lunes, 14 de diciembre de 2015

UN FANTASMA RECORRE LOS VALLES DE LA PATAGONIA

UN FANTASMA RECORRE LOS VALLES DE LA PATAGONIA.
Por Héctor Kol
Diciembre de 2015.

Supe de él en 1994, cuando en una breve nota del diario “El Mercurio” se avisaba de la existencia de la organización EDUCEC, que representaba los intereses de un millonario estadounidense que compraba amplias extensiones de territorios fiscales para convertirlos en Parques Nacionales…

Era una noticia increíble que pasó a integrar mi colección de recortes de periódicos que aún conservo, pues jamás había imaginado que en Chile, el país del Decreto Ley 701 de Fomento Forestal, donde el Estado le pagaba a las empresas para que CORTARAN bosques nativos y los sustituyeran por pinos y eucaliptos, un millonario del Imperio viniera a hacer exactamente lo contrario: defender tales bosques a través de la compra de  los territorios que los sostenían, para conservarlos y luego donarlos, en la forma de Parques Nacionales, nuevamente al Estado.

La curiosidad me llevó a escribirle a la Directora de EDUCEC, Carolina Morgado, para obtener más antecedentes de esta insólita noticia aparecida en un Diario  totalmente ajeno a mis preferencias de lectura e información y por respuesta recibí una descripción  de las líneas generales del proyecto, un documento anillado con tapas de acrílico que también conservo. Y era cierto: los territorios eran comprados, catastrados, estudiados, mejorados y luego donados al Estado chileno.

Menos de un año después, el entonces Diputado Horvath iniciaba los fuegos contra este proyecto, teorizando con las llamadas “fronteras interiores” que facilitarían la invasión de una potencia extranjera, especialmente a Aysén. El ex Director de Vialidad de la Dictadura, que bombardeó el borde costero de fiordos y canales patagónicos para construir la Carretera Austral, inspiró al todavía Comandante en Jefe del Ejército, Augusto Pinochet, para que el estratega fuera más allá en la paranoia nacionalista: la existencia de las “fronteras interiores” facilitaría la invasión China a Aysén, el país estaría cortado en dos, fusionado a Argentina y sin posibilidades de “desarrollo” porque se iba a instalar la CONSERVACIÓN por sobre la EXPLOTACIÓN, que es de lo que viven  los países del Tercer Mundo, como el nuestro... Todo eso sería culpa de DOUGLAS TOMPKINS,  el millonario estadounidense que vino a Chile no a cortar bosques, sino a conservarlos.

En apenas dos años, el Gringo era tema obligado en cuanta reunión política yo participaba y donde aparecía el fantasma de la invasión China (y posteriormente sionista) a un territorio que sólo por el escándalo que generó la presencia del Gringo, comenzó a sonar en los oídos de los chilenos. A finales de los ’90, en aquellas reuniones donde se me invitaba a explicar por qué yo consideraba que los “problemas ecológicos” eran, antes que nada, problemas políticos que requerían una solución política, inevitablemente  me preguntaban lo mismo: ¿qué opinas del Gringo Tompkins? Y no pocas veces la discusión terminaba en la entrega de una copia del proyecto de EDUCEC y aún así, nadie creía que un Gringo millonario quisiera gastar su fortuna protegiendo bosques y no aumentarla,  cortándolos…..

Para la Izquierda tradicional, resultaba imposible creer que había un Gringo “bueno”, que venía a Chile no a explotarlo, sino a conservarlo y más aún si el mismo concepto CONSERVACIÓN era desconocido en Chile.

La primera vez que defendí por escrito el proyecto de Tompkins fue en el 2001 a través de un artículo que publicó el diario oficial del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, “El Rodriguista”, bajo el título de “Un fantasma recorre las calles de Palena”.  Desde entones, los “Rorros” fueron “ecologistas” y yo “Rorro”… El Gringo era el ejemplo de que una Utopía se puede convertir en realidad sólo por la voluntad de los hombres…Ocho millones de kilómetros cuadrados de territorio chileno están ahora protegidos, estudiados y se convertirán en Parques Nacionales para todos los chilenos y para toda la Humanidad, porque hubo un hombre que tuvo la voluntad de que así fuera…

Llegué a la Fundación Pumalín, continuadora de EDUCEC, el año 2009, cuando me fue a buscar a mi domicilio Fernando Siebald, abogado de la Fundación. El Gringo había solicitado mi asesoría en materias acuícolas y no encontró nada mejor que ofrecerme el empleo después de que me involucraran en el incendio de la agencia de publicidad Salmon-Chile.

La policía ya había allanado mi casa en Puerto Varas y no le fue fácil a Fernando convencerme de que aceptara el trabajo. Estaba acusado de un incendio intencional que los salmoneros pedían se considerara “incendio terrorista” y yo entendía que era muy riesgoso para la Fundación y su proyecto el que yo prestara servicios con semejante carga. Como decía alguien de la propia Fundación, Héctor Kol sería una “bomba de racimo” al interior de Pumalín... y yo estaba de acuerdo.

Me integré finalmente como asesor externo, abandonando mis funciones en la pesca artesanal donde no se me prestó ayuda alguna durante el proceso, a pesar de haber trabajado ya 4 años con ellos. La pesca artesanal temía que  el incendio de Salmon-Chile afectara su “prestigio”… El Gringo no tenía “prestigio” que defender….

Llegué a la Fundación después de 15 años de haberme enterado de su insólito proyecto y sólo tuve que hacer en el mar de la Patagonia lo que la Fundación hacía en tierra firme: trabajar con eficiencia y dedicación. Hablé menos de diez veces con el Gringo Tompkins en estos 6 años en que convivo con sus colaboradores y trabajadores. No necesitábamos conversar más: él sabía exactamente lo que yo estaba haciendo y lo que era capaz de hacer, tal como yo sabía lo que él hacía y lo que quería de mí: trabajar en pos de la erradicación de la Industria Salmonera. No eran necesarias más explicaciones ni más instrucciones. El Gringo confiaba en mi trabajo y yo admiraba el suyo. El respeto mutuo es todo lo que se necesita para trabajar en estas materias que ponen en jaque a un sistema depredador.

El Gringo hizo posible el nacimiento de los Movimientos Sociales en Chile, al inspirar la campaña Patagonia Sin Represas, que articuló los estudios técnicos, la aplicación del Derecho, la movilización social y la propaganda en contra del  proyecto hidroeléctrico HIDROAYSÉN. Fue su oposición más sublime al sistema depredador que se impulsa y protege desde las más altas esferas del Estado, sacando a la sociedad chilena de su estado de postración ante lo que parecía invencible: el Modelo Económico Capitalista Neo-liberal. Fue el principal artista del proceso, como lo señaló Juan Pablo Orrego en su alocución el día de la despedida al Gringo. No sólo nos dejó Parques…nos dejó un diseño, una estrategia y un ejemplo de cómo vencer en una contienda desigual. El Gringo creó escuela, sembró la fe…



Al calor de Patagonia Sin Represas, renació el Movimiento Estudiantil y aparecieron decenas de movimientos locales en oposición a uno u otro proyecto de inversión que aumentaban la brecha entre la vida real y la vida digna que debiéramos vivir. Para miles de chilenos, la vida digna comenzó a ser más valiosa que una inversión, una oferta de empleo temporal o un plan de compensaciones, que es la forma de soborno-social que usan las empresas que se basan en la destrucción de la Naturaleza para “crear riqueza”….



El Gringo murió tal como Fernando Siebald: disfrutando de la Naturaleza que tanto defendieron. El maestro y quizás si uno de sus más aventajados pupilos dejaron sus vidas en la Patagonia, eternizando un amor por estas tierras como el que describía la esposa del Gringo durante su responso: un amor intocable, indestructible e irremplazable…

No dejaremos, por cierto, que ese amor se extinga, se tale, se perfore o se contamine. Sabemos que es posible hacerlo, sabemos que es posible… porque el Gringo lo hizo posible.

Que tengas un buen viaje, Gringo… Cosecharemos lo que tú sembraste.



Héctor Kol
Patagonia Sin Represas… Sin Salmoneras
Diciembre de 2015.