miércoles, 6 de junio de 2018

CORRUPCIÓN Y ACUICULTURA EN CHILE (I): Los Casos de Lago Chapo y Lago Llanquihue.


LA CORRUPCIÓN EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS COMO AMENAZA AL PATRIMONIO NATURAL Y BIODIVERSIDAD

 Los Casos de Lago Chapo y Lago Llanquihue ocupados por la Industria salmonera. 

 Por Héctor Kol

Presentación ante el Congreso Nacional de Comunidades Patrimoniales. 
Encuentro Regional Sur.
Universidad de Los Lagos, Puerto Montt, Mayo de 2018.



En abril de este año, en una entrevista concedida por el Contralor General de la República, Jorge Bermúdez, a CNN-Chile, el funcionario señalaba lo siguiente:

“SI… Cuando los servicios públicos no hacen su pega, cuando incurren en ‘falta de servicio`, eso debe ser considerado como CORRUPCIÓN…”

(Jorge Bermúdez. Contralor General de la República. Entrevista con Tomás Mosciatti, CNN- Chile, 22 de abril de 2018)

Después de más de una década batallando en estas Regiones Australes para que la Industria Salmonera cumpla las normas, las leyes, las disposiciones reglamentarias que evidentemente son insuficientes, ineficientes y permeables a todo tipo de infracciones e influencia política, mi opinión es que la principal amenaza al Patrimonio Natural de todos los chilenos, de esos lagos, ríos y mar de una Patagonia “prístina” que sólo existe en los catálogos de las agencias de viajes y discursos de las ONGs ambientalistas que están en Santiago, es LA CORRUPCIÓN, manifestada esta en la “falta de servicio” que señalaba el Contralor.

Y esta corrupción (falta de servicio) fue verificada por la misma Contraloría General de la República (CGR) en el año 2016, cuando realizó Auditorías al órgano fiscalizador de la acuicultura (SERNAPESCA) y al órgano regulador de esta actividad (SUBPESCA) para establecer qué tanto de sus funciones prescritas por Ley cumplieron ambos servicios del Estado en el periodo 2011 a 2015, es decir, durante 5 años continuos.



Y el resultado fue el esperado para los que hicimos las denuncias respectivas (nuestro Comité, el Comité Pro-Defensa de la Flora y Fauna, CODEFF y la ONG Real-Chile).

En el caso de la auditoría a SERNAPESCA, la CGR señaló que durante el periodo auditado (5 años) SERNAPESCA permitió que decenas de centros de engorda de salmónidos operaran FUERA de sus concesiones autorizadas, que entregaran informes ambientales falsos que fueron certificados por SERNAPESCA y que tales infracciones fueron ocultadas por este servicio, sin informarlo a “las autoridades competentes”, es decir, a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, para que esta procediera a la CADUCIDAD de las concesiones acuícolas que no fueron ocupadas en este periodo, porque los salmoneros operaron FUERA de ellas.



Respecto del organismo “regulador”, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) la CGR señaló que ni siquiera contaba con un catastro actualizado de los proyectos salmoneros. Es decir, la SUBPESCA “regula” una actividad que ni siquiera sabe dónde está…

La imagen de la Figura 4 corresponde al resultado de las auditorías de la CGR, con decenas de centros que no sólo operaron fuera de sus concesiones en el periodo de 5 años investigado, sino que además presentaron informes no-veraces o falsos respecto del estado ambiental del sitio donde ubicaron sus balsas-jaulas. Como ven, sin importar el status administrativo que tenga un sector o área de esta Patagonia agredida, sin importar  si es un Parque Nacional, una Reserva Nacional o un Santuario de la Naturaleza, la Industria salmonera operó donde se le vino en gana, aprovechando que la “falta de servicio”, es decir, la corrupción, caracterizó a  los servicios públicos que debían “regularla” y “fiscalizarla”.
  



¿Ha terminado esa corrupción?

En estos últimos meses, nuestro Comité ha seguido, investigado y denunciado el caso del Lago Chapo de nuestra Comuna de Puerto Montt, en un trabajo que se inició en forma conjunta con un Concejal de esta comuna, pero que ahora hacemos en solitario pues nosotros trabajamos para el bien común y no para darle contenido a una coalición política.

El Lago Chapo se ubica entre dos Áreas Silvestres Protegidas del Estado: el Parque Nacional Alerce Andino y la Reserva Nacional Llanquihue, que ostentan ese status por su biodiversidad, por contener monumentos naturales, por su belleza escénica y su valor  ecológico.

En septiembre del 2017, en las playas del sector El Desagüe de este Lago intermedio entre dos Áreas Silvestres Protegidas del Estado, uno de nuestros integrantes detectó el basural que se muestra en la Figura 6 siguiente:



En nuestra primera denuncia ingresada en septiembre de 2017 a la Gobernación Marítima de Puerto Montt atribuimos este basural al desarme de un centro de cultivo de salmónidos de la empresa AGUAS CLARAS que operaba frente a este sector. En las investigaciones que realizamos posteriormente, detectamos las operaciones acuícolas ilegales que se aprecian:


La empresa AGUAS  CLARAS (Filial de AQUACHILE) estaba operando fuera de su concesión acuícola al menos desde el año 2005, como muestra esta imagen en Google Earth, fechada en junio de 2005. Y no sólo eso, sino que además ocupaba 100 veces más superficie de lago que la concedida (0,07 hás), 100 veces más de la superficie por la que paga una patente acuícola.

A junio de 2016, es decir, 11 años después de obtenida la imagen anterior, esta era la situación: AGUAS CLARAS mantenía dos grupos de instalaciones de producción de salmónidos, una de ellas a más de un kilómetro al sur-weste de la única concesión acuícola otorgada en el sector: la que debiera operar un centro de cultivo con el número 100394 del Registro Nacional de Acuicultura (RNA).



A diciembre de 2017, esto era lo que se observaba frente al Sector El Desagüe: un centro de cultivo de un módulo o tren de balsas-jaulas había sido repuesto en un sector sin concesión acuícola y al norte y sur de este, AGUAS CLARAS había acopiado estructuras metálicas y pontones (bodegas) flotantes. Todo ello, en un sector SIN CONCESIÓN ACUÍCOLA.


Nuestras denuncias fueron contestadas por la Gobernación Marítima de Puerto Montt en oficios de diciembre de 2017 y enero de 2018. En el primero de ellos, que muestra la imagen, se nos ratifica que AGUAS CLARAS se encuentra operando fuera de la concesión acuícola otorgada al centro de producción RNA 100398. La orden de la Armada es “regularizar” su ubicación, es decir, reinstalar el centro de cultivo en su concesión.


En su oficio de enero de 2018 que aparece en la Figura 11, la Gobernación Marítima nos aclara más esta situación de ocupación y operaciones acuícolas ilegales de la empresa AGUAS CLARAS en el Lago Chapo.

Como señala el oficio, parte de las estructuras denunciadas corresponderían a otro centro de cultivo, identificado con el RNA 101291, que tendría 6 hectáreas de superficie PERO QUE NO CUENTA CON CONCESIÓN ACUÍCOLA OTORGADA.



La orden de la Gobernación Marítima a la empresa fue, entonces, desalojar tales estructuras (1 módulo de cultivo) mientras “aclaraba” su situación, es decir, mientras aclaraba qué hacía operando en un sector donde no cuenta con concesión acuícola para hacerlo y no paga un peso al estado por 6 hectáreas de superficie lacustre que ocupa desde hace 12 años.

En consecuencia, esta imagen de la Figura 12 resume la situación denunciada inicialmente en Octubre de 2017:

Aguas Claras ha operado, durante más de una década, DOS CENTROS DE CULTIVO en un sector colindante al Parque Nacional Alerce Andino, donde NO CUENTA CON CONCESIONES ACUÍCOLAS OTORGADAS y ha mantenido sin operaciones la concesión acuícola efectivamente otorgada, incurriendo en la causal de caducidad que contempla la Ley General de Pesca y Acuicultura.


Hemos solicitado, desde Septiembre de 2017, la caducidad de esta concesión y el desalojo de estas instalaciones ilegales. Hemos recurrido a la Gobernación Marítima, a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, a la Contraloría Regional de la República y a la Superintendencia del Medioambiente a fin de reestablecer el cacareado “Estado de derecho” en este Lago de la comuna de Puerto Montt.

Y a pesar de todo lo anterior, esta es la situación que hemos detectado en Marzo de este año, 5 meses después de nuestras iniciales denuncias:


 Como ven en la imagen, AGUAS CLARAS ha completado un centro de cultivo con tres módulos o trenes de balsas-jaulas, en un sector sin concesión acuícola y haciendo caso omiso de la orden de desalojo dada por la Armada de Chile.

¿Es esto “falta de servicio”? ¿Es esto CORRUPCIÓN? Aún no nos responde la Contraloría; tampoco han sido desalojadas estas estructuras desde una ocupación ilegal y no se nos ha comunicado la caducidad de la concesión acuícola abandonada por AGUAS CLARAS al menos en la última década.

Esta práctica de operaciones acuícolas ilegales se repite en Lago Llanquihue, rodeado de volcanes nevados y escenario natural de la Capital chilena del Turismo: Puerto Varas.

Allí existen unas 14 concesiones acuícolas para salmonicultura, de las que se muestran 12 de ellas con íconos amarillos (las restantes están en proceso de verificación de posición). En todas ellas se producen esmolts, salmones juveniles que luego son engordados en centros salmoneros ubicados en ambientes marinos.



Dos de estas concesiones se muestran en la siguiente imagen de la Figura 15, que corresponde a una captura de Pantalla del Visualizador de Mapas de SUBPESCA, el órgano “regulador” de la acuicultura.

Como se aprecia en la imagen sin fecha, estas dos concesiones de AQUACHILE, otorgadas en el Sector Yerbas Buenas, a los pies del Volcán Osorno,  no están siendo operadas, pues los centros de cultivo se encuentran FUERA de los polígonos otorgados, es decir, realizan operaciones de cultivo ilegales y en sectores no-concedidos.


Y esta Figura 16, correspondiente a una imagen de Google Earth fechada 24 de enero de 2017, muestra la concesión acuícola otorgada por Res (M) 273/1988 y que debiera operar el centro de cultivo RNA 100369 de AQUACHILE, con sus coordenadas actualizadas. FUERA de ella se encuentran las balsas-jaulas.


Pero este centro de cultivo no sólo produce salmones juveniles ilegales, que debieran ser incautados por SERNAPESCA tal como le quita los peces a la pesca artesanal cuando los pescadores sacan congrios, merluzas, rollizos y róbalos de manera “ilegal” en el mar que han ocupado durante 3 mil años.

Este centro TAMBIÉN produce peces enfermos, con enfermedades virales y bacterianas que aparecen en esta imagen, como la Enfermedad Bacteriana de Riñón (BKD) Necrosis Infecciosa Pancreática (IPN, viral) o Flavobacteriosis (bacteriana) en el periodo 2010 a 2017 que se muestra en la imagen. Ése es el "éxito" que hoy AQUACHILE quiere llevar a Oslo (Noruega) para venderlo como acciones a más de algún iluso que ignora lo que ocurre en los lagos y mares del Fin del Mundo.

 

Y en todo el Lago Llanquihue sucede lo mismo: producción ilegal de peces… y de peces enfermos, como muestra esta imagen, donde cada ícono representa una enfermedad viral o bacteriana que se produce en los centros de cultivo ubicados en este espléndido Lago que baña las riberas de la capital Chilena del Turismo. Los íconos que ven “en tierra”, fuera del Lago, corresponde a las pisciculturas que intervienen ríos y donde se cultivan las ovas de salmón hasta que alcanzan su estado de “alevines” antes de llevarlos a los lagos para su segunda fase de crecimiento: la esmoltificación.

En todos los lagos intervenidos por la Industria Salmonera, se ingresan peces enfermos, criados primeramente en pisciculturas biológica y viralmente contaminadas…



  
La Figura 19 muestra el resultado del traslado al mar de esta producción muchas veces ilegal de peces enfermos. Cientos de centros salmoneros “de engorda”, donde se finaliza el proceso productivo de la salmonicultura, declaran las mismas enfermedades que se detectan en los centros de producción de esmolts y en las pisciculturas de producción de alevines.

Cientos de centros salmoneros que ocupan toneladas de antibióticos para controlar las enfermedades bacterianas que llegan al mar portadas por los esmolts enfermos que se producen en nuestros lagos, cientos de centros de engorda de salmónidos que ocupan millones de litros de desinfectantes tóxicos para el ambiente acuático-marino para control de enfermedades virales.


Y esto ocurre porque el control sanitario, la bio-seguridad, también está en manos de SERNAPESCA, que es incapaz de detectar que un centro opera a más de un kilómetro de su concesión otorgada, como lo señaló la Contraloría en el año 2016 o que certifica producciones ilegales en centros que operan sin contar con concesión acuícola otorgada, como ocurre en el Lago Chapo.

Resultaría una ilusión esperar que ese servicio fuese capaz de evitar que peces enfermos, trasladados en aguas contaminadas, no llegasen al mar.

ESE SERNAPESCA, tal como está a pesar de la Auditoría de 2016, que sigue funcionando con la misma destreza y dedicación que mostró en los 5 años en que fueron auditados sus procedimientos, es la que se pretende “reforzar” o “potenciar”  en próximas iniciativas legales que se tramitarán en el Congreso Nacional y donde, sin dudas, serán aprobadas, porque si hay una institución donde la “falta de servicio” reina, ese es el Congreso Nacional.

En el Congreso Nacional, SERNAPESCA, SUBPESCA y la Armada de Chile se encuentran entre iguales.

Muchas Gracias.

Héctor Kol
Patagonia Sin Represas... Sin Salmoneras
Mayo de 2018