Diapo, una prueba de color para evaluar si esta merluza puede o no ser vendida como salmón. ¿Cuál es la carga de antibióticos y pesticidas, que también se administran en los alimentos para salmones, que tienen estas “merluzas salmonídeas”?
  
Allí, en esas aguas interiores, existen millones de ejemplares de salmones “fugados” que los pescadores artesanales no pueden pescar y comercializar, sin que se genere escándalo alguno mientras en otros países la fuga de salmones en proporciones ínfimas comparadas a lo que sucede en Chile, es motivo de emergencia nacional, como ocurrió en Canadá por la fuga de “apenas” 330 mil ejemplares de salmón del atlántico en agosto reciente.



En las “aguas interiores” que pertenecen a todos los habitantes de este país, se arrojan al mar miles de toneladas de antibióticos todos los años, en cantidades que serían consideradas delitos en otros países productores de salmones, principalmente para combatir el Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) enfermedad bacteriana que genera un 30% de mortalidad entre las producciones anuales de las salmoneras en Chile.



Esta enfermedad introducida en Chile probablemente por las propias salmoneras, genera consumos de hasta 36 mil veces más antibióticos por tonelada de salmón producida que lo que se usa en otros países productores de salmónidos en cautiverio, como muestra la DIAPO 18, correspondiente a un Informe de Sustentabilidad de la empresa Marine Harvest, que reconoce consumo casi CERO de antibióticos en sus instalaciones en Noruega, mientras en Chile ocupan más de 700 gramos por tonelada de salmón producida.

Así de irracional es el uso de antibióticos en las “aguas interiores” que pertenecen a todos los chilenos y cuya gestión se reservó a la pesca artesanal.



 Como muestra la DIAPO 19 siguiente, en al menos 200 puntos del Mar Interior de la Región de Los Lagos se manifestaba, al año 2015, esta enfermedad bacteriana que induce al  bombardeo químico como el reconocido por Marine Harvest.




Así se contamina, se intoxica el mar y sus recursos en la no menos cacareada “Patagonia prístina” que promueven las agencias de Turismo. De allí se obtienen los productos del mar que consumen los chilenos y sus hijos, con las consecuencias a la salud pública que sólo el Colegio Médico se ha atrevido a denunciar.

Esa es la "Salmonicultura Sustentable" que promueve el Diputado Boric, de Magallanes...

Para hacer de este mar Austral un escenario del crimen, donde no se respeta ley alguna, donde no importa la salud pública y mucho menos el impacto que tienen las operaciones salmoneras, es que se creó la Ley Longueira.

Y mientras tanto, los administradores por ley de este sistema marino único en el mundo ¿en qué están?.
  


La DIAPO 20 lo señala con claridad: están trabajando para las salmoneras, junto con los políticos aliados de esta, levantando las barricadas para que sigan pasando los destructores del Mar Austral, quizás si a la espera de que un nuevo desastre ambiental se produzca para que puedan seguir “pescando bonos” en el mismo lugar de siempre, sentados cómodamente en las cabinas de sus camionetas 4X4 y amparados en el fetiche predilecto de los chamulleros Pos-modernistas: el fetiche de los Movimientos Sociales.



Héctor Kol
Patagonia Sin Represas… Sin Salmoneras
Septiembre de 2017.





[1] http://airepurovalpo.blogspot.cl/2012/11/greenpeace-expresa-apoyo-ley-longueira.html
[2] http://g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=14824

martes, 24 de octubre de 2017

POSMODERNISMO, SALMONICULTURA CHILENA Y LA POMADA DE LA SUSTENTABILIDAD

POSMODERNISMO,  SALMONICULTURA CHILENA Y LA POMADA DE LA SUSTENTABILIDAD

El Caso del wellboat SEIKONGEN.

Por Héctor Kol
Sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com
Octubre de 2017.

En los tiempos actuales, de Pos-modernismo y de pos-modernistas, es decir, tiempos del “chamullo” y de los “chamulleros”, la venta de “pomadas” es un elemento insustituible e irremediable, especialmente si hay elecciones parlamentarias y Presidenciales de por medio.

La “Salmonicultura Sustentable” es uno de esos “chamullos” pos modernistas, sostenido, entre otros, por el Diputado Boric…

El reciente hundimiento de un wellboat en la Ensenada Ahoni, Comuna de Chonchi, mientras operaba para la empresa CAMANCHACA (que publica unos espectaculares “Reportes de Sustentabilidad”, por lo demás) demuestra una vez más no sólo lo insustentable de esta Industria por definición, sino que también por sus prácticas, porque no sólo se mantiene a flote a punta de subsidios estatales y tráfico de influencias, sino también por el encubrimiento que le prestan los servicios del Estado a todas sus faltas, infracciones y delitos.

En otras palabras, la Industria Salmonera no sólo es ambientalmente insustentable. También es éticamente insustentable.

En efecto, el día 18 de octubre de 2017, frente a las costas de Chonchi, el wellboat “SEIKONGEN” se hundió con una carga de 200 toneladas de salmones cosechados del centro “Pilpilehue” de CAMANCHACA, según cifras oficiales.




Inmediatamente, la Armada de Chile señaló que se tomaban todas las medidas para evitar fugas de combustibles y SERNAPESCA señaló activar los protocolos para sacar de la nave los salmones cosechados. La prensa salmonera detalló las características de la nave, los Huilliche locales y la pesca artesanal comenzaron a monitorear el área para vigilar que sus recursos y pesquerías no se contaminaran, Green-Peace dio entrevistas desde Santiago para decir nada, como es su costumbre… y del SEREMI de Medioambiente nunca más se supo….

Es decir, se activaron los mismos discursos, con los mismos agentes, del caso de la Marea Roja 2016 para obtener los mismos resultados: NINGUNO. Pero también para desviar la atención de un hecho esencial: que el centro de engorda de salmónidos “Pilpilehue” de CAMANCHACA, es ILEGAL.



En efecto, como muestra la Figura 2, correspondiente a una imagen Google Earth fechada 11 de abril de 2017, el centro Pilpilehue de CAMANCHACA, Registro Nacional de Acuicultura (RNA) Nº 101690, opera con dos trenes de 20 balsas-jaulas cuadradas de 30 metros de lado cada una. Sólo que una de ellas está FUERA de la concesión acuícola otorgada por la Resolución 764/1995 del Ministerio de Defensa…

La concesión acuícola otorgada a CAMANCHACA tiene solo 32 hectáreas de superficie y es por esa superficie que CAMANCHACA paga su patente acuícola. Sin embargo, ocupa más de 120 hectáreas…. CUATRO VECES más de lo que paga…

Y sus operaciones ilegales se han mantenido por años, como muestra la Figura 3, donde la imagen Google Earth de Septiembre de 2013 muestra que CAMACHACA operó, en ese ciclo productivo, con un tren de balsas-jaulas redondas dispuestas completamente FUERA de la concesión acuícola otorgada. ¿Dónde se muestreó para elaborar el Informe Ambiental 2015 (INFA) que CAMANCHACA publicó en su página web empresarial?


En el año 2007, los servicios de evaluación ambiental aprobaron a CAMANCHACA RNA 101690 una producción de más de 12 mil toneladas/año de salmónidos, aumentando en más de 6 VECES su producción original (1.620 Ton/año).

Sin embargo, esta producción autorizada mediante la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) 693/2007 de la entonces Comisión Regional del Medioambiente (COREMA- Los Lagos) debía obtenerse en una concesión acuícola de 123,6 hectáreas de superficie, QUE NUNCA HA EXISTIDO.


Como muestra la Figura 4, correspondiente a una captura de pantalla del Visualizador de Mapas de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) obtenida 48 horas atrás, la concesión acuícola vigente es de sólo 32 hectáreas, la misma que otorgó el Ministerio de Defensa a través de la Resolución ya señalada.

En consecuencia, es posible que durante 10 años CAMANCHACA haya operado una concesión imaginaria 4 veces más grande que la que le ha sido otorgada, obteniendo una producción ILEGAL, puesto que esa producción está en función directa con esta imaginaria concesión.

Y tal como lo demostraron el Comité de Defensa del Borde Costero de Puerto Montt, CODEFF-Aysén y REAL Chile en Magallanes ante la Contraloría General de la República durante el año 2016, los servicios públicos siguen aceptando información falsa, se niegan a fiscalizar y toleran toda suerte de abusos sobre el patrimonio marítimo de todos los chilenos… No sólo de algunos…DE TODOS.

Este caso no sólo demuestra que SERNAPESCA y SUBPESCA han hecho caso omiso de las instrucciones emanadas desde la Contraloría General tras informes de Auditoría que acusaron a estos servicios públicos de no hacer su trabajo durante 6 años consecutivos.

Siguen sin hacerlo…

La teoría del actual Director Nacional de SERNAPESCA, José Miguel Burgos, para explicar por qué los centros de engorda operan  50 METROS fuera de sus concesiones, se cae a pedazos con este caso: el tren de balsas-jaulas ilegal de CAMANCHACA RNA 101690 está a más de 400 metros al norte de la concesión acuícola otorgada.

El hundimiento del wellboat después de recibir cosechas de un centro ILEGAL demuestra también la displicencia de la Armada de Chile en las funciones fiscalizadoras de la actividad acuícola que le asigna la propia Ley General de Pesca y Acuicultura, permitiendo la operación de un centro ilegal por un plazo aún por determinar, tal como lo ha permitido en todos los casos que han denunciado los Comités de Defensa del Borde Costero de Castro, de Dalcahue, de Puerto Montt y de Chaitén, sólo en la Región de Los Lagos.

El pos-modernismo (el chamulleo) instalado en los servicios públicos de las regiones salmoneras, que cuenta con la complicidad de la prensa oficial y los intereses creados de la pesca artesanal de las ONGs y Fundaciones que trabajan para si mismas, así como de "movimientos sociales" que aún no son capaces de rebelarse EFICIENTEMENTE ante la destrucción del ambiente marino regional y se distraen en teorías e iniciativas sin respaldo ni fundamento técnico, político ni social, nos ha llevado a una condición de ser una Región que colinda con una cloaca con múltiples evidencias de colapso ambiental.

Es hora de terminar con ello.

Héctor Kol
Patagonia Chilena
Sin Represas… Sin Salmoneras
Octubre de 2017.


viernes, 22 de septiembre de 2017

SALMONICULTURA INTENSIVA EN ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS DEL ESTADO: ¿UNA CONTRADICCIÓN VITAL?

SALMONICULTURA INTENSIVA EN ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS DEL ESTADO: ¿UNA CONTRADICCIÓN VITAL?

Por Héctor Kol
Asesor Acuícola
Programa Marino CODEFF
Para IMPAC4- Chile 2017.


Nuestros antecesores han expuesto acerca de la importancia y viabilidad de aplicación del principio “Precautorio” para detener, corregir o denunciar proyectos de inversión con un impacto ambiental que puede ser irreversible o imposible de mitigar.

Por supuesto, en la institucionalidad chilena está presente el “Principio Precautorio” en la Ley de Bases del Medioambiente, así como otros “principios” universales propios del Modelo de Desarrollo Sustentable al que aspiran o dicen aspirar nuestros Estados.

Para CODEFF, nos resulta entonces inexplicable que en el Sur de Chile, en la Patagonia chilena, ocurran tantas desgracias y desastres ambientales protagonizados por la Industria Salmonera.

Si el Estado chileno ha adherido al Modelo de Desarrollo Sustentable, donde el “Principio Precautorio” es una de sus piedras angulares, ¿cómo es que tenemos centros de engorda de salmónidos obteniendo producciones en sitios donde las Capacidades de Carga son DESCONOCIDAS? ¿Cómo, entonces, el Estado permite que para el control de múltiples enfermedades virales, bacterianas y parasitarias que afectan a la Industria Salmonera que opera en Chile, se usen productos químicos en cuyas fichas técnicas o de seguridad, se señala, EXPLÍCITAMENTE, que son peligrosos para el ambiente acuático? ¿Por qué NO HAY limitaciones al uso de antibióticos en la salmonicultura chilena y sólo se regula la presencia de trazas de antimicrobianos en el producto final?

 A este, nuestro Estado chileno, ¿de verdad le preocupa la aparición de cepas bacterianas multi-resistentes a los antibióticos en los sedimentos marinos que reciben alimentos para salmones CON antibióticos, resistencias que pueden ser transferidas a bacterias causantes de enfermedades humanas?. Y si al Estado chileno de verdad le preocupa, ¿entonces por qué no aplica el “principio precautorio” y prohíbe la administración de medicamentos disueltos en los alimentos para salmones, que si no son digeridos, quedan disponibles también para las especies acuáticas silvestres, peces y filtradores, que también se consumen y sin test para detectar trazas de medicamentos?

Nuestra tesis es que no bastan sólo las leyes y reglamentos existentes y por crearse para la regulación y control de la Industria Salmonera. Lo principal es que exista un Estado y servicios estatales (servicios públicos) dispuestos a hacerlos cumplir para que no se intensifiquen los daños que relataremos a continuación.

En Chile, un centro de cultivo autorizado para producir intensivamente (es decir, con administración de alimentación artificial) 400 toneladas/año de salmónidos, puede obtener autorización para producir 5 mil toneladas/año de salmónidos sólo presentando un formulario, en el mismo espacio y en total ausencia de estudios de “capacidad de carga”  del sistema intervenido, es decir, en total desconocimiento acerca de las capacidades de absorber, degradar o al menos diluir y dispersar los cientos de toneladas de materia orgánica de desecho que se depositan en los sedimentos marinos bajo las balsas-jaulas. Y en total ausencia, por lo demás, de la aplicación del “principio precautorio” contenido en la institucionalidad ambiental chilena.



Es el caso que muestra la DIAPO 1, en un conjunto de concesiones acuícolas de la empresa salmonera VENTISQUEROS (de capitales alemanes) que se ubican en el Canal Cholgo, Comuna de Hualaihué, Región de Los Lagos, en la Patagonia chilena.





Cada una de estas concesiones tiene una superficie de 9 hectáreas y se distribuyen en un espacio de apenas 34 hectáreas, como muestra la DIAPO 2. En Chile, las concesiones acuícolas se otorgan en unidades de superficie aunque lo que se ocupa para la crianza de peces son VOLUMENES.

Hasta marzo de 2012, los centros de engorda que operaban estas concesiones acuícolas tenían autorizada una producción conjunta de 970,2 toneladas/año de salmónidos. A partir de esa fecha, sin estudios de capacidad de carga de por medio, sin aplicación del Principio Precautorio incluido en la institucionalidad chilena, estos centros de engorda están autorizados para producir, en conjunto, 15 MIL TONELADAS/AÑO DE SALMÓNIDOS, esto es, 15 veces más que lo originalmente autorizado… sin una sola evidencia de la capacidad de este espacio para soportar las descargas orgánicas y de residuos de productos químicos propias de tamaña producción.

Así, esta total displicencia y descuido del Estado chileno por salvaguardar la integridad ambiental de los sistemas acuáticos intervenidos por la Industria Salmonera, esta total ausencia de estudios de Capacidades de Carga y total indiferencia por la aplicación del Principio Precautorio contenido en una institucionalidad ambiental QUE NO FUNCIONA cuando de la salmonicultura se trata, ha generado que decenas de sitios de mar y lagos de la Patagonia presenten condiciones “anaeróbicas” en donde operan centros de producción intensiva de salmónidos.

La Ley General de Pesca y Acuicultura chilena señala a la “condición anaeróbica” como una condición en la que no es posible la vida acuática y ordena se reglamenten las medidas de protección  para que los establecimientos de acuicultura operen según las capacidades de carga de los sistemas acuáticos intervenidos:



“…Artículo 87.- Por uno o más decretos supremos expedidos por intermedio de los Ministerios de Economía, Fomento y Reconstrucción y del Medio Ambiente, previo informe técnico fundado de la Subsecretaría y previa consulta a la Comisión Nacional de Acuicultura y al Consejo Zonal de Pesca que corresponda, se deberán reglamentar las medidas de protección del medio ambiente para que los establecimientos que exploten concesiones o autorizaciones de acuicultura operen en niveles compatibles con las capacidades de carga de los cuerpos de agua lacustres, fluviales y marítimos, que asegure la vida acuática y la prevención del surgimiento de condiciones anaeróbicas en las áreas de impacto de la acuicultura…

Resulta OBVIO que para reglamentar la operación de instalaciones de acuicultura de acuerdo a las capacidades de carga de los sistemas acuáticos donde se ubican, es IMPRESCINDIBLE determinar cuál es esa “capacidad de carga”, es decir, es necesario realizar los estudios que sustenten los reglamentos y medidas que hasta hoy se basan únicamente en la prehistórica  ideología de la “infinitud de los recursos”.

Como lo hemos señalado, esos “estudios” NO EXISTEN para ninguno de los sistemas intervenidos por la Industria Salmonera en Chile y recientemente, el servicio público encargado de la regulación de la actividad acuícola en Chile, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) nos ha señalado que no se sienten obligados a hacerlos:

          



Y los resultados de esta interpretación de la Ley de Pesca que hace la SUBPESCA se muestran en esta Diapositiva 4 para la Región de Los Lagos y su Mar Interior de Chiloé.
Decenas de centros de producción de salmónidos han generado en lagos, fiordos y canales de esta Región, que generaba el 70% de los productos del mar que consumían los chilenos, condiciones donde la vida acuática es imposible, es decir, condiciones “anaeróbicas” en el periodo 2010 a 2015, según la información que provee una oficina estatal, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, SERNAPESCA.

Entre estos sectores, el Fiordo Comau, cuyo valor biológico y ecosistémico se ha degradado de una manera acelerada, como lo reporta la Fundación Huinay también presente en este evento.


Mientras tanto, para mantener a los salmones con vida, las empresas salmoneras deben suministrarles oxígeno a través de estaciones de oxigenación como la que muestra la fotografía de la Diapo 5, correspondiente a un centro de engorda de la empresa Marine Harvest en el Estuario del Reloncaví, Región de Los Lagos. No hay suficiente oxígeno disuelto en la columna de agua en el Estuario del Reloncaví como para mantener con vida a los miles de peces cautivos de los centros de engorda de salmónidos.



Ciertamente, las salmoneras han creado condiciones ambientales donde la vida acuática es imposible gracias a reglamentos y medidas elaborados sólo en base a supuestos.

La Región de Aysén, donde CODEFF desarrolla su labor en defensa del Mar Patagónico, no ha escapado a la indiferencia del Estado por preservar su ambiente marino.

Desde inicios de los años ’90, la Industria Salmonera ocupó la Región de Aysén a lo largo y ancho de esta, sin restricciones, sin precaución alguna y sin estudios de capacidad de carga, hasta llegar a la situación que muestra esta Diapositiva, con una numerosa presencia de centros de engorda en la Reserva Nacional Las Güaitecas, área protegida del Estado.


Aunque en la Región de Aysén existe una Zonificación del Uso del Borde Costero culminada en el año 2005 y donde se establecieron amplios sectores de protección y preservación ambiental en el Mar de Aysén, nunca fue considerada para limitar la ocupación de estos sectores por la Industria Salmonera.

La “institucionalidad ambiental” chilena no contempla estos procesos de ordenamiento marítimo en sus procesos de evaluación del impacto ambiental de los proyectos salmoneros y la misma Política Nacional de Uso del Borde Costero es sólo eso: una declaración de buenas intenciones. Ni siquiera es una Ley…

Y los resultados de esta ocupación incluso de sitios seleccionados para fines de conservación, no podían ser distintos a los que ya mostramos en la Región de Los Lagos.




 En el periodo 2010 a 2015, decenas de centros de producción de salmónidos ubicados en esta Región han generado condiciones donde la vida acuática es imposible, incluso en áreas protegidas del Estado, es decir, en sectores bajo protección oficial, como lo es la Reserva Nacional Las Güaitecas, el Santuario de la Naturaleza Estero Quitralco y las aguas interiores del Parque Nacional Isla Magdalena.

También en sectores de interés para la creación de áreas marinas protegidas, como Rada Palena y Seno Melimoyu, han proliferado los puntos donde las salmoneras han colapsado el sistema marino.

La Región de Magallanes no escapa a esta situación de colapso ambiental y ya en el año 2014 REAL-Chile denunció la aparición de condiciones anaeróbicas en numerosos centros de engorda de salmónidos emplazados en el Estero de Poca Esperanza, al sur de la ciudad de Natales. Varios de ellos generaron el colapso ambiental tras su primera producción de salmónidos.

La generación masiva de condiciones “anaeróbicas” por las descargas derivadas del proceso de engorda de salmónidos se complementa con un número aún mayor de centros que están afectados por enfermedades de todo tipo, todas ellas obligando a la aplicación de antimicrobianos, pesticidas o desinfectantes para su control.

En los sitios de mar, la principal enfermedad en cuanto a las mortalidades que provoca (un 30% de la producción anual) es el Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) de origen bacteriano y que induce a la aplicación de antibióticos a tasas que con justa razón se considera irracional.



La DIAPO 9 muestra el consumo de antibióticos (gramos de principio activo por tonelada de salmón producida) que Marine Harvest declara, en su Reporte Anual 2015, para sus distintas unidades de producción en el mundo para el periodo 2010 a 2015. Como se aprecia, Chile es la unidad con un consumo absolutamente ajeno al resto de las unidades que Marine Harvest mantiene en el mundo.



Pero la misma empresa ha declarado consumos de antibióticos aún superiores en sus unidades en Chile, en años de grandes crisis sanitarias.





Esta Diapo corresponde al Reporte de Sustentabilidad 2008 de esta empresa, donde se señala que mientras la unidad noruega consumió 0,02 gramos de antibióticos (principio activo) por cada tonelada de salmón producida en Noruega el año 2007, el mismo año la unidad chilena consumió 732 gramos por tonelada de salmón, es decir 36 MIL VECES MÁS…para igual producto…en la misma empresa.

La Industria Salmonera que opera en Chile se defiende de las acusaciones de irracionalidad en su consumo de antibióticos alegando que en Noruega no existe el SRS, cuyo combate concentra el 90% del consumo de antimicrobianos… Pero lo que no señala la Industria es que el SRS llegó con ella… Es decir, que no había SRS en Chile porque, precisamente, no había salmoneras…

Y este consumo irracional de medicamentos se extiende a lo largo y ancho del Mar de la Patagonia chilena y en especial en Aysén, donde se obtiene la mayor parte de la producción chilena de salmón.



La Diapositiva muestra los centros afectados por SRS en el mar de Aysén al año 2010, donde 52 centros de engorda declararon la presencia de SRS en sus cultivos. Al año 2013, el número de centros de cultivo ubicados en Aysén y afectados por SRS, se había CUADRUPLICADO, como muestra la Diapo 10. Finalmente, en el año 2015, la cantidad de centros de engorda de salmónidos con presencia de SRS alcanzaba a 221, más de 100 de ellos en la Reserva Nacional Las Güaitecas y cerca de 40 en las aguas interiores y canales adyacentes del Parque Nacional Isla Magdalena.









El SRS es sólo una de las enfermedades que induce al uso de productos químicos dañinos o peligrosos para el ambiente acuático en la Industria Salmonera que opera en Chile.

La infestación por el piojo de mar (“sea lice”) Caligus rogercresseyi parece incontrolable para la Industria y volúmenes no determinados, ni controlados de pesticidas como CIPERMETRINA y DELTAMETRINA se usan para su control.

La infestación por Caligus sp se conoce como “Caligidosis” y la DIAPO 14 muestra la distribución de los 233 centros de engorda de salmónidos que declararon infestación en la Región de Aysén en el año 2014. Como se aprecia en esta DIAPO, la mitad de estos centros infestados se ubicada dentro de la Reserva Nacional Las Güaitecas.




La DIAPO 15 muestra los 148 centros de engorda que en el año 2014 declararon uso de los pesticidas CIPERMETRINA y/o DELTAMETRINA en el control de Caligidosis al 2014. La mayor parte de los centros donde se aplicaron estos productos se encuentran en la Reserva Nacional Las Güaitecas.



La aplicación de pesticidas se realiza mayoritariamente por “baños”, es decir, mediante la inmersión de los peces en bateas con una solución de pesticidas. La cantidad de baños, la concentración del producto y el destino de las aguas residuales de estos tratamientos es una información no disponible para el conocimiento público, pero una noticia aparecida en la revista AQUA respecto a un nuevo producto del Laboratorio Bayer, que tiene como principio activo el pesticida AZAMETIFOS:

“…Desde Bayer destacaron que de los 701 tratamientos con azametifos realizados en Chile entre marzo de 2013 y 2014 para 252 centros de cultivo, el 70,6% ha tenido entre uno y tres baños; el 23,6% entre cuatro y seis baños; el 4,4% entre siete a nueve baños, y el 1,2% entre diez a más baños…”
(Revista AQUA, 14 de abril de 2014)
En consecuencia, cada centro de engorda de salmónidos ubicado en el Mar de la Patagonia, no es sino un foco infeccioso activo o posible, que no solo demuestra la inviabilidad e insustentabilidad ambiental de esta Industria y la permisividad del Estado para tolerar aún su existencia, sino que también  pone en duda la viabilidad de proyectos de creación de áreas marinas protegidas manteniendo en su espacio de interés estos focos infecciosos.
  
Centros de Engorda operando fuera de concesiones otorgadas. Caso Estero Quitralco

El trabajo de monitoreo de esta actividad productiva que realiza CODEFF en la Región de Aysén, principalmente, aborda también las infracciones reiteradas de esta Industria a una reglamentación y regulación cuyas deficiencias y debilidades hemos expuesto, infracciones que también se cometen en áreas protegidas de Estado y que hemos denunciado recientemente para el caso del Estero Quitralco, donde, entre otras cosas, los centros de engorda han operado por años fuera de las concesiones acuícolas otorgadas aun cuando la Ley General de Pesca y Acuicultura señala, explícitamente, que las operaciones de acuicultura sólo pueden realizarse dentro de las concesiones acuícolas (superficies de mar y de fondo) otorgadas.

El 7 de noviembre de 1996, bajo el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el Ministerio de Educación promulgó el Decreto Exento Nº 600 que declaró al Estero Quitralco (Comuna de Aysén, Región de Aysén) como “Santuario de la Naturaleza”, en razón de una especial preocupación del gobierno de la época por la “mantención y el resguardo de las especiales características ambientales” de este fiordo y que se describen en el Decreto citado[1]:

“…En dicho estero existe una serie de especies de fauna y avifauna, tales como la garza cuca, el gato huillín, el pato lile, el pato vapor y ocasionalmente toninas y cetáceos, para quienes es vital la conservación de su ecosistema…”

La Diapo 16 muestra una imagen satelital que demuestra que dos centros de engorda de salmónidos que operan concesiones acuícolas otorgadas a la empresa ACUINOVA (hoy, operadas por Marine Harvest) excedieron con sus estructuras de cultivo (“cages” o balsas-jaulas) los límites de la concesión acuícola correspondiente, representadas por polígonos rojos. Como se muestra en el recuadro de esta Diapositiva, es físicamente imposible que las estructuras de cultivo dispuestas por la empresa ACUINOVA RNA 110108 quepan dentro del espacio concedido.


La Diapo 17 corresponde a una captura de pantalla del mapa oficial de concesiones acuícolas (“Visualizador de Mapas”) que publica la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA). Como muestra la imagen, obra en poder de este servicio estatal la información visual que da cuenta de estas operaciones ilegales del centro de cultivo RNA 110108, donde probablemente se obtenga más producción de la autorizada dada la cantidad de balsas-jaulas “extras” que ocupa.



La Diapo 18 muestra dos centros de engorda de salmónidos, ubicados también dentro del Santuario de la Naturaleza que ubicaron sus estructuras de cultivo a más de 300 metros FUERA de las concesiones acuícolas otorgadas.



La Diapo 19 que observan también corresponde a una captura de pantalla de la información oficial sobre concesiones acuícolas que obra en poder de SUBPESCA. Como pueden apreciar, este servicio estatal tiene una información que le señala que en este centro de engorda, ubicado en un Santuario de la Naturaleza, estructuras de cultivo operan FUERA de la concesión otorgada, en una abierta infracción a la legalidad vigente.



CODEFF ha denunciado al menos 50 centros de engorda que operan fuera de sus concesiones en áreas protegidas del Estado, como Estero Quitralco, la Reserva Nacional Las Güaitecas y en los canales adyacentes al Parque Nacional Isla Magdalena.

Pero también lo ha hecho en sitios que entendemos, son de interés para el establecimiento de áreas marinas protegidas del Estado, como es el Caso de Rada Palena- Bahía Añihué.

En Bahía Añihué, en el límite norte continental de la Región de Aysén, la empresa AQUACHILE tiene tres concesiones acuícolas operadas por los centros de engorda de salmónidos RNA 110402, 110407 y 110412. Todas ellos han operado FUERA de sus concesiones acuícolas, obteniendo producciones que debieron ser incautadas por los servicios fiscalizadores de la actividad acuícola.

La DIAPO 20 muestra como AQUACHILE ubicó la totalidad de sus estructuras de cultivo fuera de la concesión acuícola otorgada a más de 140 metros al sur de esta. La DIAPO 21 muestra el centro de engorda RNA 110407 operando, también, completamente fuera de la concesión otorgada.









Finalmente, la Diapo 22 muestra que AQUACHILE RNA 110412 cumple con la las disposiciones de la Ley de Pesca sólo… en la medida de lo posible…





Todos estos casos han sido denunciados por CODEFF a los organismos estatales correspondientes, sin respuesta hasta hoy. Pero además de la responsabilidad del Estado en este encubrimiento a operaciones salmoneras ilegales en sitios o sectores que están bajo su protección, también está la irresponsabilidad de Fundaciones y organizaciones  medioambientales que se prestan para que estas operaciones ilegales se realicen, si tienen éxito en sus propuestas, en sitios protegidos, como Áreas Marinas Protegidas similares a la que se pretende instalar en este sector de la Región de Aysén donde operan al menos tres centros de engorda ILEGALES.

Estas infracciones reiteradas, así como las distintas enfermedades que afectan a la Industria Salmonera que opera en Chile, son una señal que pone en duda la viabilidad de proyectos de creación de áreas marinas protegidas que mantendrían a estas instalaciones dentro del espacio marino a proteger.

Si la Industria Salmonera ya se comporta al margen de las leyes y reglamentos incluso en sectores ya considerados como áreas protegidas del Estado, ¿qué les impediría seguir infraccionando las normas ante la imposibilidad de los propios servicios estatales fiscalizadores de realizar inspecciones sorpresivas o sin aviso previo, ante la carencia de embarcaciones para navegar o ante la misma tolerancia de estos servicios para permitir  sobre- producciones de salmónidos u operaciones ilegales, fuera de las concesiones otorgadas?

¿Existe una fórmula para evitar que eso suceda dentro de estos sectores ya protegidos y aquellos, como la Bahía Añihué, que se quiere proteger? ¿De qué manera se quiere solucionar el estado permanente de crisis sanitaria que afecta a la Industria salmonera y que aquí hemos mostrado?

¿Se puede asegurar que en los sectores marinos que se busca proteger, ya no habrá infestación por Cáligus, ni infecciones por SRS, ni uso de antibióticos, pesticidas y desinfectantes tóxicos o peligrosos para el ambiente acuático?

Hemos venido a exponer una mínima parte de los antecedentes e investigaciones que hemos realizado y de las denuncias que hemos formulado ante el mismo Estado y sus servicios que fundamentan las interrogantes planteadas.

Esperamos que estos antecedentes sean considerados a la hora de que organizaciones con las que compartimos el mismo interés de protección del medio acuático marino, decidan mantener o no, dentro de los sectores que promueven como áreas marinas protegidas, las operaciones de una Industria Salmonera que no tiene por objetivo la protección del mar, ni puede controlar sus distintas epidemias,  como creemos haber demostrado.

Dejamos, finalmente, para la discusión y el debate una eventual resolución a esta contradicción que nos parece evidente entre Salmonicultura Intensiva y protección del medioambiente marino.

Muchas Gracias.


Héctor Kol
Programa Marino CODEFF
Para IMPAC4
La Serena, Chile, Septiembre de 2017



[1] Disponible en https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=21540